El asesino de Lardero no sufría "ninguna alteración mental" y utilizó "bastante fuerza" para matar al pequeño Álex 

Comienza el juicio por el asesinato y agresión sexual a un niño en Lardero
Juicio por el asesinato y agresión sexual a un niño en Lardero
EFE
Comienza el juicio por el asesinato y agresión sexual a un niño en Lardero

La psiquiatra que evaluó a Francisco Javier Almeida tras ser trasladado a la cárcel de Segovia desde la de Logroño como presunto autor del asesinato y agresión sexual del niño de 9 años Álex, en Lardero (La Rioja), ha asegurado este jueves que no tenía ninguna enfermedad mental y conocía la ilicitud de sus hechos.

Esta médica ha declarado por videoconferencia en la cuarta jornada del juicio con tribunal popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño contra Almeida por unos hechos ocurridos el 28 de octubre de 2021.

La doctora ha indicado que, tras el reconocimiento psiquiátrico realizado a Almeida en el Instituto de Medicina Legal de Segovia, no se encontraron "elementos de juicio científico para aseverar que tenía alteradas sus capacidades volitivas y cognitivas por intoxicación etílica o una alteración mental".

En la exploración psicopatológica que le realizaron no detectaron ninguna alteración psicocognitiva porque comprobaron que Almeida, en ese momento, "recuerda bien, habla bien, entiende y comprende", ha explicado.

Se valoró su capacidad de recuerdo

En ese examen, ha proseguido, se valoró su capacidad de recuerdo y no encontraron "ninguna alteración a nivel mental que implique falta de memoria, otra cosa es lo que él diga", pero ha constatado que no tenía ninguna alteración en la atención y la consciencia.

Ha subrayado que en el momento de la exploración psiquiátrica, realizada a primeros de noviembre de 2021, Almeida "conoce la ilicitud del hecho y se mueve por sus deseos, su voluntad y su convicción".

También ha recalcado que, tras evaluarlo, constató que "no tiene ninguna alteración mental, más allá de un insomnio que dice él que padece por estar en prisión", ya que asegura dormir mal por estar atemorizado por lo que los compañeros le puedan hacer en la cárcel.

La investigación evidencia "bastante fuerza"

Por otra parte, la investigación criminalística evidenció "bastante fuerza" en el ataque que sufrió el pequeño Álex. Los agentes de Criminalística que participaron en la investigación han relatado cómo el que se considera lugar de los hechos, el domicilio de Almeida, presentaba múltiples huellas tanto del niño como del acusado, sobre todo en la estancia que representa la entrada, salón y cocina.

En el dormitorio había pelos de la peluca que, ese día, llevaba el niño al estar disfrazado para la fiesta de Hallowen. Además, había unas mallas, de la talla de su edad, que habían sido, "probablemente" arrancadas por cómo estaba la goma.

A los agentes les "llamó atención" que la ventana del dormitorio estaba "completamente bajada" y la del salón subida con una lucecita.

En la autopsia apreciaron erosiones y abrasiones "pronunciadas". "Para dejar esas marcas se ha realizado bastante fuerza", han relatado los agentes. 

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