A la hora de tener mascotas en casa, uno de los aspectos más importantes que debemos cuidar el el enriquecimiento ambiental. Cada especie requiere de diferentes formas de estimular sus sentidos y cualidades, por lo que según el animal que escojamos como compañero de piso, tendremos que conocer cuáles son sus necesidades con respecto a esto.
En el caso de los perros, se trata de una práctica importante para mantenerlos felices y saludables que implica proveerles estímulos tanto mentales como físicos a través de juguetes, actividades y entornos variados (es decir, que podemos trabajar el enriquecimiento ambiental tanto dentro como fuera de casa).
Aunque existen multitud de juguetes y actividades a las que nos podemos apuntar con nuestros perros, también podemos mejorar el enriquecimiento ambiental de nuestros peludos sin gastar mucho dinero, como creando sus juguetes o realizando ejercicios con ellos que no requieran de muchos accesorios.
Juguetes reciclados
Los juguetes caseros son una excelente forma de proporcionar entretenimiento y estimulación mental a nuestros compañeros de cuatro patas y, además, son una alternativa económica a los juguetes que podemos encontrar en las tiendas especializadas.
Por ejemplo, para sustituir al famoso Kong, podemos utilizar una botella de plástico vacía: la llenamos con varios premios y dejamos que nuestro perro se entretenga moviéndola y haciendo que salgan por la boquilla del recipiente sus snacks favoritos.
Utilizando este sistema podemos hacer diferentes tipos de "kongs caseros", utilizando también cajas de zapatos, por ejemplo, e incluso aumentando la dificultad añadiendo otros elementos dentro del recipiente que escojamos, como pelotas de papel en el interior, para que no sea tan sencillo extraer los premios.
Para aquellos perros que aman la típica cuerda de tirar, también podemos hacer las nuestras propias, utilizando la tela de una camiseta vieja y haciéndole un nudo a cada extremo; o también enrollando una pelota pequeña en medio de la tela y haciendo unos nudos a los lados para asegurar que no se sale.
También podemos crear nuestra propia alfombra olfativa, utilizando trozos de tela, paños de cocina o toallas (para conseguir diferentes texturas) y cosiéndolos a una tela base con la que forraremos un cartón para que nuestra alfombra sea consistente. Eso sí, necesitaremos tener conocimientos de costura para poder coser cada extremo de tela y asegurarnos de que no se deshilacha.
Actividades dentro de casa
Para cuidar el enriquecimiento ambiental de nuestros perros, además de los paseos necesarios y el ejercicio físico diario, es importante que también les proporcionemos actividades que hacer con nosotros dentro del hogar, especialmente de cara a aquellos días en los que el tiempo no nos permita realizar largas salidas.
Un ejercicio que podemos practicar con nuestros perros en casa son los de entrenamiento: enseñarles trucos nuevos puede ser una forma divertida y enriquecedora de reforzar nuestra relación con nuestro peludo y, además, estimulará su mente. Podemos enseñarle a darnos la pata, a ponerse a dos patas, a tumbarse, hacer la croqueta, fingir el muerto... Incluso podemos montarnos una coreografía de Dog Dancing.
Otra actividad que podemos realizar en casa con nuestros perros es un Agility casero: montar un circuito de obstáculos con cojines, mantas, cartones o peluches y hacer que los salten, rodeen o que pasen por debajo. Aquí dependerá mucho de la imaginación de cada uno y del espacio del que dispongamos, pero puede ser una actividad divertidísima.
Por último, también podemos jugar con nuestros perros a esconderle premios en determinados lugares de casa y animarles a buscarlos, lo que les ayudará a estimular el olfato y además también estrechará la relación que tenemos con ellos.
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