Los habitantes de la región de Fairbanks, en Alaska, presenciaron el pasado fin de semana una espectacular aurora boreal de color azul claro y con forma de espiral, que permaneció en el cielo durante algunos minutos.
Pero esta aurora no fue provocada por fenómenos naturales, como puede ser relativamente habitual en las regiones polares, sino que el responsable fue un cohete de Space X, la empresa aeroespacial del multimillonario estadounidense Elon Musk.
El cohete de Space X fue lanzado tres horas antes desde la base de Vandenberg, en California, y al desprenderse de parte de su combustible a gran altura provocó esa especie de aurora boreal.
"A veces los cohetes tienen que desechar combustible y cuando hacen eso a gran altitud, el combustible se convierte en hielo. Si el hielo está a la luz del Sol y en la Tierra estás a oscuras, puedes ver una especie de gran nube que a veces se arremolina", ha explicado en el diario The Guardian el físico espacial Don Hampton, investigador en el Instituto Geofísico Fairbanks de la Universidad de Alaska.
Aunque es un fenómeno poco común, Hampton asegura que no es la primera vez que ocurre. El pasado mes de enero, se pudo ver otra espiral similar desde Hawai.
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