Tras la prueba de exteriores, el grupo de David tuvo que enfrentarse a la prueba de eliminación de MasterChef. Allí, los concursantes nominados debieron recrear la tarta Alaska. "Es un postre que no podía faltar en las fiestas de los años 70", explicó Jordi Cruz. 

"Tendréis que montar la tarta con equilibrio y buen gusto", les aconsejó Samantha Vallejo-Nágera. David se mostró muy tranquilo: "Tengo buenas bases de pastelería", aunque no le fue tan bien. 

El joven fue elegido para abandonar las cocinas de MasterChef. "Te he visto correr y sufrir en el último minuto", le dijo Pepe Rodríguez. "Soy un inconformista y todo lo que quiero llevar a la perfección", se justificó el concursante mientras lloraba. 

Sorprendentemente, el jurado tenía una sorpresa. Entraron por la puerta de la cocina Manuela e Izarbe, dos concursantes que quedaron en duda en el casting final. Debían batirse en duelo entre los tres para ver quién podría quedarse en el concurso.

Tras la elaboración de una tarta al whiskey, David pudo lucirse. "Tiene mucho mérito. La receta no es de 10, pero puedes estar contento", valoró Jordi Cruz. Por tanto, David consiguió quedarse en el concurso: "Estoy contento porque no siempre se consiguen segundas oportunidades".