Todo lo que ocurre en la gala de los premios Grammy es sinónimo de noticia, aunque no tanto si algo ocurre en la prefiesta de los galardones, donde los famosos y famosas se reúnen de una manera más distendida. Sin embargo, Megan Fox ha conseguido que se hable de ella precisamente a un único mensaje de Instagram acerca de su asistencia a dicho evento.

Ante sus algo más de veinte millones y medio de seguidores en dicha red social, la intérprete de cintas como Transformers o Jennifer's body afirmó que llegaba a la Clive Davis pre-Grammys Gala este pasado sábado  después de "bajar del avión" con algún que otro problema médico.

"Me bajo del avión con una muñeca rota y una conmoción cerebral para poder ir a los Grammy", escribió la actriz de 36 años junto a un emoticono de los ojos en espiral y varias estrellas en una publicación con un imponente vestido rojo y enla que aparece acompañada en una de las fotografías por su pareja, el músico Machine Gun Kelly.

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Precisamente este estaba nominado este año en la categoría de Mejor Álbum de Rock, estatuilla que finalmente fue a parar a las manos de Ozzy Osbourne. Y aunque en dichas fotografías aparece como si no le ocurriese nada, lo cierto es que en la imágenes dentro de la fiesta sí que aparece con una aparatosa muñequera rosa.

Al menos, durante un tiempo, pues en una imagen que ha gustado mucho a los fans del papel couché de las celebrities californianas salen la propia Fox charlando con Camila Cabello habiéndose antes quitado la protección y dejándola sobre su mesa.

Multitud de usuarios se han preguntado si realmente no sería algo lógico el cancelar la asistencia por un problema de salud o si de verdad es "tan difícil ser una celebridad" como para sentir "la presión para aparecer incluso con una conmoción cerebral". Por ahora, Megan ha preferido no dar ningún detalle más sobre su estado de salud.