"No es un veneno que inhalas y te mueres, pero es muy cancerígeno": el cloruro de vinilo y los posibles efectos del accidente de tren en Ohio

Imagen satélite del incendio tras el descarrilamiento de un tren en Ohio.
Imagen satélite del incendio tras el descarrilamiento de un tren en Ohio.
NBC
Imagen satélite del incendio tras el descarrilamiento de un tren en Ohio.
El pasado viernes 3 de febrero un tren que transportaba materiales peligrosos se salió de las vías y comenzó a arder. 
Wochit

Una fuga de cloruro de vinilo ha tenido en vilo a los vecinos de East Palestine (Ohio) desde el pasado 3 de febrero. Un tren que transportaba productos químicos tóxicos descarriló y provocó un gran incendio. Esto obligó a evacuar las casas más próximas a la zona del accidente durante unos días por su alta peligrosidad.

El incidente desató un sinfín de teorías conspiranoicas e incluso se llegó a hablar de un 'Chernóbil químico'. Sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) declaró en un comunicado que el daño ambiental era limitado y permitió a los residentes regresar a las viviendas el pasado 13 de febrero.

Desde entonces, algunos de los vecinos se han quejado de fuertes olores en las viviendas que les están provocando dolores de cabeza persistentes y han asegurado que muchos animales están presentando síntomas como tos fuerte, ojos llorosos, caras hinchadas y falta de apetito.

La inhalación del cloruro de vinilo puede provocar diferentes problemas en la salud, llegando a ser incluso cancerígeno. Expertos en química explican a 20minutos las consecuencias de respirarlo durante tiempos prolongados.

¿Qué es el cloruro de vinilo?

A temperatura y presión ambiente, es un gas incoloro y con un olor dulce, explica José Ygnacio Pastor, catedrático de Ciencia e Ingeniería de los Materiales en Universidad Politecnica de Madrid. Está compuesto por carbono, hidrógeno y cloro. Su punto de ebullición es de 13 grados.

"Es muy inestable y es muy inflamable", advierte Iñigo Pérez-Baroja Verde, decano del Colegio de Químicos de Madrid. Es muy reactivo, por lo que en combinación con otros gases se utiliza para la producción de PVC (policloruro de vinilo).

¿Afecta a la salud?

Si se inhala en dosis no muy altas, puede provocar diferentes problemas para la salud. Lo más habitual son afecciones en la piel y en sistema neurológico. "Es muy cancerígeno. Afecta al hígado, cuando lo estás respirando continuamente", explica Pérez-Baroja.

Además, lo más probable es complicado ser conscientes de su inhalación porque es inodoro —y a veces con un olor agradable— e incoloro, según José Ygnacio. Sin embargo, "no es un veneno que inhalas y te mueres", sino que hay que estar expuesto a él durante periodos prolongados, tal y como explica Pérez-Baroja. "Depende de la dosis y del tiempo de exposición", puntualiza.

¿Por qué lo han quemado?

Controlar un gas liberado a la atmósfera "es imposible" con la tecnología actual, explica José Ygnacio. Es por ello que los equipos de Ohio iniciaron una quema controlada de los vagones y los químicos desparramados. 

"No es aconsejable", explica Héctor Busto, catedrático de Química Orgánica de la Universidad de La Rioja. Sin embargo, es la forma "más segura y eficiente de limitar el daño del escape de gas", reconoce Pastor.

¿Es peligroso quemarlo?

El peligro depende de la cantidad que se esté quemando de los vientos de la zona, tal y como explica Busto. Al incendiarlo, se desprende fosgeno y cloruro de hidrógeno. "Son dos gases irritantes", recuerda Ángeles Peña, decana de la facultad de Química de la Universidad de Vigo. 

Por eso, los expertos recomendaron a los residentes evacuar la zona. "Fue mejor hacer una quema controlada evitando que hubiese población cerca", reconoce Peña.

¿Qué son el fosgeno y el cloruro de hidrógeno?

En altas concentraciones y a temperatura ambiente, el fosgeno es un gas venenoso y no inflamable. "Este gas se utilizó durante la Primera Guerra Mundial como agente asfixiante", recuerda José Ygnacio. Sin embargo, no es un producto que se acumule en la cadena alimentaria y al ser liberado a la atmosfera se degrada lentamente.

Por su parte, el cloruro de hidrógeno también es tóxico, corrosivo y "su inhalación da lugar a sensaciones sofocantes y de olor a picante", según explican los expertos.

"Ambos gases presentan una densidad mayor que la del aire, por lo que queda a ras de suelo y resulta más difícil inhalarlos y más fácil tratar de aspirarlo antes de su rápida propagación", reconoce José Ygnacio.

¿Podrá volver la gente a sus casas?

Una vez eliminados todos los restos de gas, los residentes podrán regresar a sus casas sin ningún problema o consecuencia. La EPA ya ha recomendado a los vecinos volver a sus hogares. "Me cuesta creer que hayan permitido volver a una zona residencial con niveles altos de cloruro de vinilo, fosgeno y cloruro de hidrógeno", opina Iñigo Pérez-Baroja.

Por su parte, hay quienes consideran que todavía es demasiado pronto. "Lo que son las aguas subterráneas creo que van a estar contaminadas un tiempo", comenta Mariana Arce, profesora de química en la Universidad Europea. "Al ser un gas, el viento lo esparce, pero mientras esté en forma de líquido, se puede filtrar a las aguas subterráneas", explica.

Bajo su punto de vista, y con los datos que se han dado a conocer hasta el momento sobre el incidente, considera que "a largo plazo, hay que controlar toda la zona donde se ha producido el derrame". Hacer regresar a la población ya a sus casas "me parece un poco precipitado", añade.

¿Se puede considerar un 'Chernóbil químico'?

El cloruro de vinilo se degrada en el aire en unos días, mientras que la contaminación radiactiva necesita mucho más tiempo para desaparecer, tal y como explica Ángeles Peña. Para Hector Busto tampoco es comparable lo que ha sucedido Ohio con Chernóbil.

"Los problemas con las centrales nucleares, como Chernóbil, son mucho más llamativos, pero el número de muertos a lo largo de la historia por accidentes nucleares no llega ni al medio centenar", destaca José Ygnacio. "Comparar un posible desastre químico a gran escala con uno nuclear es quedarse muy corto. Los mayores desastres industriales a lo largo de la historia han estado causados por agentes químicos y no nucleares", añade.

Un claro ejemplo de esto es el desastre de la planta química de Bhopal, en la India, en 1984. Hubo más de 25.000 muertos y medio millón de heridos. Aun así, por la menor envergadura del accidente y por no haber ocurrido en zonas altamente pobladas, el accidente de Ohio "no parece que llegue a los niveles del accidente de Bhopal", reconoce Busto.

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