El Instituto alemán advierte de un nuevo periodo de estanflación en 2023 y vaticina el tercer año consecutivo de recesión

Dinero en efectivo: monedas y billetes de euro.
Dinero en efectivo: monedas y billetes de euro.
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Dinero en efectivo: monedas y billetes de euro.

El Instituto de Economía Alemana (IW) advirtió este lunes de que Alemania se enfrentará este año a un nuevo periodo de estanflación y pronosticó para 2023 un crecimiento del producto interior bruto (PIB) de sólo el 0,25%.

Según Michael Grömling, experto de IW, la economía ha superado la crisis en 2022 mejor de lo que cabía esperar, aunque "la gran recuperación no se materializará en 2023". 

Las consecuencias de la guerra en Ucrania, como los elevados precios, el aumento de los tipos de interés, la incertidumbre geopolítica y ahora también los problemas en los mercados financieros, conforman una nueva normalidad, lastran la recuperación y retrasan las inversiones en un clima enturbiado, señala el IW en un comunicado.

La inflación va a continuar

Sobre todo, la inflación seguirá alta, debido principalmente a los elevados precios de la energía, que continúan siendo con diferencia superiores a los de antes de la crisis, aunque las enormes fluctuaciones del verano pasado hayan remitido.

Es improbable que se repitan tasas de inflación de dos dígitos como el año pasado, pero la fase de baja inflación también es historia, subraya el IW, que para 2023 estima que alcanzará el 6%.

Esto también hace aún más improbable la vuelta a una política de dinero barato y el aumento de los costes de financiación encarece aún más las inversiones, que ya llevan un enorme retraso debido a los años de pandemia del coronavirus. Si la falta de inversiones se prolonga durante demasiado tiempo "existe el riesgo de daños estructurales en toda la economía", afirmó Grömling.

"Las cargas fiscales, los costes energéticos y la falta de trabajadores cualificados son ya hoy desventajas competitivas para la economía alemana. Tenemos que asegurarnos de que no se sumen más", agregó, e instó a la política a "mejorar urgentemente las condiciones de inversión".

"Tercer año consecutivo de recesión"

En lo que respecta a la construcción, el IW pronostica un tercer año consecutivo de recesión como consecuencia del aumento de los costes de financiación y la escasez de materiales, con una caída de las inversiones del 3%, e incluso del 3,5% en el sector residencial.

Para 2023, el IW pronostica tan sólo un ligero aumento de la producción industrial, debido a los elevados precios de la energía que seguirán lastrando a las empresas y los problemas en las cadenas de suministros en todas las industrias.

Los sectores con un consumo intensivo de energía se vieron obligados el año pasado a recortar drásticamente su producción, que en la industria química, por ejemplo, se desplomó casi un 30%.

El año pasado, la economía se benefició del consumo privado, apoyado por el ahorro durante los años de pandemia y las ayudas púbicas, que permitieron a los hogares gastar más en vacaciones y ocio de lo que habían invertido en mucho tiempo.

No obstante, es de esperar que este año el apoyo por parte del Estado sea menor, mientras los ahorros ya se han consumido, por lo que el IW pronostica un gasto real en consumo un 0,5 % menor al de 2022.

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