A pesar de que es muy reservada con su vida privada, Carolina Adriana Herrera se ha dejado ver estos días junto a Pedro Noronha, un inversor portugués de 45 años que se ha convertido en su nueva ilusión. Lo ha hecho asistiendo a ARCO, la feria de arte contemporáneo celebrada en Madrid durante la semana pasada.

Según la revista ¡Hola!, la hija de la conocida diseñadora lleva saliendo con el portugués medio año, lo que además confirma oficialmente su ruptura con Francisco Bosch, empresario y galerista argentino con quien se le vio por última vez en noviembre de 2021.

Por lo tanto, con estas últimas apariciones se puede intuir que Pedro de Noronha, quien nació en 1977 en Estoril, es quien ocupa ahora el corazón de la hija de Carolina Herrera. El inversor se encuentra viviendo entre Lisboa y Londres, aunque hace numerosas visitas a su chica en Madrid, al igual que ella realiza el camino inverso.

Europa Press via Getty Images

Pedro está graduado en Económicas por la Universidad Católica Portuguesa, pero hace más de 20 años que decidió trasladarse a Reino Unido para trabajar en Merrill Lynch y JP Morgan como analista de inversiones y gestor de negocio.

Es todo un emprendedor, puesto que en 2008 fundó Noster Capital, una compañía de fondos de inversión de la que es socio director, según reza su perfil de LinkedIn. Además, puede conversar con ciudadanos de cualquier parte del mundo puesto que habla cinco idiomas: portugués, inglés, italiano, francés y español.

Gracias a su experiencia y sus conocimientos ha podido participar en programas de televisión especializados en economía, así como escribir artículos en prensa. Incluso ha llegado a formar parte de la lista de personas menores de 40 años más influyentes en su sector.

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En cuanto a su vida sentimental, Noronha se casó en una ocasión, de cuyo matrimonio nacieron sus dos primeros hijos. Además, estuvo saliendo posteriormente con la modelo turcodanesa Tülin Sahin, con quien no llegó a casarse oficialmente a pesar de celebrar una boda. Junto a ella tuvo a su tercera hija, que actualmente tiene tres años. Su amor se acabó en 2020 y ahora mantienen una batalla en los tribunales.

Por último, la nueva ilusión de Carolina Adriana es un auténtico apasionado de los deportes, pero en especial del surf. De hecho, en 1993 formaba parte de la Selección Nacional de Surf de Portugal y ganó un campeonato mundial juvenil internacional.