La eurodiputada de Junts y exconsellera de Educación Clara Ponsatí regresó este martes por sorpresa a Cataluña tras pasar cinco años huida en Bélgica y Escocia por haber participado en la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre. 

Ponsatí fue detenida en la plaza de la Catedral de Barcelona por agentes de paisano de los Mossos d’Esquadra, en cumplimiento de la orden de detención que tiene en vigor por un delito de desobediencia, y por ello declaró ante el juez de guardia. 

Cerca de las 23.00 h, el juzgado de Instrucción 4 de Barcelona, en funciones de guardia, dejó en libertad provisional a la exconsellera, que fue recibida por miembros del partido como la expresidenta del Parlament, Laura Borràs, Josep Rull o Jordi Turull. 

Ponsatí ha sido citada a declarar por el juez Pablo Llarena el 24 de abril en el Supremo para comunicarle su procesamiento por un delito de desobediencia.

Durante la detención, Ponsatí mostró su acreditación de eurodiputada a los agentes y preguntó: "¿Están seguros?", mientras era aclamada por una concentración de independentistas al grito de: "¡Dejad a la Clara!". 

Tras su regreso, Ponsatí realizó una rueda de prensa donde afirmó que no ha vuelto "para pactar con el Estado, sino para denunciar la violación sistemática de los derechos de los catalanes" y que su vuelta es "para visibilizar aún más la represión".

La decisión de volver a Cataluña –que "no ha sido improvisada", según aseguró su abogado Gonzalo Boye– se tomó después de que el juez instructor del procés, Pablo Llarena, modificara la imputación de Clara Ponsatí a desobediencia, delito que no está castigado con pena de cárcel, sino con multa de tres a doce meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por entre seis meses a dos años.

En cuanto al papel de Llarena, la exconsellera dijo que "no es el juez competente" y que no respeta su posición. Además, añadió que la orden emitida en su contra por un delito de desobediencia "es ilegal" y que si era detenida "se tendrá que atener a las consecuencias como siempre le ha pasado en Europa".

Tras conocerse la detención de Ponsatí, y ante el Parlamento Europeo, el expresidente Carles Puigdemont y el exconseller Antoni Comín, ambos eurodiputados de Junts, urgieron a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, a "no mirar hacia otro lado", ante una detención que, en su opinión, ha "violado" la "inmunidad" de la eurodiputada. 

Puigdemont pidió a Metsola que interceda para que Ponsatí pueda asistir este miércoles, como eurodiputada que es, al pleno de la Eurocámara.

Por parte del Govern compareció el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, quien señaló que Ponsatí "ha vuelto de un exilio que nunca debería haber sufrido". "Celebramos que la reforma del Código Penal facilite que la justicia española tenga que dejarla en libertad una vez haya prestado declaración", defendió el conseller de Interior.