El Constitucional de Francia avala el polémico retraso de la edad de jubilación que ha provocado un estallido de protestas

Duodécima jornada de protestas en Paris.
Duodécima jornada de protestas en Paris.
EFE
Duodécima jornada de protestas en Paris.

El Consejo Constitucional de Francia ha respaldado este viernes los principales pilares de la reforma constitucional impulsada por el Gobierno, entre ellos el retraso a los 64 años de la edad de jubilación, y ha rechazado una iniciativa de la oposición para tratar de forzar un referéndum de iniciativa ciudadana. 

La reforma de las pensiones es uno de los proyectos legislativos estrella del presidente, Emmanuel Macron, que siempre ha descartado tocar los aspectos más polémicos del texto alegando que es una ley "necesaria" que acerca a Francia al marco regulador de otros países europeos.

En cambio, el Consejo Constitucional invalidó seis artículos de la ley, especialmente dos relativos al fomento de la contratación de trabajadores mayores de 55 años en las grandes empresas, al considerar que no tenían lugar en una ley de financiación de la Seguridad Social.

Una fuente del organismo explicó a la prensa que, al validar el aumento a 64 años, sus nueve miembros tuvieron en cuenta "que el legislador busca la supervivencia del sistema por repartición, teniendo en cuenta además el aumento de la esperanza de vida". También indicó que las deliberación se extendieron durante 16 horas seguidas, pero rechazó decir si la decisión fue o no por unanimidad.

La fuente anunció que el Consejo Constitucional estudiará el próximo 3 de mayo una nueva solicitud de referéndum de iniciativa ciudadana, pero con una cuestión diferente a la planteada hasta ahora.

El Gobierno tiene la intención de promulgar la ley este mismo fin de semana, según dijeron fuentes oficiales a medios locales, tras un veredicto que generó reacciones contrapuestas en la clase política francesa.

La primera ministra, Élisabeth Borne, señaló que, con su decisión, el Consejo Constitucional considera que "tanto en el fondo como en el procedimiento", la reforma está de acuerdo con la Constitución"Esta noche no hay ni vencedores ni vencidos", aseguró Borne en Twitter.

El Gobierno recalcó en un comunicado que el fallo del Constitucional "marca el final del camino institucional y democrático de la reforma" y reiteró que su voluntad es "continuar la concertación con los interlocutores sociales".

En cambio, los sindicatos ya rechazaron una invitación de Macron a una reunión el martes para tratar cuestiones no relacionadas con las pensiones, después de que el presidente no quiso recibirles mientras la reforma se estaba debatiendo.

Reacciones

La decisión supone un "precedente peligroso", porque el Gobierno podría seguir utilizando la figura legal de un presupuesto rectificativo para "hacer aprobar reformas importantes", afirmó la presidenta del grupo de La Francia Insumisa en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot.

En una comparecencia con los demás líderes de los partidos que integran la coalición izquierdista Nupes (socialista, ecologista, comunista), Panot advirtió de que seguirán apoyando las protestas y huelgas contra la reforma y lanzó un nuevo llamamiento a Macron para que retire la ley.

"No será el Consejo Constitucional el que hará cambiar de opinión al pueblo francés", reiteró, en alusión a que en torno al 70% de los ciudadanos rechazan la reforma, según las encuestas.

La líder ultraderechista, Marine Le Pen, advirtió por su parte de que la entrada en vigor de "esta reforma brutal e injusta" va a marcar "la ruptura definitiva entre el pueblo francés y Emmanuel Macron".

La decisión del Consejo Constitucional llegó tras una tensa jornada de espera, con unas 230 marchas de protesta convocadas por los sindicatos en todo el país, entre ellas una concentración en la plaza del Ayuntamiento de París.

La propia sede del Consejo Constitucional estaba blindada desde ayer, con barreras y policías antidisturbios, y la prohibición de organizar concentraciones en sus inmediaciones. 

Los sindicatos 'pasan' de Macron

Los principales sindicatos de Francia han rechazado reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, hasta que retire la reforma de las pensiones, una advertencia que han lanzado después de que el Consejo Constitucional haya decidido respaldar este viernes la legislación impulsada por el Gobierno.

La intersindical ha rehusado la posibilidad de encontrarse el martes con Macron y ha asegurado que, de aprobarse la ley, "ninguna organización sindical se reunirá en ningún momento con el Ejecutivo para hablar de otra cosa que no sea la retirada de la reforma de las pensiones".

Además de exigir al Gobierno que no dé 'luz verde' a la reforma y que la envíe de vuelta a la Asamblea Nacional, los sindicatos han anunciado una nueva jornada de manifestaciones y paros para el próximo 1 de mayo, según ha informado la secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet.

El líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, ha afirmado en una carta publicada en su perfil oficial de Twitter que "no ha terminado" la lucha contra la reforma y ha tildado de "inédita" la situación actual.

Pese a que Macron no ha promulgado la ley todavía, prometió desde un primer momento que, tras obtener el visto bueno del Consejo Constitucional, lo que anticipa nuevas movilizaciones en las calles, estamparía su firma "en los próximos días".

Crispación social 

Francia lleva más de un mes 'ardiendo' por la reforma de las pensiones, y de acuerdo con la última decisión del Constitucional, probablemente continuará haciéndolo. Finalmente este órgano ha avalado que dicha reforma de las pensiones cumple con los estándares establecidos en la Carta Magna francesa. Sin embargo, todo hace presagiar que esta reforma no va a cumplir con los estándares de la sociedad francesa, que lleva más de un mes 'en llamas'. 

El pasado mes de marzo los ciudadanos galos no dudaron en salir a la calle después de que Emanuel Macron decidiera instaurar por decreto y sin voto en la Asamblea Nacional, una reforma de las pensiones, el pasado mes de marzo. En esta se decidió retrasar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.

Las reacciones sociales no se hicieron esperar y enseguida el pueblo mostró su desacuerdo. Este cambio fue justificado por el líder francés alegando que eran cambios necesarios. Sin embargo, un mes después de los primeros altercados, los disturbios continúan. 

Finalmente, el Constitucional parece 'dar la razón' a Macron, aunque seguro que se trata de una decisión controvertida. Esta resolución ha sido anunciada tras un mes 'bañado' en tensión social y política, después de doce días consecutivos de protestas, en los cuáles se han llegado a reunir casi 400.000 manifestantes por jornada, a lo largo de todo el país. 

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