La Comisión de Gobierno ha aprobado el proyecto ejecutivo para reformar la Ronda Sant Antoni entre las calles del Comte d'Urgell y Floridablanca, zona en la que antes se situaba la losa que sirvió para emplazar provisionalmente el Mercat Sant Antoni. La aprobación ha sido tan solo con los votos de Barcelona En Comú, y no ha conseguido el apoyo del socio de gobierno, PSC, que considera que el proyecto “no tiene el apoyo de la mayoría de vecinos y comerciantes”.

La presidenta del grupo municipal socialista, Laia Bonet, ha reclamado "una ronda que garantice la movilidad, con un carril bus en cada sentido y zona de carga y descarga junto al Raval", ya que algunos de estos aspectos se han eliminado en este último proyecto.

Sin embargo, desde el Ajuntament se explica que estas modificaciones que introduce el proyecto ejecutivo dan respuesta al proceso participativo realizado entre vecinos y entidades de la zona sobre el anteproyecto presentado en febrero. Desde el consistorio se cree que la reforma aprobada tiene por objetivo “convertir la ronda en un espacio con más verde y lleno de vida que conecte los barrios de Sant Antoni y el Raval”.

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Con la nueva configuración de la Ronda Sant Antoni aprobada inicialmente, ahora el siguiente paso será su aprobación definitiva y la adjudicación de las obras en julio para que se inicien las obras a finales de verano. Tendrán una duración de unos 10 meses y se invertirá unos 11,3 millones de euros.

Nuevo urbanismo

Como en muchas otras intervenciones del Ajuntament, el urbanismo que se aplicará en la reforma de la Ronda Sant Antoni sigue los postulados de las Superillas. Será un ámbito pacificado sin asfalto y sin circulación de coches. Así, el aspecto predominante en la zona será un pavimento continuo de piedra natural que irá de fachada a fachada a todo lo ancho de la calle.

A.H

Hay ciertas novedades sobre los proyectos presentados anteriormente. En este último diseño, se configura una nueva plaza entre las calles Villaroel y Floridablanca completamente pacificada y libre de vehículos, donde solo se permitirá el paso de vehículos de servicios y emergencia por los laterales. Además, en este tramo de la Ronda se libera de las plazas de carga y descarga previstas inicialmente en el anteproyecto, que pasan a situarse en los extremos de la propia plaza, a la altura de Villarroel y de Floridablanca.

Convivencia de usos

Este nuevo ámbito totalmente pacificado se diferenciará del resto del espacio y combinará áreas de vegetación y zonas de juego y pavimento de gravilla. Este tramo se unirá finalmente con la plaza del Pes de la Palla, que se convertirá en una superárea de juego infantil y más verde.

Respecto a la movilidad, la propuesta prevé un carril-bus exclusivo de bajada sólo desde Villarroel hasta Comte d'Urgell, para solucionar el paso del autobús en contra dirección por la calle Comte d’Urgell, que era otra de las premisas principales al inicio del proyecto. Este tramo tendrá una acera de más de 17 metros de ancho en el lado del Raval, con unas pérgolas de madera con verde y placas fotovoltaicas que generan nuevas zonas de estancia y sombra.

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El carril-bici proyectado se elimina en el diseño definitivo y los ciclistas podrán circular por todo el ámbito manteniendo la prioridad de paso del peatón.

Más vegetación

Todos estos elementos convivirán con la implantación de abundante vegetación. Resolver la falta de espacios verdes en la ronda era uno de los retos a solucionar por la reforma, y para llevarlo a cabo se colocan alcorques y parterres más grandes para árboles, arbustos y flores, mayoritariamente entre Floridablanca y Villarroel, donde no está el metro en el subsuelo y se puede plantar. En total, se proyectan más de 1.000 m2 de verde urbano y unos 150 árboles, de los que 46 son nuevos.

En diciembre de 2018, la ronda se recuperó para uso vecinal después de nueve años de albergar las carpas provisionales del Mercado de Sant Antoni. Entonces se adecuó la losa para recuperarla para usos ciudadanos, y se hizo una primera propuesta de reurbanización ya bajo la premisa de mejorar el espacio público, promover la bicicleta y más verde y poner a los peatones y la movilidad sostenible en centro de las prioridades.