Hace un mes, una asunto tan doméstico como político trastocó momentáneamente en la Comunidad de Madrid la precampaña electoral para las elecciones del 28 de mayo, tras conocerse que el vicepresidente regional, Enrique Ossorio, y la líder de Más Madrid, Mónica García, eran beneficiarios del bono social y térmico debido a que forman parte  de sendas familias numerosas y a pesar de que sus ingresos son muy superiores a los de un hogar vulnerable. El Gobierno central reaccionó rápidamente para anunciar que introduciría un criterio de renta también para familias numerosas porque su ausencia en este supuesto es lo que permite casos como el de los políticos madrileños. Sin embargo, conforme se acerca el 28M ya no parece que haya tanta prisa. El Ministerio de Transición Ecológica asegura que sigue trabajando sobre una cuestión que, sin embargo, ya no se percibe con tanta urgencia. Sí el riesgo de poner, justo antes de una elecciones, un límite que según un reciente estudio dejaría fuera de los descuentos en la factura de la luz y la calefacción a alrededor de dos tercios de las familias de tres o más hijos que lo perciben hoy, independientemente de sus ingresos.

El Gobierno se demora en fijar antes del 28M un criterio de renta que dejaría a dos tercios de familias numerosas fuera del bono social

"Seguimos trabajando, es importante hacerlo bien", afirmó este lunes la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, preguntada de nuevo por cuándo estará listo el criterio de renta que, días después de la polémica por Ossorio y García a mediados de marzo, el Gobierno afirmó que lo estaría "pronto". "Se está trabajando en los posibles escenarios para hacer este criterio", añadió Aagesen, que también hizo hincapié en que el objetivo es "proteger también a las familias numerosas", que no tardaron en mostrar su rechazo a introducir un criterio de renta.

El Ministerio de Transición Ecológica justifica con este trabajo minucioso para fijar el límite de renta a partir del cual las familias con tres o más hijos no podrán ser beneficiarias del bono social la demora de una decisión que en su momento parecía motivo de urgencia pero que ya no lo es a medida que se acercan las elecciones autonómicas y municipales.

Ralentización

La ralentización de los tiempos es evidente desde que el mismo 15 de marzo en que se conoció que Ossorio y García tenían esta ayuda social destinada a hogares vulnerable. Ese mismo día, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, anunció por Twitter que el Gobierno introduciría un criterio de renta también en el caso de las familias numerosas, un colectivo que no lo tiene y que de este modo está igualado a un hogar vulnerable, sean cuales sean sus medios económicos.

Al día siguiente, Ribera dio un primer detalle de la reforma en una entrevista radiofónica donde apuntó que el tope estaría "ligeramente" por encima de los 25.000 euros, que es la renta máxima que puede tener un hogar con dos adultos y dos menores para percibir estas ayudas. 

Los detalles no quedaron ahí y Aagesen dio un paso más un día después, el 17 de marzo, indicando que, para mantener la protección especial que tienen las familias numerosas, el Gobierno primaría a los hogares a partir del tercer hijo en la fijación del umbral de renta, de modo que no consistirá solo en sumar lo que se percibe por un o dos hijos, sino un poco más mediante un multiplicador mayor a 0,5 del IPREM, que es el que se aplica para los dos primeros menores.

Desde entonces, sin embargo, no se han conocido más detalles sobre los planes del Gobierno, donde se comenta que no es de urgente necesidad como para justificar el real decreto ley que previsiblemente habría que elaborar para modificar otro, por el que se creó el bono social eléctrico, del que emanó después el bono térmico, para calefacción y agua caliente.

Si no la urgencia para modificar algo que, según se señala, ha estado años en funcionamiento, lo que sí se percibe en el Gobierno es que la cercanía de unas elecciones no es probablemente el mejor momento de hacer una reforma que dejaría a muchas familias sin una ayuda social para pagar la luz y la calefacción. 

Ayuda para clase media y media-alta

Según un informe de EsadeEcPol, solo una de cada tres familias numerosas que perciben el bono social forman parte del colectivo del 20% que menos gana. Por el contrario, la clase media y media alta, la proporción de perceptores "se dispara", algo que el centro de estudios relaciona con el hecho de que las familias que tienen más tiempo e información, tienen más posibilidades de conseguir unos descuentos que, en el caso de electricidad, en el último año supone un 65% menos en la factura de la luz. En este sentido, advierte de que fijar un umbral de renta para este colectivo de 26.000 euros "quitaría la ayuda a una de cada tres familias numerosas de renta media-baja", sin contar con las de rentas superiores.

La Federación Española de Familias Numerosas cifra en 1,3 millones los hogares con tres o más hijos, que engloban a unos siete millones de personas, y el estudio de EsadeEcPol indica que cuanto menos ingresos tiene una familia numerosa menor es la proporción de entre quienes en ese nivel de renta se benefician del bono social de luz y calefacción.

Dejando a un lado las dificultades para que la población que las necesita tenga acceso a las ayudas sociales, esto indica que hay una gran cantidad de familias numerosas que previsiblemente superan el umbral de renta en el que estaría pensando el Gobierno, ya sea "ligeramente" superior a 25.000 euros o incrementado con una prima a partir del tercer hijo y que, por tanto, quedarían fuera.

Según EsadeEcPol, solo el 30% de las familias numerosas dentro del 20% de las que menos dinero ganan tienen el bono social, mientras que este porcentaje aumenta al 38% en el 20% siguiente y llega hasta el 55% entre las familias numerosas de ingresos intermedios y las que se sitúan entre el 20% de las que más ganan.

Si se fijara un límite de renta de 26.000 euros, el estudio indica que mantendrían el bono social prácticamente todas las familias del 20% que menos gana (un 29%) pero que a partir de entonces la cantidad empezaría a disminuir notablemente. Entre las familias numerosas del segundo quintil, mantendrían la ayuda solo el 7%, mientras que el derecho a percibirla se eliminaría a partir de las familias de ingresos intermedios hasta aquellas que más ganan.