La cuenta atrás para las elecciones distancia a ERC del Gobierno y a PSOE y Unidas Podemos

El presidente Pedro Sánchez habla en el Congreso con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
El presidente Pedro Sánchez habla en el Congreso con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
EFE
El presidente Pedro Sánchez habla en el Congreso con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

Las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo están cada vez más cerca y aunque queda poco más de dos meses para la cita con las urnas, ya están teniendo consecuencias en la política nacional. El Gobierno viene de un par de semanas de malas noticias, entre otras cosas, porque ERC ha querido marcar distancias con la Moncloa y ha endurecido su tono y su acción política contra los que serán sus rivales en las elecciones locales en Cataluña. Y ese distanciamiento no se produce solo extramuros del Ejecutivo: en su propio seno, PSOE y Unidas Podemos han tenido varios choques que han evidenciado su alejamiento.

Las últimas semanas no han sido fáciles para el Gobierno, que se ha visto inmerso en varias controversias. La primera de ellas, y la que más eco mediático ha tenido, ha sido la reforma de la ley del 'solo sí es sí' impulsada de manera unilateral por el PSOE sin el acuerdo del Ministerio de Igualdad, que los socialistas solo han podido comenzar a tramitar gracias al apoyo del PP. Pero la falta de entendimiento entre el Ejecutivo y sus socios también ha acabado derribando la reforma de la ley mordaza, y ha dado un último revés a la ley de bienestar animal en su votación final, que salió adelante sin el apoyo de ERC.

La brecha no solo se ha abierto entre ERC (y, en menor medida, EH Bildu) y el Gobierno. También dentro del propio Ejecutivo, tanto Unidas Podemos como el PSOE llevan semanas marcando posición de cara a las elecciones, tratando de hacer encaje de bolillos para disputarse a los votantes progresistas mientras siguen compartiendo una coalición que, pese a todo, no está en riesgo de ruptura. Las críticas de un socio al otro han arreciado en las últimas semanas, aunque también se han alcanzado acuerdos clave como el de la segunda parte de la reforma de las pensiones.

La línea que está siguiendo Unidas Podemos es la de trasladar el mensaje de que es la única formación de izquierda real frente a un PSOE al que debe atar en corto para que no se desvíe hacia postulados liberales. "Sabemos que el PSOE se equivoca cuando mira a la derecha, y también sabemos que siempre ha tenido esa pulsión", aseguró este viernes la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, que el pasado miércoles insistió en que "si este Gobierno quiere revalidar el mandato que los ciudadanos nos dieron y tener cuatro años más es fundamental cuidar la mayoría de investidura que ha permitido los principales avances de la legislatura" y que el PSOE deje "de mirar a su derecha".

En este sentido, Podemos no solo se muestra crítico con el PSOE por haber iniciado la reforma de la ley del 'solo sí es sí' sin contar con Igualdad, sino que los morados también culpan a los socialistas de haber provocado el fracaso de la reforma de la ley mordaza. Belarra aseguró hace unos días que "resulta incomprensible la cerrazón a negociar" de los socialistas, mientras el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, acusó a los socialistas de haber provocado "el mayor fracaso parlamentario de toda la legislatura" y sostuvo que "la derogación de la ley mordaza ha caído porque el PSOE así lo ha querido".

Estas declaraciones de Echenique causaron un importante enfado en el PSOE, y el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, exigió a su homólogo que "en vez de hacer tantas declaraciones", se pase "por las comisiones para saber de verdad lo que se negocia y lo que no y hasta dónde ha llegado el PSOE". Por la parte socialista del Gobierno, no obstante, el presidente Pedro Sánchez ha decretado silencio después de que el debate sobre la reforma de la ley del solo sí es sí se plagara de duras palabras y acusaciones cruzadas entre los socios de la coalición.

Un mensaje muy similar al de Unidas Podemos está tratando de trasladar ERC sobre el PSOE, con quien se disputará una buena porción de poder local en las próximas elecciones de mayo. Quien mejor lo resumió fue el propio portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, que preguntado por su responsabilidad en el fracaso de la reforma de la ley mordaza aseguró refiriéndose a los socialistas que "lo del mal menor, lo de somos lo mejor entre todo lo peor, al final ya no cuela". Rufián, además, aseguró que tiene pensado "confrontar" con el PSOE en la moción de censura que se celebrará la semana que viene en el Congreso, porque "es una moción de censura contra el Gobierno y no pueden irse de rositas".

Pensiones y el 'tito Berni'

Sin embargo, pese al alejamiento entre el Ejecutivo y sus socios parlamentarios y también al endurecimiento de los reproches públicos, lo cierto es que ERC y el Gobierno han alcanzado en las últimas semanas algunos acuerdos clave. El principal de ellos es la reforma de las pensiones, que el Ejecutivo aprobó por decreto el jueves pasado y que con toda probabilidad será ratificada por el Congreso en las próximas semanas, ya que tanto ERC como EH Bildu aseguran estar muy en sintonía con un texto que Unidas Podemos, por su parte, asegura que lleva su sello.

Además, la semana pasada, PSOE, Unidas Podemos, ERC y EH Bildu acordaron tumbar la comisión de investigación sobre el 'caso Mediador' que había solicitado el PP, pero también reclamar a través de dos comisiones ya existentes en el Congreso toda la documentación en poder de la justicia y del Ministerio del Interior relativa a las supuestas irregularidades en los contratos de obras de la Guardia Civil para que las analice la Cámara Baja. 

Los cuatro partidos justifican haber torpedeado la comisión e investigación apelando a los tiempos, ya que con menos de un año de legislatura por delante el calendario era muy ajustado como para elaborar las conclusiones. No obstante, vehicular las pesquisas a través de dos comisiones permanentes -las de Interior y Calidad Democrática- tiene evidentes desventajas; la más clara, que las personas a las que se llame a comparecer no tendrán obligación de asistir al Congreso.

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