Las imágenes hablan por sí solas. Desde hace unos días El Líbano amanece y se duerme vestido de blanco. Estas imágenes muestran cómo la nieve ha alcanzado no solo las zonas más altas, sino que ha llegado a las carreteras y pueblos del país.

A pesar de la idílica estampa que se muestra, la realidad también son todos los estragos que está ocasionando este temporal invernal que no cesa en el país oriental.

Desde principios de esta semana la tormenta Farah afecta a varias regiones del país y los ciudadanos viven temperaturas bajo cero.

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Según las agencias de noticias, las fuertes precipitaciones que caen en forma de agua y nieve han ocasionado grandes pérdidas en los huertos cítricos y plataneras.

Además, la nieve ha provocado el cierre de carreteras y vías de localidades de Akkar, Baalbek y Jonieh. Los equipos de Defensa Civil trabajan para poder habilitar las carreteras principales lo antes posible y garantizar así la seguridad de todos los habitantes.