El equipo médico que recibió a la embarazada herida de bala en el Clínico de Valencia: "La prioridad absoluta era salvar al bebé"

Intervención en el hospital Clínico de Valencia.
Intervención en el hospital Clínico de Valencia.
EP
Intervención en el hospital Clínico de Valencia.

El hospital Clínico de Valencia se enfrentó este lunes a una situación de extrema urgencia al ingresar a medianoche una mujer embarazada con una herida de bala en la cabeza. El equipo médico que la atendió consiguió salvar la vida del bebé, pero desgraciadamente la mujer falleció.

"Fue una situación tremendamente desagradable. Nos llamaron a las doce de la noche porque traían de Vall d'Uixó a una mujer de 27 años embarazada de 36 o 37 semanas que había recibo un disparo en la cabeza", explica a este periódico un miembro del equipo médico que atendió la emergencia.

"Hubo mucho revuelo en el hospital porque en la recepción y estabilización de la paciente participó un comité de politraumatizado formado por 20 o 30 personas, en el que había urgenciólogos, cirujanos generales, neurocirujanos, anestesistas, ginecólogos... más todo el equipo de enfermería de quirófano y celadores", explica.

Y subraya que en una situación de este tipo "la disyuntiva que se presenta es decidir a quién se salva primero, si a la madre o al bebé". En ese caso, afirma que "la prioridad absoluta fue salvar la vida del bebé" porque los neurocirujanos determinaron "la muerte cerebral" de la madre.

"Son decisiones que se tienen que tomar muy muy rápido. En el comité hay un team-leader que decide, en este caso atendiendo a la recomendación de los neurocirujanos, que determinaron que muy probablemente no se podría hacer nada para salvar la vida de la madre", asegura.

15 minutos para extraer al bebé

"Es una situación que exige decisiones muy rápidas, decididas y definitivas", recuerda este miembro del comité de recepción, quien destaca la rapidez de la intervención: "Desde que ingresó la paciente y se realizó la Eco-Fast solo pasaron 15 minutos hasta que el bebé salió por cesárea".

"En el quirófano había dos o tres ginecólogos, pediatras para estabilizar al bebé y enfermeros. La cesárea tuvo que ser rapidísima, no más de diez minutos, porque el bebé estaba en una situación de peligro vital. Había que abrir lo más rápido posible. Afortunadamente, logramos salvarle la vida", relata.

La cesárea tuvo que ser rapidísima, no más de diez minutos, porque el bebé estaba en una situación de peligro vital"

Este médico del hospital Clínico de Valencia explica que "en una situación de muerte encefálica, cuando hay muerte cerebral y los órganos todavía viven, existe un margen de tiempo hasta que el corazón se para". Y en ese periodo "la madre hace como de incubadora natural porque la sangre sigue fluyendo al resto del cuerpo, al resto de órganos", lo que da un margen para sacar al bebe: "Ese tiempo pueden ser horas o solo unos minutos".

Los órganos de la madre servirán para donación

Inmediatamente después de la cesárea, el equipo médico le realizó un TAC a la madre que confirmó la muerte cerebral: "Vimos que estaba en situación de muerte encefálica, que no tenía flujo cerebral, y no llegamos a operarla. Cuando el cerebro tiene muchísima presión, la sangre no puede llegar. Entonces el cerebro muere, pero el resto del cuerpo puede sobrevivir un tiempo si está irrigado".

Tras comprobar que no se podía salvar la vida de la madre, el personal médico decidió salvar sus órganos: "La paciente estuvo estabilizada en la UCI en el sentido de que seguía fluyendo sangre para mantener el resto de órganos y poder trasplantarlos. Los órganos de una persona de 27 años que fallece de un evento cerebral agudo pueden darle mucha viabilidad a otras personas que los necesiten".

Y aunque el personal médico del Clínico de Valencia consiguió salvar la vida del bebé, este profesional admite que "el ambiente que se respiraba en el hospital era de tristeza porque no se pudo hacer nada por salvar la vida de la madre".

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