La negociación entre PSOE y Podemos para reformar el texto de la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, conocida popularmente como la ley del 'solo sí es sí', continúa encallada a menos de 48 horas de que se agote el plazo marcado por los socialistas. La ministra de Igualdad, Irene Montero, mostraba este domingo su disposición a hacer cambios en la normativa, que a su parecer está "bien hecha", con una única condición: "El consentimiento no se toca", ha advertido.

"Aunque sabemos que la ley está bien y que ninguna reforma legal va a evitar esas decisiones judiciales de rebajar las condenas, nosotras estamos dispuestas a reformar la ley, a aceptar las condiciones que el socio mayoritario de gobierno necesita para salir unidas a hacer frente a esta ofensiva contra la ley y contra el gobierno de coalición", ha subrayado Montero en un acto organizado por Podemos expresamente para arropar a la ministra y defender que el consentimiento continúe como eje central la ley.

Esta puesta en escena de Podemos para defender una de sus leyes estrella contrasta con el discurso ofrecido por el PSOE este fin de semana. En plena crisis política entre los socios de Gobierno, el presidente, Pedro Sánchez, no ha hecho alusión alguna al respecto en un acto de precampaña del 28-M celebrado en Madrid. Quien sí ha hablado de ello ha sido el portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, Patxi López, que este sábado se mostraba convencido para "hacer esos retoques que son necesarios" a esta "magnífica ley", que ha "tenido unos efectos no deseados, que es lo que tenemos que corregir", ha puntualizado.

Igualdad negocia en paralelo con el PSOE otras medidas para proteger y ayudar a las víctimas que complementen la reforma del 'solo sí es sí'

Las conversaciones continúan centradas en cómo se pueden castigar con mayor pena las agresiones sexuales en las que haya violencia e intimidación, preservando el corazón de la ley del 'solo sí es sí': todo acto sexual sin consentimiento es una agresión, haya o no violencia.

Mientras tanto, el tiempo para negociar estos cambios se agota. El ala socialista ha emplazado al martes como fecha límite para ultimar una propuesta conjunta, mientras Montero ha admitido que "están siendo unos días muy difíciles" porque hay "muchas presiones" para enmendar la norma y volver al modelo anterior que propone el PP.

Los escollos de la negociación

El Ejecutivo está negociando a partir de una propuesta elaborada por el Ministerio de Justicia, que pretende recuperar las penas del anterior Código Penal para evitar las rebajas a los condenados. 

El departamento que dirige Pilar Llop plantea volver a penas de entre 1 y 5 años cuando haya violencia, intimidación o se haya anulado la voluntad de la víctima y de entre 6 y 12 años en esos mismos casos cuando la agresión sexual sea con penetración. 

En los supuestos en que haya agravantes, también pide volver a las penas anteriores de entre 5 y 10 años en el caso de que no exista penetración, y de entre 12 y 15 cuando sí la haya. La propuesta es extensible a los casos en los que la víctima sea menor.

Este domingo, fuentes del socio minoritario de la coalición han remarcado a Europa Press que la negociación sigue atascada y no se han producido avances con los socialistas, ya que, a su juicio, las propuestas planteadas por Justicia suponen una vuelta al modelo previo a la ley del 'solo sí es sí' y no blindan el consentimiento.

En este sentido, Irene Montero ha reivindicado este domingo que la ley se hizo junto al exministro de Justicia Juan Carlos Campo en lo relativo al ámbito de las penas y que la mayoría de jueces aplica correctamente la norma, frente a una minoría que sí aplica rebajas, pese a que aún no hay datos oficiales completos para poder establecer una comparativa.

Por su parte, fuentes socialistas del Gobierno han lamentado en declaraciones a la Agencia Efe que Podemos esté desenfocando el debate sobre la reforma de la ley con la idea del consentimiento, ya que seguirá en el centro de la norma y el único cambio estará en las penas.

Como los artículos referidos al consentimiento no se tocarán, los socialistas entienden que el foco tiene que estar en evitar que sigan dándose casos de rebajas de pena a condenados, que es lo que motiva la reforma de la ley, y no en si se vuelve a poner en cuestión el consentimiento, esto es, el 'solo sí es sí' por el que es conocida esta norma.

Las mismas fuentes recalcan que si hubo violencia o intimidación en la relación sexual, la ley ya presupone que no hubo consentimiento y que por eso no es incompatible con tener que probar determinadas circunstancias del delito para poder agravar penas.

El viernes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, apretaba públicamente a sus socios al asegurar que si no se produce finalmente el acuerdo entre ambos socios, no descartaban registrar unilateralmente su "proposición de ley".

Desde que esta ley entró en vigor el pasado octubre, se han producido al menos 400 reducciones de sentencias a condenados por delitos sexuales.

Feijóo afea al PSOE que señale a Montero

Por otro lado, desde la oposición han seguido las críticas este fin de semana para que desde el Ejecutivo acuerde la reforma de la ley de forma inmediata. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha censurado que todo el Gobierno se dedique a "señalar" a Irene Montero por la ley del 'solo sí es sí', cuando "el primero y el máximo responsable del Gobierno es su presidente, no una ministra de 22".

Feijóo pide un PP de "mayorías indiscutibles" que faciliten "un mejor gobierno" sin coaliciones

El líder de los populares ha recordado este domingo que han ofrecido los votos del PP para cambiar ya esa ley "disparatada" y una propuesta para, sobre esa base, construir la modificación "rápida" de esa ley, aunque no les han dado respuesta, a su juicio porque "no les interesa" al Gobierno.

Además, ha sentenciado que "lo peor" de "la soberbia de no reconocer una equivocación a sabiendas es acabar asumiéndola con cobardía, es señalar a una ministra cuando el Gobierno sabía que esa decisión era letal para las mujeres que habían sufrido abuso y acosos".