Encontrar tres cadáveres en el huerto o las anécdotas cuando te dedicas a restaurar pueblos abandonados

'Nuestro propio pueblo', en Cuevas de la paz, Granada, con Steve y Julie Ward.
'Nuestro propio pueblo', en Cuevas de la paz, Granada, con Steve y Julie Ward.
COSMO
'Nuestro propio pueblo', en Cuevas de la paz, Granada, con Steve y Julie Ward.

Por toda Europa hay centenares de pueblos abandonados. Pequeños agrupamientos de casas que antaño tuvieron vida y esplendor y a los que el devenir de los tiempos y las migraciones dejaron apartados y olvidados. Hasta que alguien decidió que merecían una segunda oportunidad. Y eso es lo que muestra Nuestro propio pueblo, que este lunes 27 de marzo estrena COSMO.

Se trata de un formato original del canal británico Channel 4 donde varias familias inglesas se convierten en las propietarias de pequeños pueblos y aldeas de España, Francia, Italia y Portugal, reformándolas y convirtiéndolas en su hogar y su negocio.

"Hace unos tres años recibimos una propuesta muy interesante de un par de posibles colaboradores", explica a 20minutos.es sobre la gestación del programa Piero Sfreddo, productor del formato. "Eran dos profesores universitarios de Bristol que iban a Portugal a comprar un pueblo abandonado. Cuando llegó la propuesta, en la oficina nos sentimos muy emocionados, pero a la vez aterrorizados al pensar: ¿qué hacemos con esto? Nos parecía muy grande y no era algo que hubiéramos hecho antes...". Pero a Channel 4 le gustó, y desde la productora lograron localizar a otras familias y parejas que eran potenciales compradores o propietarios de pueblos enteros que reformar, así que se puso en marcha Nuestro propio pueblo.

"Desde entonces, hemos dado cuenta de todo lo que ha sucedido en estos lugares y hemos tratado de encontrar una manera de contar las historias extraordinarias de capacidad de recuperación y de trabajo duro de las familias que aparecen", dice Sfreddo, que destaca que tardaron un año y medio en grabar todo el proceso de reforma y que avanza que ya están grabando una segunda entrega.

Dos de los propietarios de uno de estos pueblos son Steve y Julie Ward, propietarios de los alojamientos turísticos Cuevas de la Paz, unas antiguas cuevas de pastores reconvertidas en casas rurales situadas en la provincia de Granada.

Este matrimonio maduro vendió su casa y comenzó a viajar desde Reino Unido con su autocaravana y su primera idea era encontrar un camping, quizás en Francia. "Pero no encontramos ninguno que nos gustara, así que nos trasladamos a España y dimos con él". Recorriendo caminos al azar y tras casi un año de recorrer carreteras, cogieron un camino por casualidad y vieron las cuevas. "Nos enamoramos de ellas de inmediato", explican.

El lugar, unas casas con fachada normal, pero que se internan en la montaña a modo de cuevas, había estado abandonado durante unos dos años. Había tenido algo de uso antes, pero en realidad, casi había estado sin tocar durante casi 20 años. "Así que cuando llegamos aquí sabíamos que teníamos mucho trabajo por hacer. Había mucho trabajo en las cuevas y también había mucho trabajo en el camino de acceso, que era de tierra. Podíamos ver lo que era y lo que podría llegar a ser, veíamos el potencial", explican.

Pusieron una piscina, construyeron un salón chill out, rehicieron el jardín, desatascaron las chimeneas, arreglaron ventanas y puertas, pintaron… cerca de año y medio de duro trabajo que acabó convirtiendo el lugar en un pequeño paraíso.

En Nuestro propio pueblo la casuística es grande. Ningún proyecto es igual a otro, pues se muestra el proceso de recuperación, por ejemplo, de un pequeño grupo de viviendas a grandes pueblos franceses con más de 100 casas, rodeados de murallas. "Tenemos una variedad de historias realmente emocionantes y el punto fuerte de todos ellos, es esta pasión que todos nuestros colaboradores tienen por recuperar la vida de lugares que de otro modo desaparecerían", explica Piero Sfreddo.

El productor ha podido ver que la llamada España vaciada no es un problema solo de nuestro país. "Es absolutamente común en todas las naciones europeas en las que hemos estado, y tiene que ver principalmente con una baja tasa de natalidad. Son pueblos que una vez fueron autosuficientes y donde la gente normalmente se quedaba a cultivar la tierra cerca de ellos y ahora han sido completamente abandonados. La gente se ha ido a la costa, o a las ciudades", hace ver. 

En el norte de España sobre todo, "hay zonas donde se pueden encontrar pequeños pueblos que desaparecerán en el espacio de 50 años. Tenemos dos uno en Galicia y otro en Asturias en el norte, que si no fuera por nuestros contribuyentes ya no estarían allí". "Es un trabajo muy importante el que hacen nuestros colaboradores para preservar el patrimonio arquitectónico y también la historia del país en el que están", pone de manifiesto el productor.

Reformar un pueblo abandonado no está exento de anécdotas. En un pueblo italiano que se fundó en el siglo VIII se llevaba a cabo uno de los proyectos de Nuestro propio pueblo. El propietario que lo estaba recuperando estaba cavando un día para hacer su su huerto. "Y encontró tres cadáveres que fueron enterrados allí en el pasado", cuenta el productor.

"Salvar esos lugares también es contar la historia de lo que le está pasando a Europa, así como la historia de la gente", concluye Piero.

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