Qué hay que saber de las potencias nucleares en plena invasión de Ucrania: "Ahora lo que se juega es una partida de ajedrez"

Estas son las potencias nucleares en el mundo.
Estas son las potencias nucleares en el mundo.
Carlos Gámez
Estas son las potencias nucleares en el mundo.

No, el mundo no va hacia una guerra nuclear. No, no camina hacia la Tercera Guerra Mundial. Pero la invasión rusa de Ucrania ha vuelto a poner en primera línea la importancia del armamento nuclear y ese es un asunto que despierta muchas preguntas. Atrás quedó la Guerra Fría, sí, pero la confrontación entre Rusia y la OTAN lleva a analizar el papel de las potencias nucleares en un contexto tan complicado como el actual. Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte son los países que llevan esa etiqueta. 

Así, Moscú camina 'solo' pero se apoya, como reciente al mover armamento nuclear hacia Bielorrusia, en terceros países. En el otro lado, la Alianza Atlántica suma a tres potencias, que son Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. La definición estricta de potencia nuclear es clara: lo es todo Estado que dispone de armas nucleares y reactores en cantidad suficiente y lo bastante dispersados como para preservar una porción significativa de su fuerza aún en caso de que un primer ataque por sorpresa enemigo tuviera éxito.

Las ojivas nucleares se distribuyen entre esa lista de países de manera bastante desigual, y de hecho no todas están en disposición de ser utilizadas. Según los datos del Stockholm International Peace Research Institute, Rusia cuenta con 6.255 ojivas nucleares, mientras que EEUU suma un total de 5.500. China cuenta con 350, y hay que añadir además las 290 de Francia y las 225 del Reino Unido. India, por su parte, suma 156 ojivas y Pakistán 165. Sin confirmar del todo están las 90 de Israel y el medio centenar con las que contaría Corea del Norte.

Con este resumen cobra todavía más importancia la suspensión por parte de Rusia de su participación en el START III, el acuerdo de no proliferación nuclear firmado con Estados Unidos. Se rubricó en abril de abril de 2010, cuando lo pactaron Barack Obama y Dmitri Medvédev (el presidente que puso Putin mientras él interpretaba de primer ministro). La firma en Praga del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas supuso el fin de la Guerra Fría. Los acuerdos START (I, II y III) han servido para que las dos superpotencias limitaran su potencial nuclear, pero ahora el escenario ha cambiado.

Luis Rodrigo de Castro, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo explica a 20minutos que "hablar de proliferación nuclear cuando no hay una construcción como tal destinada a ello es un poco complicado", asume, y por eso ve el contexto actual "como una partida de ajedrez". Todas las potencias, al final, "hace uso de las fichas que tiene" y una de las que tiene Vladimir Putin "es Lukashenko y es Bielorrusia". Por eso lo que ha sucedido recientemente "no es una novedad".

"Se están usando las herramientas que se tienen", prosigue Rodrigo de Castro. Y no es una cuestión exclusiva de Rusia ni mucho menos porque, recuerda el profesor, "Estados Unidos ha hecho lo mismo en algunos países de la OTAN". Washington y Moscú acumulan el 90% de todas las cabezas nucleares del mundo. Así, Rodrigo de Castro es claro: "Lo importante está donde está: en Rusia y EEUU".

En todo caso, cree que no se ha vuelto al esquema de los ochenta. "Para hablar de Guerra Fría hay que tener en cuenta un componente que no había en esos años, que es China", comenta. El papel del gigante asiático es un poco particular en la coyuntura actual. "No tiene una capacidad nuclear tan fuerte, pero sí un potencial económico que desde hace unos años está llevando hacia la política exterior -con la Ruta de la Seda, por ejemplo-", resume el analista. 

A día de hoy ver el mundo desde una perspectiva bipolar no es totalmente acertado. China condiciona mucho

Y es por eso que, concluye, "a día de hoy ver el mundo desde una perspectiva bipolar no es totalmente acertado. China condiciona mucho". La foto completa además incluye a la Alianza Atlántica. "La OTAN también mueve su armamento nuclear", desarrolla Rodrigo de Castro, aunque es evidente que "muchas veces esa información no trasciende". Aún así, hay una parte retórica bastante importante: Putin, ahora mismo, quiere que Occidente sepa que está moviendo, o va a mover, armas nucleares.

Por otro lado, David Gómez, analista de geopolítica en El Orden Mundial sostiene que es evidente que "el debate sobre las armas nucleares está de nuevo en el centro de los dilemas de la seguridad internacional" porque la dinámica ha cambiado: "Se han suspendido acuerdos y en lugar de reducir se está aumentando la producción". Pero no hay que encender del todo las alarmas. "Todavía estamos lejos del escenario del uso de armas nucleares en Ucrania, no veo la ventaja que puede tener Putin al usar armas nucleares tácticas".

"Si eso sucede va a tener la condena unánime de China y daría también un pretexto para una intervención directa de la OTAN", comenta Gómez, que tampoco ve una respuesta de la Alianza en este sentido "sobre todo porque EEUU no ha visto indicios de los movimientos anunciados por Putin". Por otro lado, el analista descarta la posibilidad de que otras potencias nucleares como India o Pakistán se impliquen de manera más directa. Asimismo, sentencia, hay un componente relevante: "Si Moscú lleva finalmente a cabo el despliegue fuera de sus fronteras, algo que ocurriría por primera vez desde el final de la URSS, la OTAN tampoco respondería porque sería escalar el conflicto de una forma excesiva".

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