Una funeraria de Valladolid ha decidido ayudar a los más afectados por la crisis económica para celebrar su 75 aniversario. Desde el 1 de septiembre y hasta finales de año, se harán cargo de todos los gastos del sepelio y la incineración de aquéllos fallecidos que en vida estuvieran en paro.

Juan Guitart, responsable de la funeraria, explicó que los gastos de los que ellos se hacen cargo cubren "la caja, el coche fúnebre, la estancia en el tanatorio, la incineración y la entrega de las cenizas a la familia".

Para solicitar esta oferta, la familia tiene que "presentar la tarjeta de paro en vigor, no se necesita ningún requisito más", aseguró Juan.

La iniciativa, que se ha hecho llegar a los ciudadanos a través de folletos y anuncios de radio, ha sorprendido a los vecinos de la localidad, pero en general ha sido acogida de manera positiva.

"En principio me parece bien, no lo veo descabellado, porque la gente se lleva muchas sorpresas cuando fallece un familiar por la cantidad de gastos que supone organizar todo", relató una vecina de Valladolid. Otra, de la misma opinión, reconoció que es una fórmula "llamativa".

No obstante, también ha provocado reacciones menos positivas. "Me parece muy extraño, no me gusta porque me parece muy desagradable y fuera de lugar", concluyó otra vecina vallisoletana.