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Entrevista

Nuria Máximo: "La equinoterapia puede mejorar la calidad de vida, pero no es la panacea ni funciona en todas las patologías"

  • La especialista en terapia asistida con animales explica qué esperar y qué no de estas actividades.
Nuria Máximo ES doctora en Terapia Ocupacional y Coordinadora de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos
Nuria Máximo es doctora en Terapia Ocupacional y Coordinadora de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos
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Nuria Máximo ES doctora en Terapia Ocupacional y Coordinadora de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos

Las terapias asistidas con animales no son nada nuevo, llevan mucho ayudando a mucha gente a sentirse mejor física y emocionalmente, especialmente a personas con determinadas patologías o discapacidades. Las terapias asistidas con animales pueden ser con animales tradicionalmente considerados de compañía, como los perros y los gatos, pero también con caballos. Es lo que se conoce como equinoterapia, que ha sufrido una auténtica explosión en los últimos años. Sin embargo, debido al aumento de interés, así como a la falta de regulación, el mercado está plagado de ofertas que poco tienen que ver con una verdadera terapia. Nuria Máximo, doctora en Terapia Ocupacional y Coordinadora de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, nos explica en qué podemos esperar y qué no de la equinoterapia y cómo identificar una terapia real de lo que no lo es.

En los últimos años ha habido un incremento de las terapias asistidas con animales, especialmente con caballos. ¿Por qué? ¿Es simplemente una ‘moda’?Vivimos en la sociedad de la información donde todo transcurre muy rápido y se conocen experiencias y hallazgos en cualquier parte del planeta en tiempo récord y eso incluye también a este tipo de terapias. Es cierto que en campo del conocimiento científico en las intervenciones asistidas con animales está creciendo y todavía queda mucho por descubrir y comprender.

¿Qué nos puede decir de la equinoterapia en concreto? ¿Qué beneficios probados tiene?La terapia con caballos tradicionalmente se había utilizado sobre todo para la mejora del control motor, todo tipo de lesiones y patologías que afectan al control del movimiento, el equilibrio o incluso la fatiga como por ejemplo en parálisis cerebral, lesiones medulares o esclerosis múltiple, respectivamente. Pero cada vez más, se diseñan programas donde hay un abordaje más integral tratando otros aspectos más de índole social y emocional. Paralelamente se avanza hacia el reconocimiento del caballo como un ser especialmente sensible al que hay que respetar e incluir como un elemento activo que no debe ser "usado" como una herramienta. Para ello, todas las acciones "pie a tierra" de descubrimiento mutuo que permitan una relación y vinculación humano-caballo abre la puerta para obtener mejores logros y hacerlo desde la empatía.
Pero también hay un gran impacto en la parte social en colectivos con alta vulnerabilidad, como mujeres supervivientes de violencia de género o menores dentro del círculo de la violencia. También se está explorando el impacto en funciones ejecutivas (memoria de trabajo, planificación supervisión de uno mismo, etc.) en déficit de atención con/sin hiperactividad. Algunos estudios han encontrado mejorías en la autoestima en este mismo colectivo.

También se habla mucho de los beneficios de la equinoterapia en personas con autismoLas personas con autismo son un colectivo con necesidades muy concretas, pero variadas para cada individuo. Para algunas personas puede ser muy beneficioso el contacto con la naturaleza y el uso de la conexión con el caballo para la mejora de ciertos aspectos, como puede ser la integración sensorial o los aspectos de comunicación, pero eso debe hacerse siempre con una evaluación detallada de las necesidades de la persona y un diseño especifico respetando lo que la terapia con caballos le pueda ofrecer. Para eso es muy importante la especificidad del caballo y por supuesto del equipo interventor.

En un artículo de la revista científica The Conversation también habla en este colectivo de mejora en la interacción social, reducción del estrés…Los beneficios que se han encontrado pueden centrarse en la esfera física, social, emocional y conductual. Cada vez está cobrando más importancia los programas de "pie a tierra" donde no se monta o si se monta al caballo es excepcional. Aún queda mucho por estudiar y avanzar en el conocimiento de los beneficios que cada modalidad puede desarrollar mejor y lo que es más importante que consecuencias a largo plazo tiene cada una de ellas en los caballos participantes. 

Cuando se hace correctamente, con un equipo bien formado, podemos esperar progresos

También se deja muy claro que los beneficios ‘no son milagrosos’. ¿Es peligroso también crear falsas?Efectivamente, la terapia con animales y concretamente con caballos, siempre deben ser un complemento. Mejora en muchos casos la calidad de vida y, como se ha comentado, hay logros que quizás de otro modo no se alcanzarían o se tardaría más en conseguir. Pero, no es la panacea, no sirve para todas las patologías y ni siquiera para todas las personas. No podemos decir que cura el cáncer o el autismo porque eso es totalmente falso. 

