Una mujer y su hijo de 16 años han fallecido este martes tras una posible intoxicación por productos utilizados en el hogar para fumigar en la localidad de Carbonero de Ahusín (Segovia), mientras que el padre permanece ingresado en cuidados intensivos en estado grave, según las líneas de investigación de la Guardia Civil. Tras descartar las muertes violentas o intencionadas, los efectivos de la Guardia Civil acordonaron la zona en la que se encuentra el domicilio para estudiar las posibles causas del incidente. 

En este sentido, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha asegurado este miércoles que los "primeros indicios" de las investigaciones de la Guardia Civil parecen indicar que la intoxicación mortal se debe a la consecuencia de la filtración de un producto "altamente tóxico" con el que se habría fumigado una nave anexa a esta vivienda, según las declaraciones recogidas por Europa Press.

Un compuesto potencialmente tóxico

Las autoridades continúan con la investigación, aunque todo parece confirmar esta hipótesis. Concretamente, la presunta intoxicación fue provocada de manera accidental por el fosfuro de aluminio que se liberó al limpiar una nave anexa y cuya toxicidad acabó provocando la muerte de la mujer e hijo, mientras que el padre se encuentra en estado grave. 

El fosfuro de aluminio es un compuesto empleado para la fumigación del grano almacenado con el objetivo de evitar plagas, insectos o ratones. Fuentes de la investigación han señalado a la Agencia EFE que fue la propia familia la que aplicó este producto el pasado 20 de marzo, como cada año. No obstante, habían realizado obras recientemente en la vivienda, por lo que no estaba bien aislada de la nave anexa. De esta manera, todo apunta a que la familia inhaló este compuesto altamente tóxico durante una semana hasta el fatal desenlace. 

Este compuesto químico, utilizado como insecticida, es tóxico para cualquier ser vivo. Como explican desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los fumigantes de fosfuro "desprenden el gas tóxico fosfina" cuando entra en contacto con la humedad del aire. Si se inhala dicha fosfina, "puede reaccionar con la humedad en los pulmones para formar ácido fosfórico, que puede causar ampollas y edema. Estos efectos pueden ser graves o mortales". 

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Signos de alerta tras la exposición

De manera detallada, el fosfuro de aluminio es un fumigante calificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la categoría IA como potencialmente tóxica por ingestión o inhalación de la fosfina. Como añaden los CDC, los fumigantes de fosfuro de aluminio "incluyen Phostoxin y Fumitoxin" y se utilizan para la fumigación de productos y para el control de roedores, generalmente.

"Algunas formulaciones de fosfuro de aluminio también contienen carbanato amónico (aproximadamente 40%), que desprende el gas amonio y dióxido de carbono", indican. El dióxido de carbono reduce la tendencia de fosfina de oxidar espontáneamente, por lo que impide que se produzcan incendios o explosiones.

¿Y cuáles son los signos de alerta tras la exposición? El gas fosfina "irrita las membranas mucosas", sobre todo los pulmones y las vías respiratorias superiores. "Como el gas fosfina desprende formas muy ácidas de fósforo cuando entra en contacto con los tejidos de los pulmones profundos, tiende a causar edema pulmonar", añaden en los CDC. 

Si se absorbe en el cuerpo, la fosfina puede ocasionar daño en las membranas celulares y enzimas, imprescindibles para la respiración y el metabolismo. Una exposición a concentraciones bajas puede producir dolor de cabeza leve, mientras que los síntomas por una exposición alta son: diarreas, náuseas, dolor abdominal, dificultad para respirar, dolor en el pecho, palpitaciones, mareo, irritación de la piel o quemaduras.