Que la ministra responsable de la "chapuza legal" de la ley del 'solo sí es sí', Irene Montero, y que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al quien le persigue la polémica tragedia de la valla de Melilla, no hayan sido cesados con el cambio de Gobierno que ha anunciado este lunes el presidente Pedro Sánchez es la "verdadera" noticia a ojos del líder de la oposición.

Alberto Núñez Feijóo escuchaba atentamente a su candidato en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, que protagonizaba un desayuno informativo en Madrid cuando Sánchez hacía oficial los nuevos nombramientos desde palacio de la Moncloa. El alcalde José Luis Martínez-Almeida, sentado junto al presidente popular, le hacía llegar la noticia que estaba leyendo desde su móvil. Feijóo ha dedicado unos minutos a ello para, al término del evento, hacer su valoración ante los medios.

"Lo noticiable no es que se cubran unos ministerios interinos desde el año pasado`, sino los ministros que se quedan en el Gobierno. Lo más sorprendente es que tanto la ministra de la chapuza legal de la ley del 'solo sí es sí' como el ministro de la valla de Melilla sigan en el Gobierno", ha apuntado Feijóo.

Los nombramientos que se han oficializado tras semanas de especulaciones acreditan, según el líder del PP, que "el presidente no tiene margen para hacer las remodelaciones del Gobierno que un presidente haría". Porque, según el presidente popular, el jefe del Ejecutivo debería haber aprovechado las marchas de dos de sus ministras para combatir al PP en las Alcaldías de Madrid y Las Palmas para cambiar a quienes persiguen varias polémicas en esta legislatura.

"El Gobierno no ha sido capaz de traer un nuevo rumbo a la política y confirmar que los ministros mas desgastados del Gobierno permanecen para llegar al final de la legislatura", ha lamentado.

A continuación, Feijóo ha dado la bienvenida tanto al nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez, como al de Sanidad, José Manuel Miñones. No sin acompañar su gesto de una valoración del porqué han sido elegidos. 

Para Feijóo, el nombramiento de Miñones responde a que Sánchez no tiene candidato a la Xunta de Galicia y desde el ministerio quiere darle un trampolín para presentarse el año que viene, y el de Héctor Gómez, a "un premio de consolación" tras su cese al frente de la Portavocía socialista en el Congreso de los Diputados. Pero "lo cortés no quita lo valiente", así que al líder de la oposición le ha "tocado" agradecer también los servicios prestados a las ministras salientes de Sanidad, Carolina Darias, e Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y dar la bienvenida a los ministros de ambas carteras. 

El presidente popular, a diferencia de otros dirigentes de su partido, no ha entrado a valorar la selección de los candidatos que sustituyen a dos mujeres. La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha ironizado con que los nombramientos carecen de "perspectiva de género y tapa una crisis con otro carné de partido".

También el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, ha puesto en duda la paridad de los nombramientos. "Dos hombres para sustituir a dos mujeres. Así se resume el cambio de Sánchez en su Gobierno. Con que ambos ministros hagan solo algo, por muy poco que sea, ya será mucho más que el balance de gestión que dejan las exministras Darias y Maroto", ha valorado el senador en Twitter. Otros dirigentes populares, como el alcalde madrileño, asumían esta misma reflexión al término del desayuno informativo. En cambio, Feijóo se ha mantenido al margen de esta reflexión.

La cúpula del PP ha tratado este asunto durante el habitual comité de dirección de cada lunes. Según ha explicado el portavoz de campaña, Borja Sémper, la principal conclusión a la que han llegado es que los nombramientos responden "a una necesidad electoral de Sánchez, que no es lo mismo que responder a las necesidades de España", y que el presidente socialista "ha perdido una oportunidad extraordinaria para cambiar a ministros que no merecen serlo".

Asimismo, la ley del 'solo sí es sí' -por la que piden el cese de Montero- ha copado gran parte de la reunión a raíz de que el Gobierno ha pedido una segunda prórroga de enmiendas a la reforma de esta ley. Los populares dicen ser comprensivos con "la incomodidad" que pueda generar esta norma en el seno de la coalición, lo que no significa que acepten "que estas dilaciones provocan un riesgo y una vergüenza añadida" a la ley.