El cane corso, un moloso protector, equilibrado y bondadoso con su familia pero desaconsejado para personas sin experiencia

  • En las asociaciones caninas, se les aplica una prueba de trabajo para comprobar que muestran indiferencia hacia extraños inofensivos o hacia ruidos fuertes.
Un cane corso.
Un cane corso.
20minutos
Un cane corso.

La raza canina del cane corso se desarrolló en Italia. El término moloso procede de los molosios o molosos, una antiquísima tribu griega que destacaban por criar perros guardianes de tamaño muy grande y huesos fuertes, tipo mastín. Cuando el Imperio romano invadió y ocupó las islas griegas, se llevaron muchos de estos perros a Italia, donde los criaron como razas nativas. Entre este grupo de perros estaban los antepasados de los cane corsos modernos o de su pariente más grande, el mastín napolitano.

A lo largo de los siglos y con la posterior caída del Imperio romano de occidente y las constantes invasiones a la península italiana, los perros molosos fueron cambiando su funcionalidad y de ser perros de guerra, se adaptaron a la caza mayor y, especialmente, como perros guardianes de explotaciones ganaderas y de granjas. A mediados del siglo XX, el cane corso estaba prácticamente extinto y quedaban muy pocos ejemplares. No fue hasta la década de 1970 que un grupo de aficionados italianos a los perros y en especial a esta raza con un pasado tan dilatado, se unieron para proteger y recuperar a los ejemplares de cane corso que quedaban de lo que parecía su desaparición inevitable. Formaron la Società Amatori Cane Corso, que aún sigue activa y para 1990, los cane corso, ya recuperados, pudieron empezar a ser presentados a exposiciones caninas.

Se admiten varios colores que pueden consultarse en su estándar de la Federación Canina Internacional. Pese a poseer una capa muy corta de pelo, esta es muy gruesa y pueden echar una doble capa interna para pasar las estaciones frías.

Poco conflictivos y perros muy leales

Aunque el aspecto robusto y poderoso intimida en las distancias cortas, los cane corso son perros seguros de sí mismos que tienden a ignorar a perros y a otras personas que no conocen. Pero son intensamente protectores, sensibles y cariñosos con su propia familia, por lo que, si aprecian o consideran que hay una amenaza, es una raza que no duda en mostrar su territorialidad y dominancia. Debido a sus dimensiones, pudiendo alcanzar los 50 kilogramos de peso, esto implica que necesitan algo más que una educación básica para tener un buen control sobre el animal ante cualquier circunstancia y disfrutar relajadamente de su compañía si va a vivir en entornos urbanos.

 Si va a convivir con niños u otros animales, necesita una sociabilización apropiada para que los asimile como miembros de su núcleo familiar. No obstante, se recomienda la supervisión de adultos ante cualquier interacción entre menores y perros.

Los cane corso disfrutan y necesitan una estimulación ambiental alta y que se les den objetivos, destacando en deportes caninos como el mondioring, de rastreo o en general cualquier trabajo de olfato. Se les atribuye, además, ser una raza muy vocal, no tanto en ladridos como en emitir otras vocalizaciones en forma de aullidos, gruñidos y resoplidos para comunicarse con sus tutores.

Para ampliar información sobre la raza y localizar a criadores legales que garanticen ejemplares libres de displasias y otras enfermedades congénitas, se puede contactar con el Club Español del Cane Corso, entidad colaboradora de la Real Sociedad Canina de España. Sugerimos que se valore la adopción responsable y que siempre se priorice la compatibilidad en el estilo de vida y lo que podemos ofrecer a un perro, por delante de su aspecto.

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