El rey Carlos III de Inglaterra está deseando cerrar el capítulo de la autobiografía del príncipe Harry, En la sombra, dentro de la familia real británica. Para ello cree que es imprescindible que, en un día que va a ser tan especial e importante como lo será su coronación, el menor de sus hijos esté presente. Eso sí, como no está tan claro que ni el duque de Sussex ni Meghan Markle aparezcan, ha decidido pedir una ayuda algo más todopoderosa.

Según han explicado desde el Daily Mail, al monarca le preocupa la mala relación entre los hermanos después de todos los ataques que el príncipe Harry le ha hecho al heredero, el príncipe Guillermo, en sus memorias, por lo que ha pedido a Justin Melby, arzobispo de Canterbury, que interceda por él entre ellos y ante Dios, dado que su primogénito considera que Harry aprovechará un día tan señalado para eclipsar a la monarquía.

Sin embargo, el soberano es de la opinión contraria y por eso ha acudido a Melby. Según Carlos III, la ausencia de Harry y Meghan el próximo sábado 6 de mayo en Londres sería una distracción aún mayor que su presencia, por lo que no importa tener que hacer ciertas concesiones si así consigue que su hijo vaya a la ceremonia y no ponga de excusa, por ejemplo, que coincide con el cumplaños de su hijo Archie.

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Dichas concesiones podrían ser desde aegurarles un asiento en primera línea como si aún perteneciesen a la realeza o, incluso, recuperar algunos de sus títulos. "La cuestión de fondo es si asisten a la coronación y, si lo hacen, bajo qué términos y condiciones", ha explicado una fuente al citado medio, añadiendo que obviamente "la familia está dividida" en esta cuestión.

"Todo parece indicar que Harry está siendo aconsejado para que no acepte ninguna concesión en estos momentos y [les vaya dando largas] hasta el último momento. Esto está dificultando mucho las negociaciones con él. Para el equipo de imagen de Harry, que él sista a la coronación y se comporte bien pero aún siga despojado de sus títulos sería un fracaso total", ha asegurado el informante.

Eso sí, según esta fuente el propio Harry, en un gesto de buena voluntad, podría "decidir en un momento dado descartar [la idea de recuperar] sus propios títulos", pero tiene que oponerse a "ser despojados de ellos por la fuerza".

"Le molesta estar en el mismo grupo que el príncipe Andrés de cara a la opinión pública", agrega el informante, que añade que a ambos se les consideran "príncipes problemáticos". "Harry sabe que las circunstancias son totalmente diferentes" en su caso y en el de su tío, ha finalizado.

No es la primera vez que al arzobispo de Canterbury, quien llevará a cabo la ceremonia de coronación, se le pide que interceda entre los hermanos, pues ya se le requirió poco después del fallecimiento de la reina Isabel II.