La leishmaniosis canina, una zoonosis transmitida por la picadura de insectos infectados, es una enfermedad endémica en España. Esto quiere decir que la presencia de la enfermedad en nuestro territorio es constante.
Sin embargo, su prevalencia depende de la ubicación, y condiciones atmosféricas de clima húmedo y altas temperaturas hacen que el riesgo sea superior. Tal como citan en la página de “Por un mundo sin leishmaniosis”, la enfermedad en España afecta cada año a más de 385.000 perros. En todas las zonas de la cuenca mediterránea, y en algunas partes de Ourense, Andalucía o Cáceres, el riesgo de contagio es muy superior al de otras regiones del país.
La especie Leishmania infantum es la responsable de la mayoría de los casos de esta enfermedad parasitaria en el Mediterráneo. Los efectos de su contagio ocasionan en los perros lesiones cutáneas, pérdida de pelo, hemorragias e inflamación de diversos órganos y de los ganglios linfáticos.
Hace unos pocos años que se averiguó a través de un estudio que ciertas razas caninas autóctonas de las islas Baleares, como el podenco ibicenco, muestran mayor inmunidad frente a la enfermedad que otras razas caninas como el bóxer o el dóberman. Precisamente, las islas Baleares son un punto caliente de contagio por sus características climáticas, donde su transmisión a humanos se ha multiplicado casi por 3 en los últimos 10 años, tal como recoge un artículo de Animals Health. Sea como fuere, el resultado del estudio y la conclusión de que los podencos ibicencos muestran una respuesta inmunitaria más fuerte que otras razas caninas pese a su alta exposición a los flebotomos, abrió la puerta a profundizar en el estudio y descubrir las causas que provocan esta protección natural a la raza canina balear.
Nuevos estudios y más confirmaciones
El relevo lo tomaron otro equipo de investigadores en un estudio del 2021 y que confirmó las conclusiones de la investigación anterior. Pudieron determinar que la seroprevalencia, que es una medida que indica la proporción de individuos expuestos a un determinado agente infeccioso y contra el que han desarrollado anticuerpos, es muy superior en el podenco ibicenco y por lo tanto, que tiene una resistencia genética. Podemos hablar, por tanto, de que la inmunidad frente a esta enfermedad está relacionada con las razas caninas.
Ahora, un equipo de investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia ha publicado un reciente estudio en el que analizan los haplotipos genéticos de dos razas de perros, los podencos ibicencos y los bóxer, presentes en la región mediterránea, y su relación con la respuesta inmunitaria a la enfermedad de la leishmaniosis.
El estudio se llevó a cabo con la participación de 28 podencos y 24 bóxers, y los resultados muestran que, una vez más, la raza autóctona española, el podenco ibicenco, presenta una resistencia genética a la infección parasitaria, mientras que los bóxer son más susceptibles a ella. Estas diferencias se relacionan con la activación diferenciada de la respuesta inmunitaria, en la que el podenco ibicenco activa la respuesta Th1, mientras que los bóxer desencadenan la respuesta inmunitaria Th2. Además, se identificaron un total de 126 haplotipos asociados con una mayor protección contra la leishmaniosis en los perros.
Cada nueva investigación es, sin duda, un paso adelante en la comprensión de esta peculiaridad genética en nuestra raza autóctona, pero serán necesarios nuevos estudios para comprender cómo estos haplotipos se relacionan con la respuesta inmunitaria y cómo influyen en los genes que se activan ante la enfermedad, potencialmente mortal y a la que el aumento de temperaturas le favorece.
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