Las previsiones meteorológicas se están cumpliendo y el temporal de lluvia, viento y marítimo ha llegado a la costa de la ciudad de Barcelona, donde la Guardia Urbana ya se encuentra desplegada este martes a lo largo de los cinco kilómetros de costa de la capital catalana cerrando el paso a los espigones y avisando de que está prohibido entrar al agua mientras ondee la bandera roja.
Dicha prohibición no aplica desde mediados del pasado mes de enero a los surfistas que, por un cambio de normativa municipal, pueden adentrarse en el Mediterráneo por su cuenta y riesgo en temporales como este. Con esta novedad del reglamento, está permitida la práctica de surf, windsurf y paddle surf en situación de Pre-Alerta y Alerta del Plan Básico de Emergencia Municipal por mal estado del mar (PAEM), y en estos casos es responsabilidad de la práctica del deporte la misma persona que lo practica.
Las olas superan los 2,5 metros de altura y a lo largo de este martes podrían llegar a los 4'5 metros, una situación que podría alargarse hasta el próximo jueves. Algunos bares con terrazas en el arenal han protegido los veladores con sacos del azote de las olas, como puede verse esta mañana en la playa de la Barceloneta. También se pueden divisar a surfistas, pocos, en el agua.
La borrasca Isaak que afecta a Cataluña se mantendrá el miércoles y el jueves. El miércoles comenzaría a amainar el viento aunque el fuerte oleaje podría mantenerse hasta el jueves.
Activada la alerta por viento
Esta tarde el Ayuntamiento de Barcelona ha activado el Plan de actuación de emergencia municipal por fuerte viento en fase de alerta lo que supone avanzar el cierre de parques y jardines de la ciudad.
El plan de alerta por viento, se suma a que ya está activado por el mal estado del mar, que ha comportado el cierre de los espigones y la prohibición de entrar al agua mientras ondee la bandera roja, izada en todas las playas.
Desperfectos en las playas de Badalona
En la cercana localidad costera de Badalona, la fuerza de las olas ha provocado que se descalcen algunas casetas de baño de la riera Canyadó, el aliviadero del colector de Llevant, el Club Bètulo o la Donzella de la Costa. La playa de la Barca Maria ha perdido mucha arena y ha obligado a cerrar su acceso. También se ha acordado el cierre de los parques de Can Solei, Ca l’Arnús y el Escorxador por las fuertes rachas de viento.
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