Crónica de una bronca anunciada en la junta sobre la tala de árboles de Arganzuela

Los vecinos y representante políticos de las fuerzas progresistas de Arganzuela abandonan la Junta del distrito homónimo en mitad de la sesión.
Los vecinos y representante políticos de las fuerzas progresistas de Arganzuela abandonan la Junta del distrito homónimo en mitad de la sesión.
Los vecinos y representante políticos de las fuerzas progresistas de Arganzuela abandonan la Junta del distrito homónimo en mitad de la sesión.
Los vecinos y representante políticos de las fuerzas progresistas de Arganzuela abandonan la Junta del distrito homónimo en mitad de la sesión.
Guillermo Azaola

Podía mascarse la tensión al filo de las cinco de la tarde en la entrada de la Casa del Reloj de Arganzuela, donde todos los miércoles de la segunda semana de cada mes se celebra la Junta del Distrito homónimo. Primero, por la celebración de la sesión misma. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Y pese a la petición de varias fuerzas progresistas de posponerla para poder asistir a la manifestación feminista. Segundo, y no menos importante dado el malestar creciente en el que ha devenido el asunto, debido a la tala de más de 200 árboles en el parque de Madrid Río que ha previsto ejecutar el gobierno de la Comunidad de Madrid para ampliar la Línea 11 del Metro. De hecho, por esto último, antes de iniciarse la Junta y retrasando su presencia en la protesta morada, casi medio centenar de vecinos se arremolinaba a las puertas del edificio municipal para volver a exigir que la nueva boca de metro se emplace en el Paseo de Yeserías, junto al Puente de Praga, como era la idea en origen.

"Venimos a preguntarle a la señora concejala si tiene pensado trasladar al consejero de Transportes de la Comunidad que pare este proyecto. Porque no nos vale con que diga que van a estudiar la situación de los árboles. Ya hay un inventario detallado, no se puede hacer más. Tienen que sacar la estación del metro del parque", explicaba a 20minutos Miguel Fernández, miembro del AMPA del colegio Tomás Bretón. En la mano sujetaba una pancarta en la que podía leerse: "¡¡En lucha por nuestras zonas verdes!!". Seguramente, la misma que ya ondeó el pasado sábado durante la segunda manifestación contra la deforestación del parque. "Ya hay recurso interpuesto por Ecologistas en Acción que tiene que resolver esta semana el juez. Si lo aceptan, fenomenal. Si no, pues a seguir intentado la vía judicial y, mientras tanto, daremos la batalla en la calle".

Medio centenar de vecinos se concentra a las puerta de la Junta del distrito para protestar contra la tala de árboles en el parque de Madrid Río.
Medio centenar de vecinos se concentra a las puertas de la Junta del distrito para protestar contra la tala de árboles en el parque de Madrid Río.
Guillermo Azaola

Las primeras espadas de varios partidos políticos también se acercaron a la concentración. "Siempre vamos a estar al lado de los vecinos y vecinas que defienden con uñas y dientes lo que es un acto unilateral de la Comunidad y el Ayuntamiento. Almeida y Ayuso acabarán pagando la arrogancia de gobernar de espaldas a la gente", justificaba su presencia el portavoz de campaña de Más Madrid, Eduardo Rubiño. "Es una reivindicación justa. Los vecinos y el PSOE defendemos que haya una nueva estación para este distrito, pero que no sea a costa de la tala de más de mil árboles", hacía lo propio, la alcaldable socialista, Reyes Maroto. "No se pueden trasladar los árboles como dicen desde la Comunidad. Hay estudios que demuestran que si los sacan se van a morir porque tienen 50 años. Los vecinos quieren que corten el tráfico, no los árboles", decía, por su parte, el candidato las municipales por Recupera Madrid, Luis Cueto.

Y fue precisamente la presencia de los políticos lo que prendió la mecha de la primera bronca de la tarde en la junta. Todo el mundo estaba ya en el interior de la sala, cuando arrancó la sesión la concejala del distrito, la popular Cayetana Hernández de la Riva.

—Bienvenidos al Pleno del distrito. Los concejales del Grupo Mixto sabrán lo que es. Usted señora ministra [Reyes Maroto] igual no...

—He ido a varios ya... —replicó Maroto, con media sonrisa, desde la primera fila de butacas.

—Aquí hay vecinos, no tiene nada que ver con los del Senado.

—¿Y los del Congreso?

—No tiene la palabra señora ministra, muchas gracias.

