
Esta sección, donde hilvanamos cada fin de semana una vestimenta cultural para Madrid, incluye para la ocasión un concierto esperado de Jorge Drexler; unas variaciones muy especiales sobre La vida es sueño, desde la discapacidad; los aires musicales del Virreinato del Perú; la refracción de la danza al atravesar España de sur a norte; unos músicos de orquesta que cambian sus instrumentos por juguetes; y, para finalizar, una ópera que refleja la decadencia del Imperio austrohúngaro con música bellísima.
1. Teatro. 'Segismundos. El arte de ver' en la CNTC

La Compañía Nacional de Teatro Clásico sigue ofreciendo visiones alternativas a lo que se programa en la sala principal del Teatro de la Comedia, a modo de contrapunto que resuena en la sala Tirso de Molina del mismo teatro, allá en lo alto. Los espectadores que salíamos de ver el espectáculo Segismundos, el arte de ver, de Antonio Álamo, nos cruzamos al salir de la representación con el público que estaba a punto de entrar al montaje que Declan Donnellan ha dedicado al gran clásico de Calderón, La vida es sueño y podía verse hasta hace poco en la sala principal.
Segismundos nos deja colarnos en un ensayo del drama calderoniano donde se presentan de buena mañana Sara Barker y Abel Mora, entre bostezos. Son respectivamente Rosaura, dama, y Clarín, gracioso. Sara queda en ciertos momentos con la mirada abstraída, buscando alcanzar con su mano algo o a alguien a través del plano imaginario que separa al público del escenario. Quizás se busca a sí misma en un viaje temporal, pero despierta abruptamente para reanudar el ensayo.

La gracia natural de Abel Mora maneja la función de manera distendida, reivindicando la sensatez, aplicando locuacidad al carácter llano de ese criado que Calderón introduce en su famosa obra. De su mano nos llegan observaciones sobre el texto de La vida es sueño desde la visión más apegada al sentido común. Aquellas que no nos atreveríamos a hacer por esnobismo, pero resultan pertinentes.
Lo más destacable y extraordinario de este montaje, lo que lo hace tan especial, es que pronto aparecen sobre las tablas dos actores capaces, y tan capaces, de ofrecer su interpretación de La Vida es sueño, desde la discapacidad. Son Helliot Baeza, un Segismundo de grito mudo, que con la mirada expresa todo; y Christofer Ortiz, quien exige la corona del Rey Basilio, su padre, aunque llegue con dos cafés en la mano. El carácter onírico y atemporal, aporta una sensación misteriosa, de sueño que se repite una y otra vez, de poesía verdadera. La niña May Monleón se encuentra con Sara Barker, en un episodio para mirarse ambas en el espejo que es la otra, como paréntesis en la acción fragmentaria de la función.

Antonio Álamo quiere reconocer la importancia de la figura de José Monleón, escritor y director teatral, en configurar este montaje: "esta obra, como tantas otras cosas en el teatro español, tampoco existiría sin su clarividencia. Ahora distintos creadores enriquecen el elenco de sus montajes con actores con diversidad, pero ese es un campo de acción en el que él estuvo empeñándose, al menos, desde el año 1996. Por fortuna, yo fui cómplice en alguna de esas aventuras".
2. Concierto. Jorge Drexler presenta su último disco

Tras casi cinco años de silencio discográfico, en abril de 2022 el cantante y compositor uruguayo Jorge Drexler presentó su nuevo álbum, Tinta y Tiempo, fruto de una crisis creativa que está desgranada en el propio disco. Llega a WiZink Center este sábado para presentarlo en Madrid ante un público al que se ha ganado en numerosos conciertos previos en la capital.
Las primeras canciones comenzaron a salir durante el confinamiento, donde la incertidumbre y la dificultad se habían convertido en lo cotidiano. Sin embargo, el cantante y compositor uruguayo consiguió resolverlo trasladándose a un universo lleno de luz. Así nace Tinta y Tiempo, un trabajo brillante, generoso, abundante, llamado a convertirse en un imprescindible de su repertorio.
Tinta y tiempo cuenta con una producción que se percibe de lujo y algunos arreglos orquestales de exquisito gusto. En él han colaborado algunos artistas como Rubén Blades y C. Tangana. Es su decimocuarto disco de estudio y llega cuando se cumplen 30 años del lanzamiento de su primer álbum. Tres décadas de canciones que se siguen sumando al imaginario del uruguayo, recientemente galardonado con siete premios Latin Grammy, cinco de ellos por este último disco.
Un buen análisis de la variada riqueza de este disco se encuentra en un video donde Jaime Altozano repasa con el propio autor las canciones que lo componen, revelando los secretos armónicos y rítmicos de cada tema, y trazando el concepto que subyace en este trabajo de principio a fin, que curiosamente es la misma nota, la más grave que un contrafagot es capaz de proporcionar. Es francamente ilustrativo y aquí lo dejo para animar a los dudosos a acudir al WiZink, o adquirir el disco:
Jorge Drexler se presentará con un original espectáculo, acompañado en el escenario por Borja Barrueta (batería), Meritxell Neddermann (teclados y voces), Javier Calequi (guitarra y voces), Carles “Campi” Campón (bajo y programaciones), Alana Sinkëy y Miryam Latrece (voces). Además de poder disfrutar del nuevo repertorio, seguro podremos escuchar canciones de discos anteriores.
3. Danza. Eva Yerbabuena y Juan Kruz

