Así fue la vida de Cristina Macaya, la gran anfitriona de Mallorca y una mujer comprometida con la labor social

Cristina Macaya en 2015.
Cristina Macaya en 2015.
Carlos R. Álvarez / GETTY IMAGES
Cristina Macaya en 2015.

Durante décadas, Cristina Macaya se convirtió en uno de los estandartes de Mallorca. Fue ella quien convirtió la ciudad en el mejor destino de verano para la alta sociedad, quienes recientemente le han tenido que decir adiós al fallecer a los 77 años en Es Canyar a causa de un cáncer.

"Lo padecía y sufría pero lo contemplaba, no lo vivía. Llevaba años de operaciones, iba a la clínica a la quimioterapia y después se iba al supermercado a comprar porque tenía gente para cenar. Estos últimos años me ha impresionado su fortaleza física y mental", ha afirmado el sacerdote Bartomeu Català, uno de sus íntimos amigos, en ABC

También el presentador Fernando Schwartz ha señalado en El Diario de Mallorca que "era un torbellino de vida, una mujer espléndida, llena de generosidad". Y no es para menos porque siempre se aprovechaba de sus buenas relaciones para ayudar a los demás.

Cristina Macaya en la boda de Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo en Madrid.
Cristina Macaya en la boda de Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo en Madrid.
Europa Press via Getty Images

Aunque pueda parecer lo contrario, su vida no siempre fue fácil. Cristina López Mancisidor, que es como realmente se llama, nació en Madrid en 1945 y pronto supo lo que era el dolor por el fallecimiento de su padre, cuando tenía ella 15 años, y el de su marido.

"Mi vida está marcada por la pérdida de dos hombres. Mi padre murió cuando yo tenía 15 años y me impacto muchísimo. Y a los 28, con tres niños pequeños y embarazada de cinco meses de mi hija María, perdí a mi marido. Murió mientras iba sentado a mi lado, circulando por la M-30 en un coche conducido por mí. Un aneurisma fulminante", contó a SModa en una ocasión. Sin embargo, ella lo tenía claro: "A partir de ahí o te hundes o sales adelante, y yo hice lo segundo".

Desde entonces decidió centrarse en el cuidado de sus cuatro hijos y poco después comenzó una relación con Plácido Arango, con quien estuvo durante 17 años. Nunca llegaron a casarse, pero fueron una de las parejas más consolidadas del panorama de la época. El fin de su amor no rompió la amistad entre ellos. 

Lejos de sus relaciones sentimentales, Macaya fue conocida por su labor social. Esta aventura comenzó años después de quedarse viuda, cuando Enrique de la Mata, presidente de la Cruz Roja en aquel entonces, le ofreció colaborar. Llegó a presidir la institución durante once años y desarrolló, entre otras cosas, el Sorteo de Oro, con el que consiguieron una gran financiación.

También promovió la Unidad de Madres de la cárcel de Palma de Mallorca en colaboración con Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias en el Ministerio del Interior. Estas labores hicieron que en 2006 Naciones Unidas la reconociese con el premio Women Together.

Una de sus labores sociales más destacadas es Proyecto Hombre, junto al sacerdote Bartomeu Català, dedicado al tratamiento de la drogodependencia. Para ello contó incluso con el apoyo de la reina Sofía. 

La anfitriona más conocida de Mallorca

A pesar de que nació en Madrid y vivió en varios sitios como París o Nueva York, Cristina Macaya se enamoró de Mallorca y compró Es Canyar, una masía en la sierra de Tramontana. Allí, además de a sus familiares, dio cobijo a ilustres personajes de la política, la cultura y la realeza.

Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, Jack Nicholson, Miguel Bosé, Gwyneth Paltrow, Felipe González, Bill Clinton, Isabel Preysler o Rosario Nadal son algunos de los rostros conocidos que han pasado por su casa.

Cristina Macaya saludando a la reina Sofía.
Cristina Macaya saludando a la reina Sofía.
Europa Press

No podía faltar en su círculo más cercano el rey Juan Carlos. El monarca, junto a su familia, ha sido un asiduo a pasar sus veranos en la isla balear, donde ha coincidido muchas veces con Macaya.

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