La ministra de Igualdad, Irene Montero, se mantiene en la posición de las últimas semanas: rechaza de plano la propuesta del PSOE para reformar la ley del 'solo sí es sí' e insta al ala socialista del Gobierno y a la "mayoría feminista" del Congreso de los Diputados a alcanzar un acuerdo que no implique "volver al Código Penal de la violencia y la intimidación". 

"Lo más relevante es alcanzar un acuerdo antes de dar la oportunidad al PP de que apoyen una propuesta que vuelva al Código Penal de la violencia y la intimidación", ha abundado Montero, en respuesta a una pregunta de la diputada popular Marga Prohens en la sesión plenaria de este miércoles. 

Entre su departamento y el de Justicia, encabezado por Pilar Llop, se han intercambiado hasta ahora "multitud de documentos", según ha señalado la ministra. No obstante, a menos de dos semanas de que la proposición de ley del PSOE sea debatida en la toma en consideración del próximo 7 marzo (víspera del 8M), no parce que los socios de la coalición hayan conseguido encontrar un punto medio que contente a ambas partes. 

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Ante las críticas de la bancada popular por las revisiones de condenas a agresores sexuales en aplicación de la norma, Montero ha recordado que, ya en 2008, la entonces ministra de Igualdad, Bibiana Aído, tuvo que pedir a los jueces que aplicasen la ley de violencia de género "para no dejar desprotegidas a las mujeres". "Siempre ha habido una reacción a los avances feministas", ha añadido desde la tribuna, afeando al PP que recrimine al Gobierno las rebajas y excarcelaciones de los delincuentes sexuales cuando sus argumentos durante la tramitación de la ley "nunca tuvieron que ver" con ello, sino con una supuesta pérdida de la presunción de inocencia de los hombres.

"Creo que no podemos darle la oportunidad al PP y a Vox de volver al Código Penal de la violencia y la intimidación", ha reiterado Montero, quien considera que volver a introducir esos aspectos como subtipos agravados acarrea "penalizar a las víctimas que no consiguen probar esa violencia".

Así, ha aprovechado el cierre de su intervención para dirigirse a la "mayoría feminista" de la Cámara, a quien ha instado a no permitir que "los reaccionarios de los derechos de las mujeres" aprueben la reforma en los términos en los que está redactada ahora: "Pido por favor que nos sentemos y no nos levantemos de la mesa hasta alcanzar un acuerdo".