Von der Leyen y el lobo: la muerte de su pony por el ataque de uno devuelve el foco a la petición de matarlos

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras la aprobación del noveno paquete de saciones de la UE contra Rusia, en respuesta a la invasión de Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
OLIVIER HOSLET / EFE
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras la aprobación del noveno paquete de saciones de la UE contra Rusia, en respuesta a la invasión de Ucrania.

El estatus de protección del lobo que prohíbe cazarlo y darle muerte en toda Europa se ha visto sacudido en las últimas semanas y meses por un hecho doméstico pero que apunta en la diana de quienes piden poder actuar contra estos animales. La flecha ha dado justo a Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, que en estos momentos realiza un "análisis profundo" sobre esta cuestión. En el mes de septiembre, un lobo mató en el länder de Baja Sajonia al que había sido su pony durante décadas.  Esta misma semana, un tribunal alemán ha vuelto a pronunciarse sobre si se le podía o no dar muerte. La historia ha hecho correr ríos de tinta en la prensa alemana y ha llegado hasta el Parlamento Europeo, que en noviembre pidió una revisión de la "protección estricta" que tiene el lobo en la UE, y hasta Madrid, donde el Ministerio de Transición Ecológica, contrario a hacer cambios, también sigue de cerca las posibles consecuencias de la trágica muerte del pony de Von der Leyen.

Los hechos ocurrieron a finales del verano pasado pero su evolución hasta el momento llega hasta hace apenas unos días. En la noche del 1 de septiembre, un lobo se adentró en una finca en el noreste de Alemania y mató a un pony, que resultó ser de la presidenta de la Comisión Europea desde hacía más de 30 años. 

Fuentes diplomáticas indican que este hecho fue el detonante de que Von der Leyen pidiera a sus servicios en la institución que preside que analizaran el régimen de protección del que disfruta el lobo y otros grandes carnívoros en la UE, dentro de la directiva Hábitat, que sitúa a estos animales en el nivel más estricto de protección pero reconoce la posibilidad de que los Estados miembros puedan hacer excepciones bajo ciertas circunstancias.

Una semana para matar al lobo

Según sigue la historia que ha narrado con fruición la prensa alemana y también ha saltado a las páginas de la de otros países o de Politico, un influyente periódico en Bruselas, en el distrito alemán de Hannover, donde ocurrió la agresión al pony, un tribunal ha examinado en las últimas semanas y fallado una cosa y la contraria sobre la conveniencia de matar o no al lobo en cuestión, que incluso está identificado con la placa GW950m.

En enero, rechazó tal posibilidad después de aceptar la moción urgente que planteó la Sociedad para la Protección de los Lobos. Sin embargo, el 24 de enero cambió parcialmente de opinión después de un recurso presentado por alguien cuya identidad el tribunal no ha querido desvelar y en medio de las protestas de los conservacionistas.

Ese día, el tribunal de Hannover que lleva el caso estimó que sí podría dispararse a un lobo, del que en el Parlamento Europeo y en alguna comunidad lobera española destaca que debe de ser un depredador incluso por encima de la media de su especie. Así lo apunta también este último fallo. "En vista del gran número de ganado sacrificado en la zona de Burgdorf, que podría ser atribuido (genéticamente) al lobo específico, el daño en la región de Hannover no es objetable". Dado que ya lo había hecho muchas veces, el tribunal consideró que "es previsible que en el futuro este lobo vuelva a matar a animales de pastoreo".

Sin embargo, y a pesar de que los jueces consideraron que no había "alternativas razonables" más que matar al lobo autor de la muerte del pony de Von der Leyen, también determinaron que esta 'condena de muerte' sería solo válida durante una semana. Este plazo expiró el martes pasado, sin que haya constancia de que el lobo haya muerto, todo lo contrario.

Revisión del nivel de protección

"Habían dado autorización para que se le pudiera cazar y el plazo expiraba el martes y el lobo sigue por ahí". El exministro de Interior y hoy eurodiputado del PP Juan Ignacio Zoido resume de esta forma los últimos acontecimientos alrededor del lobo que mató al pony de Von der Leyen. Si no desencadenó un estudio en profundidad de la protección de esta especie, sí coincide en el tiempo con el hito de que por fin los conservadores europeos consiguieron en noviembre pasado apoyo suficiente en la Eurocámara para aprobar una resolución que pedía a la Comisión Europea y a los gobiernos de la UE que pasaran el lobo y otros grandes carnívoros como el oso de la lista de especies con protección estricta a una más laxa, para que se puedan cazar y matar bajo ciertas circunstancias, tomando en consideración la necesidad de proteger la actividad ganadera y las especies de pastoreo.

"El Partido Popular Europeo llevaba tiempo queriendo mover este tema", recuerda Zoido, que apunta que no habían conseguido una mayoría suficiente hasta noviembre, dos meses después de la muerte del pony. En esta ocasión dio resultado. En una votación que contó con el rechazo de la izquierda y con el temor por parte de la comisión parlamentaria de Medio Ambiente de que se abriera el debate sobre la caza deportiva y recreativa, el Parlamento Europeo acordó pedir flexibilidad en la protección del lobo por 306 votos a favor, 225 en contra y 25 abstenciones.

