El Gobierno confirma que los insectos son un alimento seguro, sin riesgo para la salud, y favorecen la dieta sostenible

Especies de insectos autorizadas por la Comisión Europea para su comercialización para consumo humano.
Especies de insectos autorizadas por la Comisión Europea para su comercialización para consumo humano.
Carlos Gámez
Especies de insectos autorizadas por la Comisión Europea para su comercialización para consumo humano.

El Gobierno considera que los insectos son un "nuevo" alimento seguro, que no tiene mayor riesgo asociado a la salud que cualquier otro y que permite acometer una transición a una dieta más saludable y sostenible con el medio ambiente.

Así lo manifiesta el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria escrita a una pregunta de Vox en esta materia en la que el Ejecutivo responde que, tras la entrada en aplicación del Reglamento (UE) 2015/2283, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2015, relativo a los nuevos alimentos, la evaluación del riesgo asociada a los insectos, al igual que para todos los nuevos alimentos, la realiza la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Así, señala que la EFSA ya ha opinado sobre estos bichos autorizados hasta el momento y considera que no existen "preocupaciones de seguridad derivadas del consumo de estos insectos". Por ello, se han autorizado en toda la Unión Europea con reglamentos de ejecución de la Comisión.

Por tanto, el Gobierno responde a Vox que "no hay motivos" para pensar que existen riesgos asociados al consumo de insectos más allá de los derivados del consumo de cualquier otro alimento.

Una fuente de nutrientes muy saludable

Asimismo, el Ejecutivo destaca que los insectos son una fuente de nutrientes muy saludable con alto contenido de grasa, proteínas, vitaminas, fibra y minerales, lo que permite facilitar la transición hacia dietas saludables y más sostenibles con el medioambiente.

Así, por ejemplo, respecto a la quitina, se trata de la principal forma de fibra alimentaria en los insectos y, al ser no soluble, no supone ningún riesgo para el consumidor.

El Ejecutivo hace hincapié en que la EFSA ha evaluado la seguridad de estos alimentos y los considera "seguros", con la indicación de posible alergenicidad.

El etiquetado

No obstante, el etiquetado de los insectos u otros productos alimenticios que los contengan han de cumplir con la norma general al respecto, establecida a nivel europeo a través del Reglamento (UE) número 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información de este tipo facilitada al consumidor.

Además de estas normas generales de etiquetado, los insectos y/o productos alimenticios que los contengan deberán cumplir con los requisitos específicos de etiquetado que se han establecido en los Reglamentos de Ejecución de la Comisión concretos para cada uno de ellos para su autorización.

En particular, estos son la denominación del nuevo alimento en la lista de ingredientes con el nombre científico y común de la especie de insecto que se trate, una declaración en la que se indique que "este ingrediente puede causar reacciones alérgicas a los consumidores con alergias conocidas a los crustáceos y moluscos y a sus productos o a los ácaros del polvo" y que figurará "muy cerca" de la lista de ingredientes.

También se informa que, de esta forma, las personas consumidoras quedan perfectamente informadas de los ingredientes que contienen los productos alimenticios, así como de las posibles reacciones alérgicas que se pueda derivar de su consumo.

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