El Ayuntamiento de Arroyomolinos ha anunciado este miércoles a través de sus redes sociales que ya se han iniciado las obras de protección del talud en el arroyo de La Arroyada a su paso por las calles Alameda y Álamos, puesto a que desde hace varios años los vecinos de dichas calles estaban sufriendo desprendimientos de tierra en sus parcelas.

En el mensaje publicado en su cuenta de Twitter el Ayuntamiento también informa que las obras se finalizarán en el segundo trimestre de 2023 y que cuentan con un presupuesto de 435.688,60 euros. Sin embargo, las obras no se realizarán en todos los tramos que contempla el proyecto presentado por el Consistorio, debido a que la Confederación Hidrográfica del Tajo todavía no ha aprobado el resto de actuaciones, según informó a este medio en diciembre Luis Quiroga, concejal de Medio Ambiente y Mantenimiento.

Los desprendimientos de estas parcelas se agravaron el pasado mes de diciembre como consecuencia de las lluvias que azotaron a toda la Comunidad de Madrid. El caudal del arroyo se incrementó significativamente y por este motivo algunas parcelas de las calles Álamos y Alameda se desprendieron y las casas quedaron al borde del precipicio.

Familias de dos calles de Arroyomolinos sufren desprendimientos en sus parcelas

El concejal insistió en que desde que el primer momento "el Ayuntamiento empezó a trabajar y nos pusimos en contacto tanto con la Confederación como con la Comunidad de Madrid" con el fin de darle solución a este problema. Tras los desprendimientos, la Confederación Hidrográfica del Tajo otorgó los permisos al Ayuntamiento para actuar de forma urgente. El Consistorio presentó el proyecto y el pasado octubre fueron aprobados los trabajos en algunos tramos.

En principio, se procederá a limpiar el cauce y a proteger la escollera, con el propósito de evitar que se pongan en peligro los taludes de la margen izquierda del arroyo y por consiguiente las viviendas. La segunda fase del proyecto contempla la estabilización de las partes superiores del talud, en donde se sitúan las viviendas que lindan con el cauce mediante el proceso de claveteado del suelo o 'soil nailing'.