¿Qué podemos esperar realmente de la equinoterapia?Cuando se hace correctamente, con un equipo bien formado, una evaluación de los procesos y una selección de las actividades podemos esperar progresos, sobre todo en la esfera emocional y en la calidad de vida. Pero es muy importante que dentro de ese equipo consideremos a los animales como una parte fundamental y debemos tener en cuenta que cuando la terapia no funciona el fallo, siempre es humano. Nunca del caballo. Hemos diseñado mal los objetivos, la metodología, el equipo de profesionales, incluso hemos manejado inapropiadamente al animal o cualquier otro factor que no se haya considerado apropiadamente.

Para obtener beneficios a largo plazo, ¿cuánto tiene que alargarse la terapia en el tiempo?Este es uno de los aspectos que hay que investigar más. Casi todos los autores hablan de 8 a 12 semanas, pero aquí hay un factor muy importante. Lo que conocemos es lo que se publica en revistas de impacto y hacer investigación en intervenciones asistidas con animales es caro, si además incluimos animales y esos animales son caballos, los costes se disparan. De aquí, que muchos estudios tengan muestras pequeñas y no se alarguen mucho en el tiempo. Pero al menos con esas duraciones ya se ven cambios positivos.

El boom de estas terapias hace que se ofrezcan con mucha ‘alegría’. ¿Es equinoterapia todo lo que parece?Tristemente en nuestro país no hay una ley que regule las intervenciones asistidas con animales. Ninguna de las modalidades, tampoco la formación, los profesionales que se dedican a ello ni por su puesto qué animales pueden dedicarse a este tipo de intervención y bajo qué condiciones. No hay un registro oficial donde las entidades se inscriban y den de alta a sus profesionales y a los animales. Esto genera una gran indefensión del cliente potencial (recordemos que estamos hablando de temas de salud y de educación muy delicados) ni a los profesionales ni a los animales. Es una realidad, que, en algunos casos, se destinan animales que ya no son "productivos" para otras variedades como el deporte, o las clases de equitación ordinaria y se les destina para terapia cuando son caballos mayores, con dolores, que no deberían soportar peso, por ejemplo. Eso es maltrato animal. Pero si además lo que se pretende es mejorar el control postural y la marcha, resulta que biomecánicamente lo que está transmitiendo ese caballo es una marcha incorrecta, por el dolor o la presencia de cojeras, así que yo diría que esto es, además, un engaño.

Tristemente en nuestro país no hay una ley que regule las intervenciones asistidas con animales

¿Cómo podemos distinguir una verdadera terapia de un simple paseo en caballo que nos vendan con terapéutico?Es muy importante que nos ofrezcan un equipo profesional preparado. El que diseña la intervención debe ser un experto en la materia, si vamos a hacer terapia, debería ser un profesional del ámbito de la salud con una especialización posterior. Debe conocer nuestra patología y saber cómo los caballos nos pueden ayudar. Además, debe acompañar un guía o técnico equino que acompañe al animal y se asegure de su bienestar. Debe haber una valoración previa, un registro de los logros, unas metas a alcanzar y eso se nos debe comunicar.
Debemos usar el sentido común, la magia no existe, por un paseo en el campo no nos curamos de la depresión. Es como decir que tomar un café con una amiga es terapia, a ver, nos puede ayudar charlar y ser escuchados, sentirnos queridos, pero si tengo una depresión, debo ir a psicoterapia si es que quiero superar mi situación y de paso, pagar los honorarios que le corresponden por un trabajo profesional.
Es muy importante también que la ciudadanía conozca que lo natural para un caballo es vivir en manada con un grupo de iguales. Si los vemos siempre encerrados en los establos, si no tienen tiempo de disfrutar juntos y en libertad... si solo les sacan para ser montados una y otra vez, no deberíamos acudir a ese tipo de centros. 

 El que diseña la intervención debe ser un experto en la materia, si vamos a hacer terapia, debería ser un profesional del ámbito de la salud

¿Cómo debería regularse para que esto no pase? ¿Aparece alguna mención en la nueva Ley de protección animal?En el primer borrador se incluyeron algunas cosas muy interesantes para la protección y el bienestar de los caballos en general (no solo de los destinados a Intervenciones asistidas). Eran aspectos muy positivos que se han perdido entre los anteproyectos y el documento que ahora mismo está en el Senado. Los caballos prácticamente han desaparecido, quedando en un limbo entre animales de producción, animales que se usan para actividades...Parece que lo poco que se ha regulado es su participación en actividades lúdicas y festivas y en romerías. Además, y por la redacción de la disposición preliminar, los caballos quedarían excluidos (la famosa enmienda del PSOE) al ser animales utilizados en actividades específicas.
Lo primero sería regular la formación, un registro oficial de entidades, profesionales y animales que participen en estos programas. Regular por ley cuáles serían las prácticas permitidas para la cría, selección, cuidado, mantenimiento y entrenamiento. Regular el número de horas permitidas de trabajo y establecer los cauces de la jubilación de estos animales. Y prohibir el uso de animales salvajes para las intervenciones asistidas. 

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