La bailaora Eva Yerbabuena y el bailarín Juan Kruz, ambos además coreógrafos, entrecruzan sus distintos orígenes y formaciones en Refracción (desde mis ojos), un espectáculo en el que la artista andaluza muestra sus paisajes emocionales y personales. Llegan a los Teatros del Canal para trazar esa trayectoria óptica que se denomina refracción y supone la desviación de un haz de luz cuando pasa de un medio a otro.
Si Eva Yerbabuena procede del flamenco, Kruz proviene de la música clásica y la danza contemporánea. La coreógrafa granadina había conocido la creación del artista vasco durante una de las bienales sevillanas y sintió la necesidad de trabajar con él, pero solo el pasado año pudieron coincidir en una obra como esta. En ellas ambos se descubrieron en un momento vital similar: abiertos a preguntas personales e íntimas, que atañían a su esencia, desde las que mirar hacia delante y en la que vierten cuestiones relacionadas con la identidad, la confianza y el abuso. La temporalidad de los deseos y la necesidad de ruptura y regeneración.
Para Eva Yerbabuena se trata de "una apuesta sincera y desnuda, sin artificio ni pose, sin tener que cumplir ninguna expectativa ajena o propia, en la que hablo conmigo misma y me cuestiono".
Utilizando un dispositivo escénico reducido, los músicos se ponen al servicio del baile focalizando el discurso artístico en ella. De forma simultánea, Juan Kruz y el artista de vídeo Greg Blakey proyectan un vídeo cuyas imágenes son un montaje de escenas grabadas previamente que pertenecen al pasado de Eva y de imágenes tomadas en vivo por Juan Kruz, que manipula la cámara.
Estrenado en la pasada Bienal de Sevilla de Flamenco, estará en la Sala Roja de Teatros del Canal este fin de semana, de viernes a domingo.
4. Familiar. Música y juguetes

Acercar a los más pequeños a la música a través del juego y los juguetes es el objetivo de esta divertida propuesta que Orquesta Metropolitana y Coro Talía, junto a su directora titular Silvia Sanz Torre, presentan en una nueva edición con el ánimo de fomentar la creatividad a través de la música.
Todo cabe en este concierto sorprendente en el que el público familiar disfrutará de música clásica con juguetes, y de música de cine o dibujos animados con el sonido de una orquesta y coro sinfónicos. Un concierto divertido, cercano y desenfadado para acercar a los más pequeños a las salas de conciertos.
Como en ediciones anteriores, Silvia Sanz estará acompañada en el escenario del presentador de radio y televisión Goyo González. De la adaptación de las obras clásicas para su interpretación con juguetes, se encarga el compositor, arreglista y pedagogo Alejandro Vivas.
Una cita imprescindible en el Auditorio Nacional que tendrá lugar el sábado 28 a las 11,30 horas, recomendada para niños a partir de 3 años. La original propuesta de la Orquesta Metropolitana y el Coro Talía abre el programa como en cada edición con el Bolero de Ravel tocado solo y exclusivamente con juguetes.
Además de tocar con juguetes, los músicos utilizan sus instrumentos habituales para interpretar Bandas Sonoras de cine, música de dibujos animados de ayer y de hoy, y piezas muy conocidas de la música clásica.
5. Ópera. 'Arabella' de Richard Strauss por primera vez

