Entrevista

Donatella Rovera, investigadora de Amnistía Internacional en Ucrania: "Lo que sale por las redes sirve para averiguar lo que ha pasado"

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Amnistía Internacional. Donatella Rovera. Guerra Ucrania
Donatella Rovera, durante la entrevista con 20minutos. 
Jorge París
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Amnistía Internacional. Donatella Rovera. Guerra Ucrania

Cuando se cumple un año del inicio de la invasión de Ucrania, las cifras de los crímenes cometidos con la excusa del enfrentamiento armado se cuentas ya por cientos. Es por eso que la labor de investigarlos es tan importante para hacer justicia y, para ello, las organizaciones internacionales son fundamentales. Donatella Rovera (Cuneo, Italia), es investigadora de conflictos y asesora senior en el Programa de Respuesta de Crisis de Amnistía Internacional. En el trascurso de estos doce meses ha pasado varios meses en Ucrania para liderar las investigaciones sobre crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y otros abusos de derechos humanos. Rovera lleva más de 20 años investigando conflictos y crisis en todo el mundo, desde Siria, Libia, Irak, Yemen, Sudán del Sur y República Centroafricana, hasta las más recientes en Ucrania y Etiopía, entre muchas otras. La investigadora atiende a 20minutos para relatar lo que ha visto en el terreno, el fruto de sus investigaciones y el alcance de los conflictos que asolan el planeta.

¿Qué ha podido visitar de Ucrania durante su investigación?Al principio estuve investigando en el norte de Kiev, donde se produjeron muchas ejecuciones extrajudiciales y desapariciones con tortura, detenciones y muertos al principio de la ocupación. También he ido al este, a la ciudad de Jarkov, que desde el principio y hasta ahora sigue siendo la ciudad más bombardeada de todo el conflicto. La mayoría de la población se ha ido, pero es una ciudad muy grande, así que todavía ha muchas personas. De hecho, muchos viven en las estaciones del metro para resguardarse de bombardeos. También he estado en el Donbás, en ciudades que han ido cambiando de manos. Y por último he estado en el sur, en la región de Mykolaiv, justo antes de que Ucrania reconquistara Jersón.

¿Actualmente cómo es la situación en el país?La situación humanitaria en un conflicto siempre es difícil, pero lo que sí es diferente en el caso de Ucrania es que la ayuda humanitaria llega en un nivel mucho más alto que en otros conflictos. En Ucrania, como las fronteras están abiertas, no hay dificultades de acceso ni para la ayuda humanitaria ni para los investigadores o los periodistas.

Algunos combates importantes se desarrollaron en territorio que sigue en manos de Rusia ¿Es posible trabajar bien ahí?En esas regiones no tenemos ningún tipo de acceso. La información que se puede conseguir sobre la situación en estas regiones son esencialmente a través de dos fuentes: de personas que consiguen salir de allí o accediendo cuando las fuerzas rusas pierden el control, como ha pasado en varios puntos del país. Tratar de comunicarse en remoto con las personas que viven bajo ocupación rusa es en ocasiones muy complicado por cuestiones de seguridad. Cuando Rusia se va, se puede hablar con la población y hacer investigación de campo. El problema es que hay lugares que llevan mucho tiempo ocupadas y quienes salieron lo hicieron al principio, así que hay muy poca información.

Lo que sale por redes sociales es una parte pequeña de lo que se puede averiguar; pero sirve

¿Qué papel juegan las imágenes y los vídeos de redes sociales para investigar los crímenes?En Ucrania hemos tenido la posibilidad de hacer investigación en el terreno y hemos privilegiado eso. Pero se han producido excepciones y sobre todo al principio, cuando no se podía ir a zonas ocupadas, nuestro trabajo fue más en remoto. Por ejemplo, la investigación que hicimos sobre el bombardeo del teatro de Mariúpol fue exclusivamente a distancia. Algunos colegas se pasaron semanas entrevistando a personas que habían salido de Mariúpol y después comprobaban todo con imágenes satélites, vídeos, fotos, etc. Lo que sale por redes sociales es una parte pequeña de lo que se puede averiguar; pero sirve. Incluso donde hemos ido de manera presencial a investigar, como es el caso de Bucha, también utilizamos imágenes públicas para averiguar algunos aspectos de los testimonios.

Precisamente en Bucha se produjo una de las grandes masacres de esta guerra, aunque no ha sido la única. ¿Se están produciendo crímenes especialmente cruentos en este conflicto?La brutalidad, incluso la gratuita por parte de miembros de grupos armados que matan y torturan simplemente porque pueden hacerlo, es algo que sucede en todas las guerras. En el caso de Ucrania, Rusia ha tenido dinámicas similares a otros conflictos como los de Siria, Chechenia o Libia, donde han participado mercenarios rusos de Wagner. Esto no quiere decir que la guerra en Ucrania sea igual a otras, puesto que no hay dos guerras iguales. En esta, como en muchas otras en el pasado, también se ha vivido violaciones de derechos humanos, y eso es lo grave, que se repita lo mismo. La mayoría de las veces se producen porque en muchos casos hay impunidad.

