El Juzgado de Instrucción número 2 de Torrelaguna (Madrid) ha determinado el sobreseimiento provisional de la causa abierta a petición de Estados Unidos contra un ciudadano español, H. M. T., acusado de distribuir archivos de pornografía infantil en internet.

La investigación se inició en junio de 2022 cuando la Policía Nacional recibió una denuncia del Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC) de Estados Unidos, a través de la embajada norteamericana en Madrid, ante las sospechas de que este ciudadano español estaría cometiendo un presunto delito de prostitución y corrupción de menores.

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En concreto, este vecino de la localidad madrileña de Navalafuente, de 46 años, fue denunciado por distribuir 15 archivos con duras imágenes de explotación sexual infantil a través de la red social Facebook. Según el NCMEC, la dirección IP desde donde se cometió el delito correspondía con la de este varón residente en Navalafuente. Fue la compañía Meta, empresa matriz de Facebook, la que puso en alerta a las autoridades norteamericanas.

Tras recibir la denuncia desde EEUU, la Brigada Tecnológica de la Policía Nacional abrió una investigación para recabar los datos necesarios para la imputación de H. M. T., accediendo a sus cuentas de correo electrónico, redes sociales y todos sus datos almacenados en internet.

Asimismo, el pasado mes de noviembre se procedió al registro del domicilio del acusado en Navalafuente, un pequeño municipio de la sierra de Madrid, en el que convive con su mujer y sus dos hijos. En ese registro, los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia se incautaron de un ordenador, dos discos duros, un teléfono móvil y diversos pendrives, sin que en su posterior análisis se encontraran archivos de explotación sexual infantil.

Su ordenador estaba abierto y sin claves

La defensa del acusado, ejercida por Ospina Abogados, destaca que el acusado facilitó a los agentes el acceso a toda esa documentación. "El equipo de mi representado estaba abierto, sin claves, no tienen nada que esconder", se puede leer en las diligencias previas.

Subraya además el hecho de que los archivos de pornografía infantil se distribuyeron desde una dirección IP modificada desde una VPN, en una franja de tiempo de apenas dos minutos, lo que hace indicar que alguien pudo puntualmente haber utilizado la propia red de su cliente para acceder a su perfil de Facebook y enviar los archivos objeto de la investigación.

También alega que el acusado desconoce cómo se enviaron esos archivos y que llevaba siete años sin usar su cuenta de Facebook, resaltando que los delincuentes podrían haber utilizado su IP en lo que se conoce como spoofing, una forma de suplantación de identidad en la que una persona, institución o dispositivo se hace pasar por otra para cometer un delito.