La UE prepara el envío inmediato de obuses de calibre 155 para que Zelenski se rearme ante la ofensiva rusa

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, camina junto al canciller alemán, Olaf Scholz.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, camina junto al canciller alemán, Olaf Scholz.
HANNIBAL HANSCHKE
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, camina junto al canciller alemán, Olaf Scholz.

La Unión Europea avanza a paso más rápido del que seguramente le gustaría en una situación diferente a la actual y ese paso ligero le empuja a ser casi como una esponja: absorbe planteamientos que otros tiempos fueron tabú. Así, se encamina hacia un envío acelerado de obuses de calibre 155 para que Ucrania responda a la nueva ofensiva rusa, que sigue centrada en Bajmut, donde además las tropas de Kiev tratan de aguantar en una situación extremadamente difícil. Los estragos del conflicto son vidas arrancadas, azulejos rotos de lo que un día albergó alegría o huellas de quienes huyen. Por eso Ucrania quiere más ayuda, y la quiere ya.

Los ministros de Defensa de los Estados miembros, reunidos estos días en Estocolmo, han empezado a allanar el terreno para una decisión que tienen que tomar en último término los líderes en la cumbre de este mes, tal como han confirmado fuentes consultadas por 20minutos. Hasta que ese momento llegue, los socios debaten por primera vez el paquete de apoyo extraordinario de 1.000 millones propuesto por el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell.

La idea es que la UE facilite con celeridad el envío de obuses de calibre 155 a Kiev. Por eso la intención de Borrell es tirar de los arsenales de los propios Estados miembros, cuya reposición será financiada con 1.000 millones tan pronto como se desbloqueen los 2.000 millones que los Estados miembros acordaron el pasado diciembre para cargar el Mecanismo Europeo para la Paz, el instrumento con el que la UE ha financiado hasta ahora el envío de armas a Ucrania durante la guerra.

Junto a esta iniciativa, la diplomacia europea quiere que los Veintisiete avancen en un plan de compras conjuntas de munición para adquirir hasta siete categorías diferentes, según calibre, que sirva tanto para mandar Ucrania como para rellenar las reservas militares en Europa. La idea de Borrell es dar un papel central a la Agencia Europea de la Defensa (EDA, por sus siglas en inglés), que cuenta con equipos de trabajo a este fin pero que nunca se han puesto en marcha a la escala que requiere la guerra en el este del continente. Según las fuentes ya hay un total de 25 Estados miembros a favor de la propuesta, además de Noruega.

Daniel Gil, analista en The Political Room, recuerda a 20minutos que la clave está "en la producción propia", y aquí aparecen los Bálticos, que consideran clave "desarrollar la industria europea de Defensa, pues tiene mayor capacidad de la que muestra". Ahora, en el otro lado la propia industria "asegura que para qué va a producir más si no tiene pedidos". Eso podría cambiar con la fórmula para Ucrania. Gil asume, no obstante, que todo tendría que hacerse "con producción propia precisamente para justificar el uso de fondos europeos". No tendría por tanto acudir a terceros países, comprar el armamento y posteriormente donarlo a Kiev. "Los escollos en estos casos siempre son políticos, nunca legales", sentencia Gil.

Intercambio de más de 200 prisioneros

Por otro lado, las autoridades rusas y ucranianas han confirmado este martes un nuevo intercambio de prisioneros en virtud del que Rusia ha recuperado a 90 militares cautivos por Ucrania, mientras que otros 130 defensores ucranianos han regresado a Kiev. Según ha confirmado en redes sociales el jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andrii Yermak, entre los ciudadanos que han regresado a territorio nacional se encuentran miembros de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Nacional e incluso agentes fronterizos.

Asimismo, Yermak ha detallado que de los 130 prisioneros liberados por Rusia, 87 habían desempeñado labores defensivas en la ciudad de Mariúpol, 71 de los cuales destacan por haber defendido la planta siderúrgica de Azovstal. "La mayoría de personas que recuperamos hoy están gravemente heridas. Como dice le presidente Volodimir Zelenski, el Estado debe cuidar de cada uno de ellos. Cada uno de nuestros héroes debe sentir que el Estado lo está cuidando", ha zanjado Yermak.

Bajmut, el centro de todas las hostilidades

Rusia ha tomado la delantera en la guerra de nuevo, después de perderla el pasado mes de diciembre. Así, las tropas de Moscú centrarán sus esfuerzos en la captura de Bajmut, ciudad del Donbás donde las tropas ucranianas resisten los ataques enemigos desde hace más de ocho meses y donde los combates, ya de carácter urbano, se han recrudecido al máximo en la últimas semanas. Bajmut, que tenía 70.000 habitantes antes del inicio de las acciones bélicas, es un "importante núcleo de defensa de las tropas ucranianas en el Donbás", destacó hoy el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, en una reunión con la cúpula militar del país.

Y Ucrania duda. Hace unas semanas Zelenski declaraba que su Ejército no defendería Bajmut a cualquier precio y lo haría solo hasta que fuera "razonable", el mandatario junto con sus jefes militares han decidido no replegar las tropas ante el avance ruso y continuar su táctica de desgaste de la fuerzas enemigas. "La defensa ucraniana de Bajmut continúa degradando las fuerzas de ambos bandos. Durante el fin de semana las fuerzas ucranianas probablemente estabilizaron su perímetro defensivo tras los avances previos rusos", según un informe de la inteligencia británica.

El estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra (ISW, en sus siglas en inglés) apuntó en su ultimo informe que la batalla de Bajmut ha adquirido "importancia estratégica" debido la composición de las fuerzas rusas que atacan la ciudad, cuyo grueso lo componen los mercenarios del Grupo Wagner, fundado por el empresario Yevgueni Prigozhin. 

La gente no se va debido a los combates y al vacío informativo. Hay dificultades de comunicación y la gente está en situación de estrés

La ministra ucraniana para la Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados, Iryna Vereshchuk, afirmó asimismo que en Bajmut quedan menos de 4.000 civiles, de ellos 38 niños. "La gente no se va debido a los combates y al vacío informativo. Hay dificultades de comunicación y la gente está en situación de estrés debido a los intensos bombardeos", explicó Vereshchuk en un maratón informativo de la televisión ucraniana. Añadió que el Ministerio de Reintegración creó equipos especiales de evacuación provistos de vehículos blindados, pero admitió que estos tienen dificultades para acceder a la ciudad por el fuego enemigo

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