El Gobierno se plantea incrementar la prima a partir del tercer hijo con respecto a la que existe ya por el primero o el segundo para incrementar de ese modo los ingresos máximos permitidos para que las familias numerosas puedan acogerse al bono social de electricidad y, con él, al bono térmico, de ayudas para pagar la factura de la luz y de la calefacción. En términos monetarios, si cada uno de los dos primeros hijos de un hogar suman 4.200 euros a la renta máxima anual permitida, a partir de ese tercer hijo se añadiría una cantidad superior a este valor, que todavía no se precisa.

La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha dado este viernes un detalle más del mecanismo que está estudiando el Ministerio de Transición Ecológica para introducir un criterio de renta para las familias numerosas que quieran acogerse al bono social en las mismas condiciones que los consumidores vulnerables. La modificación tiene su origen en el descubrimiento de que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, y la candidata de Más Madrid al Gobierno regional, Mónica García, son beneficiarios de estas prestaciones, a pesar de que sus ingresos y patrimonios superan con mucho el de los hogares con más necesidades. Sin embargo, pudieron solicitarlo y les fue concedido gracias a que en estos momentos no existe un criterio de renta para que las familias con tres o más hijos puedan beneficiarse de ellos, algo que el Gobierno anunció que haría.

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Este jueves, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, explicó que para ello se tendrán en cuenta los dos factores que concurren para los hogares con solo adultos o hasta dos hijos, sus ingresos en relación al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) -1,5 veces en 14 pagas, 12.600 euros al año- y el número de personas que forman el núcleo de convivencia, que incrementan la renta mínima multiplicando el IPREM por 0,3 si se trata de una persona adulta y un 0,5 si es un menor.

Según ha explicado Aagesen este viernes, no se tratará simplemente de sumar miembros de la familia al cómputo, es decir, un 0,5 más del IPREM -4.200 euros-, sino incrementar este coeficiente multiplicador, para que así se "conserve" el tratamiento específico que tienen las familias numerosas de cara a una prestación como el bono social de la electricidad y térmico.

"Por cada hijo menor, el multiplicador del IPREM crece un 0,5 y a partir del tercer hijo nuestro objetivo es subir ese factor multiplicador para que las rentas sean superiores al de cualquier otro vulnerable", ha indicado Aagesen.

Según los baremos actuales para un hogar vulnerable con dos adultos y dos menores, la renta máxima permitida para beneficiarse del bono social serían 23.520 euros (sumando un IPREM y medio por el primer adulto, más un 0,3 del IPREM para el segundo y un 0,5 más por cada vástago). Con la intención de primar en mayor medida a partir del tercer hijo, la renta anual de una familia numerosa de cinco miembros podría superar los 27.720 euros, que es la suma de sumar otro 0,5 del IPREM por el tercer hijo.

De momento falta por conocer cuál será el coeficiente multiplicador del IPREM a partir del tercer hijo en una reforma que Aagesen ha dicho que el Gobierno quiere que "esté disponible de forma ágil y la podamos dar a conocer pronto", aunque no ha precisado si será antes de las próximas elecciones, las autonómicas y municipales del 28 de mayo.

"Vamos a seguir conservando a las familias numerosas pero atendiendo a umbrales de renta, con un factor multiplicador que a partir del tercer hijo será superior", ha dicho la secretaria de Estado.

Ahorro de vulnerables y hogares

Aagesen ha dado este detalle más en una nueva rueda de prensa en la que como cada mes desde noviembre del año pasado, el Ministerio de Transición Ecológica hace balance de la aplicación del Plan de Ahorro de Energía, donde también se consigna el ahorro que medidas como el bono social y el térmico suponen para los hogares vulnerables y vulnerables severos que se benefician de esta prestación. Por ejemplo, el año pasado se incrementó el descuento en la factura de la luz, del 25% al 65% en la primera categoría -la que hasta ahora no tiene umbral de renta y de la que se han beneficiado también Ossorio y García- y del 40 al 80% en la segunda. 

Según los datos hasta el 28 de febrero, los consumidores vulnerables están pagando un 67% menos en energía que antes de que empezara la guerra de Ucrania y los vulnerables severos, un 76% menos.

Por otra parte, Aagesen sigue ofreciendo datos de hogares y comunidades de vecinos que se van acogiendo a la tarifa regulada del gas, una opción que se publicitó -y se creó en el caso de la TUR vecinal- para paliar el alza de precios del gas y del gasto en calefacción. Hasta ahora, la acogida ha sido más modesta de lo esperado, sobre todo por lo que respecta a la contratación de la TUR 4, para comunidades con calefacción central.

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El número de hogares con tarifa de último recurso de gas (TUR1) se ha incrementado en 200.000 entre enero y febrero y ya son 2,5 millones, un millón más que en junio del año pasado, antes de que despegase el precio del gas el verano hasta llegar algunos días a 300 euros el MWh y hasta su 'aterrizaje' en febrero pasado en los 54 euros, una caída progresiva que el Gobierno achaca al acuerdo en la UE para limitarlo si vuelve a dispararse.

Las comunidades de vecinos que se han acogido a la TUR 4 crecen mucho más lentamente, especialmente a medida que ha ido bajando el precio del gas y deja de hacer frío. En febrero se añadieron 964 comunidades a esta tarifa, de modo que ya suman más de 5.000, del alrededor del 1,6 millones de hogares con calefacción central que se calcula que hay en España.