De pronto, el auditorio, con la presencia inusitada de decenas de vecinos, se llenó de gritos y abucheos. "Es una vergüenza, es une vergüenza", refunfuñaba una mujer del público. Pero solo era un aperitivo de lo que estaba por llegar. Hasta entonces, tenían que tomar la palabra las AMPAs de los IES Gran Capitán y Juan de la Cierva y los CEIP Joaquín Costa, Marqués de Marcenado, San Eugenio y San Isidro y Tomás Bretón. Querían saber "qué acciones va a realizar la Junta de Arganzuela para que la Comunidad devuelva la estación de la línea 11 de metro a la ubicación del proyecto aprobado, evitando la desaparición del barco pirata, la alameda de árboles del antiguo parque de Arganzuela y la inseguridad que genera una estación de metro dentro de un parque".

La respuesta de la presidenta acabó con un "entiendo que no les guste lo que les cuento" y empezó así: "Como comprenderán, estos proyectos de gran complejidad técnica se hacen por técnicos, no por políticos. El estudio informativo de la L11 contaba con tres alternativas de trazado y una estación que es Madrid Río. Tras salir de información pública, se modificó para añadir la de Comillas, a petición de los vecinos y del Ayuntamiento. Y por esa razón, así como por la afección de las tuberías del Canal de Isabel II, durante la fase de redacción del proyecto, la estación de Madrid Río se desplazó unos metros". A lo que añadió para atajar el futuro del barco pirata y la seguridad. "Desde la Comunidad nos informan que se hará un nuevo parque infantil, dado que el actual está tan deteriorado que no se puede desmontar. Por otra parte, la sensación de seguridad es bastante personal, esta estación no tiene que ser más insegura que otras de la ciudad".

En orden, tres vecinos y miembros AMPAs intervinieron después. "Desafortunadamente, muchos dirigentes políticos mundiales sacrifican el medioambiente en aras de un malentendido progreso. Nos hacen creer que los avances científico técnico nos salvarán del cambio climático pero hoy por hoy el único medio que tenemos de luchar contra la destrucción del planeta es preservar nuestros entornos naturales y reducir la contaminación. Ayudándonos de la técnica, eso sí. Finalmente, las paradas de transporte público en zonas menos iluminadas y transitadas que las calles, como es un parque, generan mucha inseguridad de noche. Personalmente, no las deseo para mí, ni para mis hijos. Por todo ello, confiamos en que usted nos apoye", expuso Cayetana Aguirre, de Joaquín Costa, para arrancar el aplauso unánime de los asistentes.

—Para la próxima vez, que sepan que no se puede aplaudir —reprochó la concejala.

La bronca iba a llegar dos puntos más adelante, cuando la vocal vecino del PSOE cuestionó cuáles eran los criterios que se tienen en cuenta para cambiar la fecha de los plenos del distrito. Desde la mesa, arguyeron que los cambios sólo se producen "cuando hay festividades y siempre para ayudar y colaborar con la labor de fiscalización que tienen los grupos de la Oposición". En las fiestas de Navidad, Semana Santa, la Inmaculada o, excepcionalmente, por la pandemia.

Visiblemente emocionada, la vocal vecino del Grupo Mixto comenzó a exponer las razones por las que consideraba que la junta debía haberse pospuesto. "Es un día donde se reivindican las dificultades que tienen las mujeres para promocionar a puestos más altos en las empresas, conciliar su vida familiar y laboral o, incluso, sufrir malos tratos". De fondo, se proyectaban gráficos sobre la desigualdad en una gran pantalla. "Por favor, cíñase a la pregunta", le interrumpió en repetidas ocasiones Hernández de la Riva. "Cuando el 50% de la población tenga los mismos derechos que el otro 50%, no será necesario celebrar este día", continúo sin inmutarse la vecina de la oposición hasta que la presidenta espetó: "Yo también soy mujer, seguramente mucho más feminista que usted, no me tiene que decir qué se celebra hoy". 

En ese momento, toda la bancada de la oposición se puso de pie en tromba. "Nos vamos", se decían unas a otras indignadísimas. Y siguiendo su ejemplo, casi toda la masa de oyentes también empezó a recoger sus cosas. "¡No a la tala, no a la tala, no a la tal!", despertó un coro improvisado, camino a la puerta. "¿Se van? Muchas gracias, seguimos con el pleno...", concluyó la concejala. Y así, poco a poco, se fue vaciando la sala hasta solo quedar un puñado de personas, los vocales de PP, Ciudadanos y Vox y la presidencia.

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