¿Cómo puede combatirse esa impunidad?Investigando. Y en este sentido la guerra en Ucrania sí es distinta. Estamos viendo desde el principio esfuerzos, y no solamente a nivel local, también a nivel internacional. Se está actuando de forma muy concreta para investigar y hay una lucha contra la impunidad a un nivel que no hemos visto en otros conflictos. Una de las razones es porque es posible trabajar fácilmente.

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Amnistía Internacional. Donatella Rovera. Guerra Ucrania
Donatella Rovera, durante la entrevista con 20minutos.
Jorge París

¿Cómo es el proceso para investigar estos crímenes?Depende del tipo de violación. Los testimonios son muy importantes, pero pueden ser verdaderos o no. Son un elemento de la investigación, pero hay que recolectar más información. Tenemos que obtener pruebas materiales como, por ejemplo, trozos de munición, algo que nos permita establecer quién la utilizó, porque en muchos casos son rastreables. También podemos utilizar imágenes satélite. En definitiva, toda la información que se pueda tener de cualquier fuente la buscamos, incluidos vídeos y fotos que nos envía la gente. Muchas veces son imágenes que no han sido publicadas en redes sociales, porque en Ucrania hay una ley que impide a los ciudadanos publicar vídeos de operaciones militares.

En situaciones de conflictos hay mucha contaminación de pruebas, porque la gente limpia y mueve las cosas, así que si no llegas temprano o se produce otro ataque en el mismo sitio esas pruebas desaparecen

¿Han podido encontrar pruebas en Ucrania sobre estos crímenes?En Bucha, por ejemplo, encontramos unos cartuchos que nos permitieron conocer quiénes eran los posibles autores de una matanza en el interior de una casa. Esto fue al principio del conflicto, cuando ambas partes usaban las misma munición. Ahora es distinto, porque Ucrania usa de países occidentales. Por eso esta investigación fue tan interesante, porque pudimos confirmar exactamente que unidades especiales de Rusia lo había usado. Era munición muy rara que Ucrania no tiene y que sabemos dónde se produce. En algunos casos la investigación puede ser muy detallada. En otros casos no se tiene suficiente información o es contradictoria. En situaciones de conflictos hay mucha contaminación de pruebas porque la gente limpia y mueve las cosas, así que si no llegas temprano o se produce otro ataque en el mismo sitio esas pruebas desaparecen.

También han denunciado desde Amnistía el desplazamientos forzoso de la población.Cuando hay enfrentamientos militares, por lo general las personas salen hacia el lado contrario de donde provienen las confrontaciones, pero al no haber posibilidad de salir hacia la zona ucraniana algunos se fueron hacia Rusia por el miedo a los combates. En algunos casos porque las carreteras estaban cortadas. A mucha gente les llevaron en autobuses a lugares muy lejanos y luego salir de Rusia fue sumamente difícil, según nos han contado algunos testimonios. Además, Putin creó nuevos procesos para obtener la nacionalidad rusa de forma exprés y personas con quienes hablamos nos contaron que se sentían bajo presión de cambiarse la nacionalidad.

¿Creen que se va a poder juzgar a los culpables de las atrocidades descubiertas en esta guerra?Es la gran duda. Estados miembros del Tribunal Internacional han dado recursos para esta investigación de crímenes de guerra como no había pasado nunca y han mandado sus propios fiscales para ayudar. Estamos todavía en esta fase. La incógnita es qué porcentaje de casos podrán ser juzgados. Lo que sabemos es que hay muchos intercambios de prisioneros y no sabemos cual puede ser el porcentaje de los soldados que ya han podido regresar a Rusia que pudieron estar implicados en crímenes contra la humanidad. Tanto porque ellos mismos los cometieron o porque fueron testigos, algo muy útil para las investigaciones. En este momento se han juzgado muy pocos casos, pero las investigaciones siguen. Lo que sí parece claro es que hay muchas más posibilidades de justicia, porque los esfuerzos son mucho más grandes que en cualquier otras guerra.

En este sentido, hay otro conflicto que está pasando desapercibido pero que desde vuestra organización alertan que puede ser uno de los más crueles de las últimas décadas: el de Etiopía. ¿Qué está ocurriendo allí?Trabajar en este conflicto ha sido muy difícil. El Gobierno de Etiopía logró algo que yo no había visto en más de 20 años, que es imponer un bloqueo total a los teléfonos e internet durante dos años. Ahora se está restableciendo poco a poco, tras el alto el fuego conseguido en noviembre. Según las organizaciones humanitarias, este ha sido uno de los conflictos más graves en cuanto a muertos: entre 600.000 y 800.000 de una población de entre cinco y seis millones en un período de dos años. El Gobierno también creo un bloqueo de acceso para organizaciones como la nuestra y pusieron problemas a la ONU y la Unión Africana. Lo mismo para periodistas. Además, impusieron restricciones a la entrada de ayuda humanitaria. Muchos de los muertos no fueron en combates, fueron de hambre. Y no lo uso como un recurso literario, murieron de hambre tal cual. En el año 2022. Algunos morían de problemas que se podían tratar de manera sencilla pero algunos hospitales no tenían ni antibióticos ni insulina. Internacionalmente no se han producido esfuerzos para acabar con las matanzas y hemos visto un nivel de violencia sexual sin precedentes.

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