Si el Gobierno finalmente se decide por imponer un precio máximo de alquiler es posible que los propietarios de viviendas "suban el precio" de los nuevos contratos, o bien "no estén dispuestos a ponerlos a disposición de los ciudadanos en esas condiciones". Esta es la tesis que maneja el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, tras analizar los primeros cambios que acarreará la nueva ley de vivienda que ha acordado este viernes el Gobierno junto con los grupos independentistas ERC y Bildu.

Tal y como han pactado, dicha ley aplicará un tope del 3% en las renovaciones anuales de los contratos de alquiler en 2024, mientras que a partir de 2025 se creará un nuevo índice "más estable e inferior a la evolución del IPC", entre otras novedades como prohibir desahucios sin fecha y hora predeterminada o cobrar los honorarios inmobiliarios producidos por el alquiler de un inmueble al propietario en lugar del inquilino.

En una primera reacción, el líder de la oposición se ha centrado únicamente en la primera de las medidas, la de topar el precio de los alquileres por debajo del IPC. "Topar precios, intervenir en el mercado, puede conllevar una disminución de la oferta de alquiler y puede derivar, al final del periodo, en un incremento de los precios de alquiler como consecuencia de la disminución de los pisos en alquiler", ha advertido Feijóo desde San Sebastián.

Más propietarios con tope de precios y límite inferior al IPC para las subidas anuales: así queda definitivamente la ley de vivienda

Frente a este modelo, el Partido Popular aboga por "una política pública de vivienda en alquiler, en la que se cree empleo construyendo vivienda a precio tasado, con un alquiler tasado, concretamente para rentas bajas, medias y jóvenes". Un plan, que tal y como ha anunciado Feijóo, se presentará "en las próximas semanas".