El presunto asesino del pequeño Álex en Lardero intentó llevarse antes a una niña de cuatro años

Juicio contra Francisco Javier Almeida, presunto asesino del niño Alex.
Juicio contra Francisco Javier Almeida, presunto asesino del niño Alex.
Juicio contra Francisco Javier Almeida, presunto asesino del niño Alex.
Juicio contra Francisco Javier Almeida, presunto asesino del pequeño Alex.

Se sentó en un banco del parque a observar, a elegir a su víctima, y antes de llevarse a Álex, intentó secuestrar a una niña de cuatro años. Al no conseguirlo, cambió de objetivo. Así procedió Francisco Javier Almeida, el presunto agresor y asesino del menor de Lardero, según ha relatado durante el juicio el padre de Claudia, la pequeña a la que el acusado trató de raptar en un primer momento. 

"Mi hija vino y me dijo: 'Papá, papá, un señor se está llevando a Álex'. Me contó que le había propuesto irse con él y, ante la negativa, fue a por Álex. Cruzamos el pasaje para buscarlo, pero ya no vimos a nadie", ha explicado el padre de la niña, dueño del merendero en el que iban a cenar las dos familias antes del rapto. Durante su declaración, ha contado cómo desde la puerta de su negocio, mientras vigilaba a sus hijas, vio a un hombre sentado en un banco con el mismo aspecto que el procesado, en libertad condicional desde abril de 2020.

Y ha añadido: "En el barrio se había hablado que un señor los invitaba a ver pajaritos en su casa. Cuando se fueron, mi hija les siguió hasta el límite del pasaje, que ella no podía cruzar, y entonces vino al merendero a avisarnos y empezamos a buscarlo". 

"Ninguna posibilidad de defensa"

En esta segunda sesión del juicio, ha declarado también el teniente de la Policía Judicial de la Guardia Civil encargado de dirigir la investigación y ha detallado el modus operandi de Almeida tanto en el parque Entre Ríos como en su vivienda, donde fue captado por las cámaras. En su intervención, ha destacado que optó por la víctima "más vulnerable", Álex, y la convenció de que lo acompañase a su domicilio para ver una mascota.

Una vez en el inmueble, sobre las 20.07, el procesado "le dio una serie de indicaciones" sobre cómo proceder: lo persuadió de no subir con él en el ascensor, sino de usar las escaleras. "Simplemente intentaba dominarlo para poder efectuar la agresión sexual", ha indicado el investigador, que ha añadido que el pequeño, de nueve años, no tuvo "ninguna posibilidad de defensa y ni siquiera pudo gritar", al encontrarse en una vivienda aislada a solas con su agresor.

En base a las evidencias obtenidas durante la investigación, las pruebas bilógicas son incontestables. El acusado no presentaba señales de que el niño se hubiera defendido, según el teniente, que ha recalcado que el agresor provocó al menor "una muerte extremadamente violenta y una agresión sexual más todavía". En el domicilio, las huellas del calzado determinaron que el niño se dirigió al dormitorio, donde la Policía Judicial halló un pantalón de Álex y pelos de fibra sintética pertenecientes a la peluca que llevaba, al disfrazado por Halloween.

No tuvo ninguna posibilidad de defensa y ni siquiera pudo gritar

De acuerdo con la autopsia, el menor estaba vivo en el momento de la agresión sexual, tras la que murió por estrangulación. Para acabar con su vida, Almeida apoyó el cuerpo del menor contra el suyo y ejerció fuerza con el antebrazo sobre el cuello del pequeño, según ha expuesto el guardia civil. Además, el niño contaba con material biológico del procesado bajo ocho uñas, lo que evidencia que ambos estuvieron en contacto. Sin embargo, esto no obedece que Álex se defendiera, dado "el desequilibrio tan abismal de fuerzas y capacidades entre un niño y un adulto", según el teniente.

Apenas 20 minutos después de la entrada en el edificio, el acusado vistió al niño de manera "precipitada" y salió con él en brazos y la bragueta de su pantalón bajada, hasta ser sorprendido en el portal por varios policías locales que lo buscaban por la zona. En ese momento, trató de ocultarlo, según han declarado los propios agentes, que han señalado que Almeida estaba "muy tranquilo" y que les dijo que el menor "se había desmayado o estaba inconsciente".

Fue una muerte extremadamente violenta y una agresión sexual más todavía

No obstante, no era la primera vez que la Policía recibía un aviso de este tipo. La semana anterior un niño aseguró que un hombre lo había invitado a su casa con la excusa de enseñarle unos pajaritos, según han informado los propios agentes. 

Condena previa por asesinato y agresión sexual

Los hechos, que se están juzgando en la Audiencia Provincial de Logroño, se produjeron el 28 de octubre de 2021, cuando Almeida se encontraba en libertad condicional por un asesinato y agresión sexual cometidos en 1998, por los que lo habían condenado a 30 años de cárcel.

El fiscal, la acusación particular -de la familia de Álex- y la popular -representada por la Asociación Clara Campoamor- exigen para Almeida prisión permanente revisable por el delito de asesinato y 15 años de cárcel por el de agresión sexual. La defensa pide la absolución. No obstante, el propio procesado reconoció en una carta haber "matado al niño de Lardero" y dijo que no tenía perdón, que sentía el daño que había causado a la familia de Álex y a la suya, por lo que comprendía que no tenía quien lo asistiera, que nadie le daba nada y que todos lo despreciaban.

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