El Congreso da luz verde a la reforma socialista de 'sí es sí' con el apoyo del PP y la envía al Senado para su aprobación definitiva

El portavoz del PSOE, Patxi López, aplaude a su compañera de partido Andrea Fernández tras su intervención en el pleno celebrado este jueves en el Congreso.
El portavoz del PSOE, Patxi López, aplaude a su compañera de partido Andrea Fernández tras su intervención en el pleno celebrado este jueves en el Congreso.
EFE/Zipi Aragón
El portavoz del PSOE, Patxi López, aplaude a su compañera de partido Andrea Fernández tras su intervención en el pleno celebrado este jueves en el Congreso.
Sin sorpresas, y según lo vaticinado esta semana en el Congreso, el PSOE ha conseguido sacar adelante este jueves su reforma a la ley del 'solo sí es sí' con el apoyo del PP.
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Sin sorpresas, y según lo vaticinado esta semana en el Congreso, el PSOE ha conseguido sacar adelante este jueves su reforma de la ley del 'solo sí es sí' con el respaldo del PP. Los socialistas han cosechado apoyos más que suficientes para que se apruebe la primera reforma de uno de los proyectos estrella del Gobierno, que, sin embargo, fue impulsada sin el beneplácito de la otra parte que lo conforma, la de Unidas Podemos. Se envía así al Senado —con los votos a favor del PSOE, PP, PNV, Cs, PDeCat y Coalición Canaria— para que quede definitivamente aprobada y pase a sustituir aquellas partes que modifica de la actual ley de libertad sexual. 

Los morados, junto a los aliados parlamentarios habituales del Ejecutivo —ERC y Bildu—, han reprochado a los de Ferraz que hayan propiciado una modificación del Código Penal sin la "mayoría feminista", mientras el PSOE justifica que su propuesta responde a un "ejercicio de responsabilidad" para con la ciudadanía. "Solo el PSOE se ha sentado a elaborar una solución viable que solvente este problema", ha subrayado la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, en referencia a las al menos 978 rebajas de condenas que, según el CGPJ, han aprobado tribunales  de toda España desde que entró en vigor la norma en octubre.

La diputada socialista ha negado que su reforma desplace el consentimiento del centro de la ley, como le acusan los de Unidas Podemos, y ha constatado que se trata únicamente de una "reforma técnica" que ajusta las penas por cada delito y no toca "ni una coma" de la definición de consentimiento. "Este debate hubiera merecido más argumentos y menos ruidos", ha espetado desde la tribuna. 

Ha querido, eso sí, justificar la búsqueda de apoyos en la bancada popular (sin los cuales la iniciativa habría caído en saco roto) hablando del "consenso" y el "diálogo" frente a la "imposición" y el "insulto", y presumiendo de la "generosidad" del PSOE en otros momentos, como cuando retiró las enmiendas contra el proxenetismo que hicieron peligrar su tramitación inicial. Con todo, su sensación respecto al PP es, para Fernández, "agridulce", pues cree que ha intentado "sacar rédito de un tema como la violencia sexual" y "generar miedo y conflictividad social". 

Un "día triste" para Unidas Podemos

El ambiente de tensión se ha mantenido durante las casi dos horas que ha durado el debate, en el que ha dejado fijada la foto de división del Ejecutivo. Para el grupo confederal, el de este jueves ha sido un día "triste". Así lo ha confesado la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha presenciado el debate desde su escaño junto a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, quien, como ya hizo en la toma en consideración, ha acudido al pleno en una muestra de apoyo a su homóloga y compañera de partido. Vestidas ambas del mismo color morado en un claro guiño al feminismo, Montero y Belarra han permanecido durante toda la sesión con rostro serio y sentadas frente a Yolanda Díaz, que ha llegado a mitad del debate.

