El expresidente español Felipe González ha planteado este jueves "aproximarse a la última milla de las políticas que se proponen, a la gente y a los efectos que se producen en los ciudadanos" porque, a veces, las medidas se elaboran "en no sé qué ámbito y los resultados son penosos".

Así lo sugirió este miércoles en el Foro El desafío de los grandes incendios forestales. Impactos en el territorio, en Zaragoza, donde defendió "las políticas de última milla, aquellas que tocan la realidad de los ciudadanos, pero no para imponerle cosas".

Asimismo, el expresidente mencionó el caso de los espacios naturales protegidos, "que se supone que se seleccionan y se les da una especial protección". "Pero, si arden en la dimensión en que han ardido, un día el nos van a decir 'no me protejan'", añadió.

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Además, se refirió a la ley del 'solo sí es sí' -"intencionadamente buena" para proteger contra la violencia de género"- para establecer un símil con la necesidad de cambiar un texto para mejorarlo. "Nos pasa todo el tiempo con los incendios forestales, con nuestra mentalidad tan cristiana necesitamos un culpable. Es más fácil encontrar al culpable en todos los errores que cometemos, en lugar de corregir. Eso me preocupa", apuntó.

También animó a "hacer políticas respetando a la gente". "Y no creyendo que somos más sabios que los demás porque nos eligieron. No hagan políticas que lo estropeen, mejórenlas", pidió.

Duplicar los medios de prevención

González recomendó duplicar los medios destinados a prevenir los incendios forestales y llevar a cabo una ordenación del territorio "que sea capaz de llevar a conocer el paisaje y el paisanaje". En este sentido, puso de ejemplo las escuelas de pastores: "Lo llevan haciendo 2.000 años y tú llegaste anteayer".

"A todos nos gustaría vivir en un parque natural con todos los servicios y encontrando un primo que nos lo financie, pero no encontramos primo"

Además, reconoció que en la lucha contra incendios se necesita más dinero, pero ha insistido en la importancia de contar con planes de ordenación y de la colaboración público-privada para, por ejemplo, aprovechar la masa forestal para la transformación en energía.

Y enfatizó: "A todos nos gustaría vivir en un parque natural con todos los servicios y encontrando un primo que nos lo financie, pero no encontramos primo". En esta línea, afirmó que los incendios "se apagan en invierno" y que hay "un exceso de sabiduría banal que pretende hacer desde los despachos lo que los paisanos vienen haciendo durante siglos".

En cuanto a la capacidad de extinción de incendios, resaltó que los bomberos llegan a tiempo en el 98% de los casos, pero el 2% que no logran apagar afecta al 98% de la superficie. "Esta lucha es bastante desigual", continuó el expresidente, que se preguntó si los recursos hídricos están dimensionados "adecuadamente".

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"Hablar en invierno de cómo apagar los incendios significa que debemos ordenar el monte y no tenemos, a lo mejor, capacidad económica para hacer más cosas", planteó González, que llamó la atención sobre el cambio climático, al señalar que "se nota en las zonas donde nunca antes habían visto fuegos de las magnitudes que de ahora".

Reto demográfico

También intervino el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, que aseguró que la convivencia con este problema existe desde hace muchos años y recordó que el verano pasado "fue atroz" y el próximo seguirá ocurriendo "en la misma o mayor medida".

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En este sentido, sugirió compartir el análisis con otras comunidades autónomas y recomendó no equivocarse al poner "demasiados huevos en unas cestas y demasiados pocos en otras", en alusión expresa a las inversiones y los medios contra los incendios forestales.

Además, Lambán aludió al reto demográfico, criticó las políticas que tratan de establecer "grandes estrategias" que "a veces inducen a error" porque parten de una visión "romántica" del medio rural y conducen a "disparates". Para ello, puso como ejemplo algunos decretos y leyes para prohibir cosechar a mediodía o para llevar cabras y ovejas a los montes, frente a lo que ha propuesto "un planteamiento de país".

El jefe del Ejecutivo autonómico opinó que pensar en "recuperar elementos" del mapa de municipios medieval para solucionar los incendios "da para un romance octosílabo, pero soluciones ninguna". "No se trata de que en los montes de Albarracín (Teruel) vuelva a haber miles de gentes como malvivían entonces, sino de que viva la gente que tenga que vivir con buenos servicios, que viva bien y que la economía permita proteger los bosques", subrayó.