Isabel Pantoja asiste incrédula a las últimas informaciones divulgadas sobre ella. Centrada en los ensayos de la próxima gira que la llevará a recorrer gran parte de la geografía española, la tonadillera niega, más hastiada que enfadada, que esté negociando con una plataforma digital para convertir su vida en un documental vendido por fascículos.

Si bien es cierto que tiene sobre la mesa ofertas de diversa procedencia para que cuente, detalle y confiese sus secretos mejor guardados, por el momento no tiene intención de abrirse en canal.

Por tanto, no se ciñe a la verdad que Pantoja haya exigido ocho millones de euros por hacer un viaje a sus tiempos más difíciles ni por hablar, por ejemplo, sobre su relación con María del Monte o su paso por la cárcel. Tampoco es cierto que las citadas negociaciones se hayan frenado porque le hayan ofrecido una cantidad inferior a la supuestamente reclamada.

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Fuentes cercanas a la cantante cuentan a 20minutos que Isabel sabe hasta dónde podría llegar en lo económico dado el interés que genera su vida.

Está claro que si en un futuro decide ponerse el mundo por montera y compartir con el mundo las vicisitudes de una vida que no ha sido fácil, tendrá que recibir una buena suma de dinero, pues sus palabras tendrán una trascendencia mayúscula en este mundo del corazón que late lento, casi sin vida, al borde de la arritmia.