"Hoy es seguramente el día más difícil que yo he vivido en este Parlamento", ha reconocido la titular de Igualdad en su intervención final. Montero ha lamentado la "vuelta atrás" que implica la reforma de una norma que "costó muchos años de movilizaciones". Una modificación del Código Penal que, según ha señalado, supondrá basar "la credibilidad de la víctima en las heridas que tiene sobre su cuerpo", al volver a introducir la violencia y la intimidación como subtipos del delito de agresión sexual para agravar las penas hasta dos años más cuando concurran.

En la misma línea ha ido el discurso de la diputada morada Lucía Muñoz, quien ha sostenido que los socialistas "no han tenido voluntad negociadora" en ningún momento y que han rechazado "todas las posibilidades de llegar a un acuerdo" ofrecidas por los socios de la coalición. 

Aparte de Unidas Podemos, ERC y Bildu, también han votado en contra de la reforma Más País, Compromís, la CUP y el BNG. Junts se ha abstenido, mientras que Vox ni siquiera ha votado

El PP exige dimisiones y culpa a Sánchez de las rebajas

Los populares han sido los únicos que han aplaudido y ovacionado la aprobación de la reforma, frente las caras largas de Unidas Podemos y la inexpresividad de los socialistas. El PP se ha erigido este jueves como el partido que se guía por una "política para adultos", en palabras de su portavoz, Cuca Gamarra, que ha hablado de "derogación" de la ley del 'solo sí es sí'. Para la diputada, la modificación de la ley llega tarde y responde "única y exclusivamente" al temor del Grupo Socialista ante el "efecto electoral" que podía provocarles la "sangría" de rebajas de condenas a delincuentes sexuales.

Gamarra ha cargado también contra el "gran ausente" del debate de este jueves, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien acusa de ser el "máximo responsable de todo lo que está pasando". Así, ha pedido que deje de taparse el "mayor escándalo político de la legislatura" y que el Ejecutivo asuma las "responsabilidades políticas" a modo de "ceses y dimisiones".

Los socios acusan al PSOE de deslealtad

También han caído reproches por parte de los socios de investidura. La diputada de ERC Pilar Vallugera ha querido poner el foco en la envergadura que la votación de este jueves acarrea "en términos políticos". Que el PSOE se "alíe" con el PP para modificar una ley impulsada por una ministra de su Gobierno, "no es una prueba de lealtad", ni de "respeto" o de "buen gobierno", según Vallugera. "¿Ustedes son conscientes de lo que están haciendo? Tres años machacando con que el PP es antifeminista y ahora les compran la reforma", ha espetado con dureza durante su discurso. 

Lo mismo ha denunciado Bel Pozueta, de Bildu, quien asegura que el PSOE se ha "equivocado enormemente" con esta reforma. "No solo por nosotras, sino por los millones de mujeres que verán cómo lo que suponía un avance se va por la borda", ha lamentado la diputada, que considera que la reforma del Código Penal "permitirá que una sentencia como la de La Manada vuelva a producirse". Todo ello pese a que, según ha señalado, su grupo ha intentado "todo" para evitar este escenario y "proteger el corazón de esta ley", el consentimiento. "No ha sido posible por la profunda negativa del PSOE a acordar", ha asegurado.

"La mejor técnica a un problema real"

Para el PNV, que ha votado a favor, la reforma es "la mejor técnica a un problema real que no entiende de relatos" y que debería haberse impulsado "con mayor prontitud", según Mikel Legarda. En Ciudadanos, Sara Giménez ha sostenido que la propuesta busca "blindar la ley en favor de las víctimas", pero "sin afectar al consentimiento", y que debería hacer reflexionar a Unidas Podemos para que fuesen "responsables con la reforma que esta norma necesita". 

En la bancada de los independentistas catalanes, Genís Boadella, del PDeCAT (que ha votado a favor), ha defendido que "cuando se aprueba una ley que produce esta revisión de condenas que alerta tanto a la sociedad, corresponde modificar esta ley". En Junts, por su parte, se han abstenido tras afear al PSOE apremiar a "solucionar los efectos indeseados" pero no aprobar sus enmiendas relativas a la restricción del acceso de los menores a la pornografía. 

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