La invasión rusa de Ucrania, que ya acumula más de un año de duración, será uno de los principales temas que tratarán el presidente Pedro Sánchez y su homólogo chino, Xi Jinping, en la reunión bilateral que ambos mantendrán la próxima semana. En dicho encuentro, el Gobierno asegura que el jefe del Ejecutivo le trasladará que debe ser el país invadido el que fije las condiciones para lograr una paz en el territorio o, al menos, un alto al fuego. No será, eso sí, el único punto que aparezca en el orden del día, pues los temas económicos también tendrán protagonismo. 

"Trasladarle también que serán los propios ucranianos los que establezcan las condiciones del inicio de la paz", citó el propio Sánchez como uno de los objetivos de su viaje -que se producirá los días 30 y 31 de marzo- a preguntas de los periodistas en Bruselas, donde se celebra este jueves y este viernes el Consejo Europeo. El presidente insistió en que dicha paz deberá ser "estable y duradera". Es decir, que se deberá firmar bajo la Carta de Derechos de Naciones Unidas y con la condición de que se respete la integridad territorial del país ucraniano. Este último punto es el que dificulta el fin de la guerra, puesto que supondría que el país de Vladímir Putin debería abandonar lo invadido hasta ahora.

El presidente no quiso comentar, en cambio, si podría tratar con Xi la preocupación de los aliados de la Unión Europea y la OTAN sobre el posible hecho de que China esté armando -o vaya a armar en un futuro- a Rusia. Asimismo -y según recoge la Agencia EFE-, tampoco quiso opinar si el país asiático es un actor creíble para intentar lograr la paz aunque haya presentado un plan en este sentido que el propio presidente chino trasladó a Putin hace pocos días. Sánchez se limitó a resaltar que el gigante asiático es una potencia "de primer orden" y tildó de importante conocer su posición sobre el conflicto.

Sánchez visitará China la semana que viene tras la reunión de Xi Jinping y Putin

Desde el Gobierno insistieron también en que la invitación a Sánchez, que será el primer mandatario europeo en ser recibido por Xi tras su reunión con Putin, supone un reconocimiento al "peso" internacional de España, puesto en duda por la derecha en la moción de censura que ha tenido lugar esta semana. "La invitación muestra la importancia de España en las relaciones internacionales y el peso de Sánchez en el mundo y en las relaciones diplomáticas", declaró este jueves el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. En una entrevista en TVE, insistió en que "sin duda" en el encuentro se tratará la guerra en Ucrania, puesto que -dijo- Xi "quiere contar" con la opinión de Sánchez al respecto.

En el viaje, que lleva "semanas" fraguándose, también hablarán de las relaciones económicas entre ambos países. España "se va a convertir en una potencia renovable" gracias a los fondos europeos, destacó Bolaños, que también habló de la necesidad de "fortalecer las relaciones económicas y comerciales" con China. La invitación a Sánchez, confirmada el miércoles, tuvo como "germen" la última Cumbre del G-20, donde los mandatarios mantuvieron una reunión bilateral. 

En dicho encuentro, Sánchez apeló a China a que "utilizase su potencia para influir en Putin y poner fin a la guerra". Fuentes gubernamentales contaron entonces que ambos hablaron también de la "necesidad de cooperar" para buscar "soluciones multilaterales a las crisis" derivadas del conflicto en Ucrania, "especialmente la energética y alimentaria". El presidente español se comprometió también a reforzar las relaciones comerciales entre la Unión Europea y China cuando España alcance la presidencia rotatoria de la UE, a partir de julio de este año. Asimismo, este año se celebra el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Xi quiere "ahondar" en la Asociación Estratégica Integral entre ambos países que se cerró cuando el presidente visitó España en 2018.