Francia se desmarca de EE UU en la crisis de Taiwán amparándose en la UE

Embarcaciones de la armada taiwanesa responden a China
Embarcaciones de la armada taiwanesa responden a China
EFE
Embarcaciones de la armada taiwanesa responden a China

Francia se ha querido desmarcar de la tensión sobre Taiwán entre China y Estados Unidos en nombre de la "soberanía europea" y de los intereses de la Unión Europea (UE), que son no caer en una política de bloques.

"No porque seamos los aliados de Estados Unidos, tenemos que estar contra China", subrayó este martes el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, en una entrevista en la emisora Europe 1, en la que defendió la posición del presidente, Emmanuel Macron, a su vuelta de una visita oficial a China la semana pasada.

Le Maire insistió en que Francia defiende "el camino del diálogo" y añadió: "¿No es preferible a la confrontación?" "¿Necesita Europa un conflicto más? ¿Necesita el mundo un conflicto más? No".

Para el ministro francés "Europa debe tener su propia concepción estratégica" que no coincide necesariamente con la de Estados Unidos, de la misma forma que Estados Unidos tampoco tuvo en cuenta los intereses europeos al diseñar su Inflation Reductiion Act, la ley que adoptó el pasado verano para subvencionar de forma masiva a los industriales que produzcan en Estados Unidos.

Ucrania, la verdadera cuestión

A su parecer, "la verdadera cuestión para Europa es Ucrania" y el hecho de que allí Rusia esté violando principios básicos de la Carta de la ONU y del derecho internacional.

Una forma de dar a entender que lo que hay que conseguir es que China se desmarque de Moscú y que no le preste ayuda, y que para conseguirlo no hay que indisponer a Pekín.

Ha sido Macron el que, en una entrevista al diario económico francés Les Echos una vez que terminó su visita oficial a China el viernes pasado, hace un llamamiento para que la UE se despierte y se convierta en "el tercer centro" de influencia mundial frente a Estados Unidos y China para no ser marginada de la historia.

Sobre la crisis de Taiwán, el presidente francés afirma que el interés de los europeos no es que esa crisis se acelere.

"Lo peor -argumenta- sería creer que nosotros los europeos tendríamos que seguir en este asunto y adaptarnos al ritmo de Estados Unidos y a una sobrereacción de China".

Según su análisis, si la situación degenera entre Washington y Pekín, los europeos "no tendremos ni tiempo ni medios para financiar nuestra autonomía estratégica y nos convertiremos en vasallos cuando podemos ser el tercer centro si disponemos de unos años para construirlo".

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