90 años después de su estreno en Dresde, el Teatro Real presenta por primera vez en Madrid una nueva producción de Arabella, de Richard Strauss (1864-1949), hasta el 12 de febrero. Este fin de semana habrá función el sábado 28 a las 19 horas, para disfrutar de los colores orquestales de Strauss, que tan buena conjugación obtenían con las concepciones teatrales de Hofmannsthal.
Arabella posee belleza y sobriedad, sin llegar a la grandiosidad de El Caballero de la Rosa o Salomé, por ejemplo, quizás porque no era realmente la intención. La expresividad orquestal más temperamental se encuentra en el preludio del acto tercero, en el que parece describirse una noche de pasión un tanto confusa, donde los participantes no tienen del todo claro con quién están compartiendo intimidad. Hay duetos maravillosos, como los de las hermanas en el acto primero, o este que dejo aquí en una versión de campanillas, con Thielemann casi dirigiendo con el tacto a Renée Fleming:
Sara Jakubiak interpreta con mucha solvencia a la protagonista de la historia, la hija de un conde venido a menos en quien la familia pone sus esperanzas para salir del atolladero, seleccionando al pretendiente más fructífero. El argumento urde un enredo de amoríos y confusiones varias con travestismo incluido, lo cual remite necesariamente a El Caballero de la Rosa. No es extraño, puesto que la génesis de Arabella, allá por 1927, parte de la petición de Strauss al poeta y dramaturgo Hugo von Hofmannsthal para seguir la senda de aquella obra, con la que ambos habían triunfado.
La dirección de escena recae en Christof Loy, quien siente por Arabella una especial afinidad y lleva trabajando desde 2006 en ella, ya en aquel año para una producción de la Ópera de Gotemburgo, punto de partida para esta del Teatro Real.
Vemos diferentes estancias que se desplazan lentamente en horizontal, recordando una especie de 13 rue del Percebe en una sola planta, con paneles que van velando parte de dichas estancias en un eficaz juego de espacios. El concepto teatral está muy cuidado y los movimientos de actores, perfectamente sincronizados con la cambiante escena, hasta desembocar en un último acto donde todos ellos parecen encerrados en un espacio que les obliga a desenredar la acción.

Hay que destacar otros cantantes como Josef Wagner, en el papel de Mandryka; un tenor muy prometedor como Matthew Newlin (Matteo), procedente de la Deutsche Oper Berlin. Por último, es un lujo contar con Anne Sofie von Otter en el papel de madre de Arabella.
David Afkham asume la dirección desde el foso, cuando tanto se está especulando sobre su continuidad en el podio de la Orquesta Nacional de España. Sin duda Strauss es un compositor con el que encuentra especial afinidad y muchos recordamos las extraordinarias funciones de Salomé en versión concierto que ofreció para cerrar la temporada pasada de la ONE.
6. Músicas del Nuevo Mundo. Camerata Iberia

El Nuevo Mundo fue un polo de atracción para artistas que no dudaron en cruzar el Atlántico para buscar un acomodo, bien por necesidad, desazón o simple afán de abrir el horizonte. En estas páginas hemos dejado constancia de los frutos pictóricos de esa ruta, que funcionaba en ambos sentidos, generando a lo largo de décadas un gran volumen de pinturas que hace poco encontró su merecido espacio en una exposición temporal el Museo del Prado.
Los músicos también emprendieron rumbo a América, y el concierto de la Fundación Juan March que traemos a estos planes gira en torno a dos músicos españoles que se embarcaron rumbo al Perú en Cádiz en febrero de 1667: Tomás de Torrejón y Velasco, y Lucas Ruiz de Ribayaz. Ambos trabajaron para el virrey del Perú, que entonces era el conde de Lemos. A la muerte de éste, Ruiz de Ribayaz regresó a España. Torrejón y Velasco se quedó en Lima, donde trabajó como maestro de capilla de la catedral, perfeccionó el género del villancico colonial y compuso La púrpura de la rosa, la primera ópera compuesta en América Latina, de la que aquí dejamos una muestra:
El Virreinato del Perú fue la unidad política más importante de los dominios del imperio español y llegó a abarcar casi toda América del Sur. La ciudad de Lima floreció como puerta del océano Pacífico y ejerció como un polo de atracción para músicos peninsulares que llegaron en la segunda mitad del siglo XVII con el objetivo de trabajar al servicio del virrey o de la catedral. La obra de estos músicos es la base del programa del tercer concierto del ciclo que la Fundación Juan March dedica al orbe musical de la Monarquía Hispánica, bajo la dirección del músico peruano Juan Carlos de Mulder. Será el sábado 28 a las 12 horas y también podrá seguirse online a través del canal de YouTube de la fundación.
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