La primera noche del Festival de Sanremo, en la que se elige representante italiano para el próximo festival de Eurovisión, será difícil de olvidar. El cantante Blanco destrozó el escenario dispuesto para su actuación debido a los problemas de sonido. El artista fue duramente criticado en las redes sociales por arremeter contra la escenografía. No obstante, ahora se enfrenta a una denuncia por parte de la asociación de consumidores, quienes alegan que el evento está pagado con dinero público. 

Tras arremeter contra el decorado, Blanco pidió disculpas por la forma en la que manejó las cosas. El director artístico del Festival, Amadeus, las aceptó y expresó que el joven artista era consciente de que había hecho algo que no debía. "No ha pedido que se le comprenda, sino que se le perdone", aseguró el responsable del certamen musical italiano durante una entrevista en la televisión pública RAI.

Sin embargo, el arrepentimiento del intérprete no ha sido suficiente. Una asociación de consumidores italianos llamada Codacons no ha dado crédito a lo sucedido y ha denunciado al artista ante el Ministerio Público de Imperial, para abrir una investigación por el posible delito de "daño", y el Tribunal de Cuentas, para obtener una indemnización por parte del joven debido a los daños y prejuicios provocados. "Blanco será llamado a indemnizar por los daños causados a RAI y a responder por el delito de daños" aseguró la Codacons.

La asociación afirmó que el enfado mayúsculo del artista ha sido un signo de "vulgaridad e inadecuación". "Destruir la escenografía del Festival podría dar lugar a verdaderos delitos", expresó Codacons. Según se cree, el artículo 635 del código penal italiano podría aplicarse en este caso, ya que este establece: "El que destruya, desparrame, deteriore o inutilice, en todo o en parte, bienes muebles o inmuebles ajenos con ocasión de eventos que se celebren en un lugar público o abierto al público, será reprimido con la pena de prisión por periodo de uno a cinco años". 

Codacons sostiene que el destrozo realizado este martes por el joven ha sido un "perjuicio económico para los ciudadanos". "La escenografía de la pagan usuarios italianos que financian la RAI a través del canon, y los daños en jarrones y flores han supuesto un despilfarro de dinero público que ahora el artista tendrá que recompensar", zanjó la asociación.