El historiador, político y escritor barcelonés Joan Ferran (Barcelona, 1951) publica con Ediciones Hildy el libro 'El brazo friki del 'procés' y del 'posprocés'. En este volumen disecciona con humor culto e ironía refinada a los que califica de "personajes que cruzaron la línea roja imaginaria de la cordura y han hecho méritos suficientes para aparecer en esta miscelánea de frikis impenitentes" envueltos en la bandera 'estelada'. 

Ferran compara algunos de los rasgos del movimiento secesionista catalán, actualmente en un 'posprocés' adormecido, dice, con algunos de los comportamientos más genuinamente "trumpistas". Como las legiones de seguidores del expresidente norteamericano Donald Trump, algunas de las cuales llegaron a asaltar el Capitolio bajo inverosímiles vestimentas, algunos 'procesistas' tienen, a su juicio, "sorprendentes similitudes con los populismos de extrema izquierda y extrema derecha". 

Joan Bonanit, Pilar Rahola o Quim Torra

De las decenas de "independentistas frikis, obtusos y subvencionados" a los que Ferran radiografía en estas páginas, los hay de muy diverso pelaje: desde los expresidentes de Junts Quim Torra y Carles Puigdemont;  a la periodista y tertuliana Pilar Rahola; a la monja mediática Sor Lucia Caram o al 'animador' de los presos del 1-O internados en la cárcel de Lledoners, Joan Porras Álvarez, alias Joan Bonanit, debido a que les deseaba las buenas noches cada día extramuros. Se añade a este listado la "estrella porno" del movimiento, Maria Lapiedra, que quiso entrar en política en el ayuntamiento de Les Borges Blanques (Lleida) bajo las siglas del Partido del Deseo. 

Son muchos los que están, pero no todos los que son. Igualmente, también tienen cabida en estas 120 páginas escritas por el historiador barcelonés personalidades tan pintorescas como el vidente Sandro Rey, miembro destacado de la "frikividencia" patriótica, escribe Ferran. O el movimiento Astròlegs per la Independència que, dice el autor, "predijo infinidad de veces la llegada del pueblo escogido a Ítaca, pero nada". 

Otra congregación a la que menciona es la de los Pensionistas por la República Catalana, que versionaron el tema 'Yellow submarine' de los Beatles al grito de "groc, groc, groc és el nostre color". Ferran mantiene que "muchos de estos activistas senior no se caracterizaron precisamente, en tiempos de la dictadura franquista, por un abnegado combate en pro de las libertades democráticas", mientras que hoy, "luchan con descaro e insolencia a ser los luchadores que no fueron en sus años mozos". 

De peregrino a Waterloo con una urna del 1-O a cuestas

A título personal, se detiene en la figura de Rai López Calvet, un estudiante de Derecho de L'Aldea (Tarragona) que "saltó a la fama cuando decidió peregrinar desde su pueblo natal hasta el santuario/chalet de Puigdemont en Waterloo (Bélgica)". La ruta la hizo llevando "a sus espaldas" una urna del referéndum ilegal del 1-O de 2017, con el fin de "ir recogiendo a lo largo de su recorrido firmas a favor de la autodeterminación de Cataluña". Al domicilio de Puigdemont (Junts) en Waterloo, Ferran lo bautiza como 'la Corte del Mejillón', por el plato típico belga acompañado de patatas fritas.

Joan Ferran cita en su libro 'boutades' como la de los Pensionistas por la República Catalana, que versionaron el tema 'Yellow submarine' de los Beatles al grito de "groc, groc, groc és el nostre color" (amarillo, amarillo, amarillo es nuestro color)

Ferran defiende que este libro es irónico pero, sobre todo, "respetuoso con los dirigentes de todas las ramas del independentismo que expresan su pensamiento político". Donde sí que pone el aguijón es "en evidenciar a quienes se han pasado de rosca". Tampoco esconde que, desde tiempos inmemoriales, alrededor del poder siempre han existido "bufones". Así que nada nuevo bajo el sol. 

CEDIDA

"Hispanofobia, autoritarismo, odio, intolerancia, racismo y victimismo" son adjetivos que para el autor unen a todo este universo que orbita alrededor del 'procés' catalán. Y este ambiente de crispación y de división ha llegado a las propias filas independentistas durante el 'impass' del 'posprocés' en el que nos encontramos, afirma. "Ahora el estigma de Pere Aragonès es el de ser autonomista, como si eso fuera un insulto", explicaba recientemente en una entrevista concedida a 'Crónica Global'.

Tampoco se olvida este compendio del 'frikismo' más 'nostrat' del papel de de la radio y la televisión públicas catalanas como altavoz de toda la doctrina separatista con periodistas o tertulianos como Toni Soler o Pilar Rahola que repiten como un 'mantra' "la represión" del Estado español" y mensajes de filiación 'trumpistas' como que el Estado, sus leyes y sus jueces "no son legítimos".