Este año se cumple el 20 aniversario de la invasión estadounidense de Irak, que culminó, entre otras cosas, con el derrocamiento del dictador Sadam Husein y su posterior ejecución.

Ahora, el agente del FBI que fue enviado para interrogar al controvertido líder iraquí ha hablado con la CNN para recordar cómo fue la experiencia de hablar con uno de los mayores enemigos de Estados Unidos.

George Piro fue elegido personalmente por los jefes de espionaje de la agencia de inteligencia y seguridad estadounidense para llevar a cabo uno de los interrogatorios más importantes que jamás haya realizado el país.

Las fuerzas lideradas por Estados Unidos tardaron solo unas semanas en derrotar a las tropas de Sadam, pero surgió una insurgencia que luchó durante años. El 13 de diciembre del mismo año en que invadieron el país, las fuerzas especiales estadounidenses encontraron al dictador depuesto escondido en un agujero en el norte de Irak.

Después de que la CIA lo interrogara, el FBI decidió que George Piro, un agente especial estadounidense de origen libanés, era el hombre idóneo para hablar con Sadam. Las conversaciones duraron siete meses, sin que nadie más entrara en la sala de interrogatorios.

Cuando recibió el encargo, Piro compró dos libros sobre Sadam para conocer más cosas sobre él. "En mi primera reunión con Sadam, en 30 segundos, él ya sabía dos cosas sobre mí", recuerda Piro.

Los iraquíes ni olvidan ni perdonan veinte años después de la invasión de EEUU: "No solo derrocó a Sadam, destruyó el país"

"Le dije que mi nombre era George Piro y que yo estaba a cargo, e inmediatamente dijo: 'Eres libanés'. Le dije que mis padres eran libaneses y luego dijo: 'Eres cristiano'. Le pregunté si eso era un problema, y dijo que absolutamente no. Amaba al pueblo libanés. El pueblo libanés lo amaba. Y yo dije: 'Bueno, genial. Nos llevaremos maravillosamente'".

Piro explica cómo funcionó el interrogatorio durante los siete meses que estuvieron juntos."Al principio, lo veía por las mañanas. Traducía para su personal médico. Y luego, los interrogatorios formales eran una o dos veces por semana durante varias horas", dijo.

"A medida que pasaba el tiempo, comencé a pasar más y más tiempo con él porque podía comunicarme directa y muy rápidamente con él", añade Piro, que explica que hablaba con el dictador "de cinco a siete horas todos los días, uno a uno, un par de horas por la mañana, un par de horas por la tarde y luego una sesión de interrogatorio formal o dos por semana".

"Y hablamos de todo. Especialmente en los primeros meses, mi objetivo era solo hacer que hablara. Quería saber qué valoraba él en la vida y cuáles eran sus gustos, aversiones y procesos de pensamiento. Así que hablamos de todo, desde historia, arte, deportes hasta política. Hablamos de cosas que yo sabía que él no tendría reservas o vacilaciones para hablar", prosigue el agente especial.

En el año 2006, Sadam  Husein fue ejecutado tras ser entregado al gobierno interino iraquí por crímenes contra la humanidad. Fue ahorcado en una base militar el 30 de diciembre de 2006.