Un policía nacional de 56 años ha sido abatido este miércoles en un tiroteo que se ha producido a las 3.30 horas en una gasolinera situada a la entrada de la localidad de Villagonzalo Pedernales, en Burgos. El agente estaba siendo investigado y había robado el arma de un compañero, lo que provocó que se activara un dispositivo de búsqueda. Al ser interceptado en la carretera por las autoridades burgalesas, abrió fuego, produciéndose un tiroteo que acabaría con su vida.
Fuentes de la Policía Nacional confirman a 20minutos que el fallecido estaba siendo investigado por "delincuencia común" y que desde este martes había pasado a "segunda actividad por insuficiencia de aptitudes psicofísicas". Según ha podido saber este medio a través de fuentes de la Guardia Civil, se llamaba Óscar P.
Natural de Ferrol, y destinado en la comisaria de Lonzas (A Coruña), se encontraba inmerso en una investigación de Asuntos Internos por un caso de narcotráfico, según han detallado a EFE fuentes de la investigación. Las mismas fuentes han confirmado que fue detenido el 24 de marzo en una operación de la Policía Nacional contra el narcotráfico en Valdoviño (A Coruña), en la que se investigaba el tráfico de cocaína rosa -una droga sintética-. Hubo un total de cinco detenciones y él, que ya estaba de baja desde hace un año, quedó en libertad con cargos.
Durante la operación, se practicó un registro en su domicilio en el que no se encontró droga, pero sí una pistola que no era la suya reglamentaria, por lo que no se acordó ninguna medida cautelar, dado que no existían indicios sólidos de su participación en la red de narcotráfico.
El agente, al que no obstante se le había retirado el arma, había acudido este martes a la comisaría gallega en la que estaba destinado para realizar un trámite administrativo en relación con su situación laboral. Posteriormente se dirigió a los vestuarios donde tenía su taquilla, momento que aprovechó para sustraer el arma de otro policía forzando el armario donde estaba guardada. Al percatarse este agente de la sustracción de su pistola se puso en marcha un amplio dispositivo para su localización, ya que se tenía la certeza de que el ahora fallecido era el responsable del robo y que había huido por carretera en un vehículo.
Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional trataron de interceptarlo antes de su llegada a la ciudad burgalesa pero hizo caso omiso y disparó sobre ellos, según confirman a este medio fuentes policiales. Acto seguido continuó su huida hasta una estación de servicio cercana, en Villagonzalo Pedernales -a casi 500 kilómetros de A Coruña-, donde se produjo un segundo tiroteo que concluyó con su muerte.
Efectuó numerosos disparos "tirando al hombre"
El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, ha lamentado la muerte del agente, pero se ha felicitado de que en el intercambio de disparos no resultara herido ninguno de los integrantes del operativo integrado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Y es que durante el suceso "hubo muchos disparos y se producen además tirando al hombre", en referencia a que cuando el agente fallecido se apeó del vehículo descargó su arma con la intención de dar a quienes pretendían interceptarle.
"Ha habido serio riesgo para la vida de los agentes, pero al estar al frente en la provincia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado me congratulo de que no ha habido que lamentar ningún herido entre los miembros del operativo", ha insistido de la Fuente, quien, en cualquier caso, ha calificado lo ocurrido de "hecho trágico porque supone la pérdida de una vida".
Respecto del desarrollo de los hechos, el subdelegado sí ha confirmado que el agente estaba de baja por asuntos internos e "inmerso en un tema de narcotráfico", de ahí, como ha supuesto, que "todo se ha precipitado debido a que ya había sido detenido y los últimos compases no auguraban nada bueno para un futuro cercano". "Ha sido una operación rápida, compleja y efectiva", ha sentenciado el subdelegado del Gobierno en Burgos.
Más atención a la salud mental
El portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Galicia, Roberto González, por su parte, ha lamentado lo sucedido en "un día triste para la Policía Nacional", si bien también ha felicitado a los compañeros por la rápida investigación que logró que "no sucediese nada más grave".
Era una persona enferma. Necesitaba un tratamiento y estar respaldada y curarse. No estaba en su sano juicio
"Era una persona enferma. Necesitaba un tratamiento y estar respaldada y curarse. No estaba en su sano juicio", ha aclarado sobre Óscar P. Por eso ha reivindicado la "vigilancia de la salud mental" dentro de la Policía Nacional. Ha reconocido que en Galicia se ha "avanzado bastante" al contar con una "unidad básica sanitaria", pero cree que es insuficiente.
González también ha reclamado "la dotación de armeros para que los policías nacionales puedan depositar sus armas" con un sistema de vigilancia a través de cámaras para que estén siempre "seguras", pues en este caso fue un arma sustraída la que inició el tiroteo.
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