Pocos días después de aprobarse esa resolución, la presidenta de la Comisión anunciaba que había encargado a sus servicios un "análisis en profundidad" del régimen de protección del lobo, que un portavoz de esta institución relaciona estrictamente con una respuesta a la resolución del Parlamento Europeo y para nada con sucedido en Hannover. "Compartimos el llamamiento de utilizar mejor y plenamente los instrumentos disponibles bajo el actual marco legal y político para mediar en el conflicto entre la protección de especies salvajes y los ganaderos", explican a 20minutos en la Comisión, en alusión a la Directiva Hábitat, que de momento sitúa al lobo en el mayor nivel de protección -"estricta"- pero contempla que los Estados miembros puedan hacer excepciones en determinadas circunstancias. Es lo que ocurría en España hasta septiembre de 2021 y lo que siguen pidiendo las llamadas 'comunidades loberas', particularmente Galicia, Asturias Cantabria y Castilla y León, y también el PP como partido.

"La Comisión evaluará cuidadosamente todas las recomendaciones de la resolución [del Parlamento Europeo] y verá la mejor forma de afrontarlas y dónde sería necesario tomar acciones adicionales", añaden en la institución que preside Von der Leyen. 

Poner el foco

Si bien la prensa alemana ha llegado a reprochar a la presidenta de la Comisión Europea estar tomándose esta cuestión, de índole comunitaria, de una manera demasiado personal por la pérdida de su pony, lo cierto es que en el Parlamento Europeo se ve como algo muy inverosímil que este suceso vaya a condicionar una eventual decisión para rebajar la protección del lobo, de la que por otra parte todavía no se sabe nada. Por mucho que, según apuntan fuentes parlamentarias, la aprobación de aquella resolución provocara un inusitado eco incluso en países donde, a priori, esto no supone ningún problema.

"La Comisión Europea no se va a mover por impulsos si no tiene los datos objetivos que lo avale", afirma Zoido, que señala que, una vez que el Parlamento Europeo dejó clara en noviembre su posición con la resolución que pedía sacar al lobo de la protección estricta, "hay que dar un tiempo" a la Comisión para dar el siguiente paso.

"A ella [Von der Leyen] le ha afectado personalmente y se ha implicado en el tema, pero de momento sólo ha pedido información a los técnicos de la Comisión", señala por su parte el portavoz de Ciudadanos en la Eurocámara, Adrián Vázquez, que también votó a favor de la resolución. Sí considera que este hecho "ha puesto el foco en un tema que ha estado dando igual durante años a buena parte del funcionariado de la Comisión" como es el elevado régimen de protección que tienen lobos u osos en la UE. Sin embargo, cree que en estos momentos es "pura especulación pensar que eso va a tener como consecuencia la inmediata actualización de la normativa actual y todavía menos probable una nueva legislación".

Ribera rechaza rebajar la protección

A pesar de ello, la muerte del pony de Von der Leyen no solo ha saltado la frontera de Alemania a Bruselas, también ha llegado a España. No al gran público, pero la historia la conocen en gobiernos autonómicos que piden insistentemente al Gobierno central y a la Comisión Europea poder actuar contra los lobos en algunas circunstancias. También sigue su evolución el Ministerio de Transición Ecológica y su titular, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que en 2021 cambió la ley nacional para ampliar la prohibición de cazar y matar lobos que estaba vigente al sur del río Duero también al norte, donde vive el 93% de la población de lobos en España. 

"La vicepresidenta siempre está pendiente de hacer compatible la protección de la biodiversidad y la defensa de los intereses de los ganaderos", apuntan como único comentario sobre la cuestión en Transición Ecológica, el Ministerio del que dependería autorizar en España las excepciones a la prohibición de matar lobos que, a nivel europeo, contempla la Directiva Hábitat, esa que está analizando la Comisión por indicación de Von der Leyen.

Zoido critica esta negativa y acusa a Ribera de decretar la prohibición total de matar lobos "sin criterios científicos ni objetivos". "Ya que España no quiere mover la lista" en la que está el lobo, lo que pide la resolución es que actúe la Comisión Europea". Según apunta, de momento Bruselas debe de estar pidiendo información precisa a los Estados miembros sobre las poblaciones de lobos en sus territorios y añade que las comunidades loberas han denunciado que España no ha remitido datos actuales, "sino unos datos antiguos que no refleja los efectos del tratamiento que estaban dando al lobo antes de 2021", cuando se prohibió matar lobos también al norte del Duero.

De momento, sin embargo, no hay novedades del "estudio en profundidad" que encargó Von der Leyen que, en todo caso, se inclina más por examinar las posibilidades de hacer excepciones en los Estados miembros que en cambiar la Directiva Hábitat. También en medio de los últimos acontecimientos en el tribunal alemán sobre el lobo que mató al pony de la presidenta de la Comisión, a principios de esta semana España y otros 11 gobiernos europeos contrarios a rebajar el nivel de protección del lobo firmaron una carta en la que se hacen cargo de que esta cuestión "ha estado resonado en foros e instituciones europeas" y "rechazan de forma inequívoca la tendencia de la resolución [del Parlamento Europeo] a debilitar la protección legal del lobo". Según recuerdan, esta es la posición que se acordó el pasado diciembre en el tercer foro que regula la protección de esta especie, además de la UE y de sus Estados miembros, la Convención de Berna del Consejo de Europa. En lugar de cazar y matar lobos, los doce ministros, Ribera incluida, piden a la Comisión que mantenga un marco legal que actúa frente a los eventuales ataques contra el ganado con medidas preventivas y contra sus efectos mediante reparaciones económicas.

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