Rusia acusa a Occidente de implicarse "de forma directa" en la guerra con el envío de tanques a Ucrania

El presidente ruso, Vladimir Putin, se coloca unas gafas especializadas durante el entrenamiento a militares movilizados en un campo de la región rusa de Ryazan.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se coloca unas gafas especializadas durante el entrenamiento a militares movilizados en un campo de la región rusa de Ryazan.
EFE
El presidente ruso, Vladimir Putin, se coloca unas gafas especializadas durante el entrenamiento a militares movilizados en un campo de la región rusa de Ryazan.

Occidente insiste en que no está en guerra con Rusia y que su único papel es el de apoyar a Ucrania, pero la tesis de Moscú es la contraria: considera que los aliados de Kiev se implican "directamente" en el conflicto tras confirmarse el envío de tanques a las tropas de Zelenski, que puede provocar una escalada en las hostilidades, sobre todo en primavera. "Moscú percibe lo que hace la Alianza Atlántica y los países occidentales como una participación directa en el conflicto en Ucrania", expresó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en respuesta a las palabras del presidente estadounidense, Joe Biden, quien sostuvo que el envío de tanques a Kiev "no es un aviso a Rusia".

Al mismo tiempo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski fue todavía cauto sobre el rearme de los suyos y condicionó la eficacia de los tanques que le suministrarán los aliados a la cantidad que reciba y a la velocidad de entrega. "La clave ahora es la velocidad y el volumen. La velocidad de entrenamiento de nuestro ejército, la velocidad de suministro de tanques a Ucrania. El volumen de soporte del tanque", afirmó.

Además, Zelenski volvió a insistir en que la condición que pone Ucrania para negociar con Vladimir Putin es que Rusia retire "todas sus tropas" de su territorio. En este sentido, ha recalcado que las conversaciones "solo serán posibles si Rusia retira sus solados, admite su error y nombra un nuevo Gobierno", tal y como ha señalado durante una entrevista con Sky News. "Solo entonces sería posible", ha dicho antes de hacer hincapié en que reunirse con Putin "no tendría ningún sentido". "Para mí esto no es interesante, ni reunirnos ni hablar", ha sostenido. "Ellos no quieren hablar. Así era su postura incluso antes de la invasión. Es lo que Putin decidió", ha manifestado.

En este sentido, ha alertado de que Ucrania "solo es un primer paso para Putin" y que el conflicto se podría extender a otras naciones del entorno. "Antes de la guerra, había reuniones. Vi a un hombre que decía que iba a hacer una cosa y hacía otra. Para mí, ahora mismo, no es nadie", continuó. Por otra parte, acusó a Rusia de enviar a la guerra a soldados que sirven como "carne de cañón". "No les importan las bajas", ha aseverado, si bien ha admitido la fuerte presión ejercida por el Ejército británico la región de Zaporiyia. "Es un número extraordinario. No les importa siquiera. Quiero decir, no tienen en cuento a su propia gente. Pero por lo que hemos visto y contabilizado, hay miles de muertos en su bando y simplemente los siguen mandando, los lanzan y lanzan", concluyó.

Vi a un hombre que decía que iba a hacer una cosa y hacía otra. Para mí, ahora mismo, no es nadie

El discurso de Moscú se mantiene en la más alta beligerancia y el expresidente Dimitri Medvedev repitió que Ucrania depende "al mil por cien" del armamento de la OTAN -en referencia precisamente al envío de tanques- y el dinero de las naciones occidentales para seguir ofreciendo resistencia contra Rusia en la invasión. Medvedev se ha referido a él como "una ridícula figura de opereta con una grasienta camiseta verde", en alusión a la habitual indumentaria de color oliva del mandatario.

"Esta criatura ya ni siquiera es un payaso, sino solo un perro de circo, un caniche a los pies de su entrenador, que ladra a su palmada. Todo el mundo entiende esto", ha aseverado Medvedev, que ha criticado que el presidente ucraniano por negarse, según él, negarse a sentarse a la mesa de diálogo y cuestionar el liderazgo de Rusia. En este punto, Medvedev ha acusado al "paciente de verde", a quien ha diagnosticado un "problema psicológico real", de pedir armas y dinero a las potencias occidentales pero a la vez insistiendo en que Ucrania no se rendirá ni se sentará a la mesa a negociar. "Estos delirios están fuertemente respaldados por los 'médicos' occidentales", terminó.

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