Una joven de Gran Canaria publicó en Instagram el pasado fin de semana cómo una joven se subía al capó de su coche a bailar mientras la chica que grababa se reía.

Las autoridades están investigando lo ocurrido y están tratando de dar con la persona que conducía ya que se podría considerar un delito de conducción temeraria que puede conllevar una pena de prisión de 6 meses a 2 años y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo entre 1 y 6 años.

El vídeo que fue compartido por la plataforma Social Drive en Twitter, ya cuenta con más de 202.000 visitas y 80 comentarios: "La risitas se va a quedar sin carnet de conducir para el resto de su vida", comenta un usuario.